En la revista literaria “Leer”, una escritora anarco-feminista encumbrada (no escribo su nombre porque solo me interesa su poder de convocatoria) ahora que vende libros como churros, denuncia el contubernio mafioso entre críticos, agentes literarias y editoriales. Al final el lector lee lo que a ellos les sale del prepucio y a ellas de los ovarios, respectivamente.
Para que un libro venda más de tres mil ejemplares tiene que tener respiración asistida, el “boca a boca” de toda la vida. Lo del “boca a oreja” es una leyenda urbana como los 800.000 puestos de trabajo para 2021. Lo jodido es que de la impostura literaria, artística, etc. he hablado muchas veces, pero no es igual estar arriba (como la anarco-feminista) que estar abajo, decían Epi y Blas. Así que, ajo y agua o lo que el coach de Pedro Sánchez llama “resiliencia”. Estás muy pillao Iván Redondo, con tu maniobra de distracción montando el pifostio en Madrid para salvar el culo al del moño. Vale, para eso te pagan. Pero nadie te obliga a ser tan cursi y tan pedante. Sánchez no es tan perverso ¿O sí?