La autora publico en 1993 su primera novela, La escala de los mapas, que cosechó un enorme éxito de crítica y público. Belén Gopegui es autora de novelas, obras de teatro y varios de sus libros han sido adaptados al cine, y, a petición de su hijo y de su hija, empezó a escribir textos muy cuidados que también interesen a niños y niñas
¿Es su primera incursión en el género de la literatura infantil?
Es mi octavo libro de este género, el noveno si contamos uno que escribí a medias con mi padre.
¿Por qué decidió acometerlo?
Natalia Carrero me propuso el tema y al ser algo en lo que había pensado otras veces, junto con la oportunidad de trabajar juntas, decidimos embarcarnos.
¿El aburrimiento se ha dado en todas las épocas o es un mal de la modernidad?
En cada época habrá tenido sus peculiaridades.
En el libro, los tres niños protagonistas se quedan sin wifi en su casa y no saben qué hacer. ¿Se depende demasiado de la tecnología para divertirse?
Ninguna tecnología es neutral y algunas generan una dependencia porque forma parte del negocio.
Internet, televisión… ¿Se está dejando el ocio infantil en sus manos sin ningún control parental?
El problema, a mi modo de ver, no es tanto el control parental sino la vida que llevamos y las dificultades para un ocio común en espacios comunes y donde la necesidad de control sea menor y esté compartida.
Tantos medios, ¿están cercenando la imaginación?
Algunos medios están pensados para anular el mecanismo del aburrimiento, que es un mecanismo necesario para la vida y para la imaginación, es lo que permite poner en marcha procesos que se anulan con la inercia que solicitan esos medios.
¿Cómo es una competición de aburrimiento?
No es posible, el aburrimiento no es competitivo.
¿Tienen los inventos su origen en el tedio?
En nuestra opinión, mucho sí, en la necesidad de hacer algo, de contribuir, de aportar.
¿En qué lugar queda la lectura?
Es un entrenamiento para la imaginación.
¿Se están haciendo suficiente promoción de la lectura?
Creo que más que la promoción importa replantear en el sistema educativo el papel que se concede a aprender a leer en el sentido de entender qué nos cuenta alguien con lo que nos cuenta, y a aprender a escribir en el sentido de dar orden y sentido por escrito a nuestras experiencias e interpretaciones.
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