Licenciado en Ciencias Políticas, Mohamed El Morabet publica regularmente sus escritos en revistas y suplementos culturales. Nacido en Alhucemas, Marruecos, Mohamed reside en Madrid desde 2002. ‘Un solar abandonado’ es su primera novela. Sin duda, un privilegio contar con este autor en la Feria del Libro de Almería ya que su novela está teniendo una excelente acogida entre los lectores. Miguel Esteban.-¿Cuándo le surgió la idea de escribir su novela? Mohamed El Morabet.-No lo sé. Sólo recuerdo retazos de ideas inconexas que se fueron acumulando mientras las iba apuntando en una libreta. Al final, en algún momento de 2015, seguramente al caer la noche, me puse delante del ordenador, encendí la lámpara y escribí: «Me dolía. El pasado me dolía». Es la primera frase de Un solar abandonado. ¿Qué ventajas tiene una narración de este tipo? Solo tiene una: es una ficción. Con esto quiero decir que somos seres consumidores de ficciones. De hecho, hasta hay quien sostiene que la supervivencia del Homo Sapiens reside precisamente en su capacidad de crear ficciones e integrarlas en su día a día. ¿Cree que las sociedades están mejor preparadas para avanzar que para retroceder? Quiero creer que sí. Aunque el término “sociedades” me asusta un poco. Es muy genérico y demasiado ambiguo. ¿Cree que la tecnodependencia que ya emerge hoy puede tener consecuencias psicológicas graves en el futuro? Desde luego y no es nada malo. Incluso la psicología tiene sus propias consecuencias psicológicas. Pero como he señalado antes, somos seres abocados a avanzar, con lo cual hemos aprendido con el tiempo a convertir las consecuencias de algo presente en las causas de algo futuro. Pura dialéctica y simple supervivencia. Es el resumen de lo humano.
¿Cree que los gobiernos y las grandes corporaciones ocultan la mayor parte de los avances que utilizan para vigilar a la población y manipular el poder económico? No lo creo. Todo acaba vendiéndose en los escaparates de las tiendas mientras todos esperamos ansiosos las rebajas. ¿Eligió la editorial o le eligió ella a usted? Llegué a la Editorial Sitara porque mi amigo Eloy Tizón me la señaló y me recomendó que mandara el manuscrito. Tanto a Eloy Tizón como a la Editorial Sitara les estaré eternamente agradecido, al primero por guiarme y a la editorial por apostar por el manuscrito. ¿Uno escribe por necesidad o por inconsciencia? El arte de contar historias es tan antiguo como necesario. Yo escribo porque me gusta y porque es otra forma, algo rebuscada quizás, de leer. ¿Cuál fue tu primer acto de “creación”, a qué edad, de qué se trataba? Con mucha seguridad respondería que mi primer acto de creación fue aprender a hablar. No me acuerdo a qué edad lo hice. Y el segundo acto de creación fue pocos años después, cuando aprendí a leer. ¿La mentira caracteriza nuestras relaciones personales? No lo creo. Ahora que acaba de fallecer George Steiner, recupero una idea suya. «Para mí, la dignidad humana consiste en tener secretos», dijo Steiner y estoy completamente de acuerdo con él. Hay que cultivar y mimar nuestros secretos. «Es el secreto lo que nos hace fuertes», añade Steiner. ¿Son los escritores –poetas- unos fingidores, como decía Fernando Pessoa? Eso creo que lo dijo Álvaro de Campos, ¿o fue Ricardo Reis? No, perdón, ahora caigo, sí, sí, estoy seguro, lo escribió Alberto Caeiro.
¿La novela actual va hacia géneros híbridos? La novela moderna desde su nacimiento con El Quijote es híbrida por naturaleza. Es el único género generoso en este sentido y en ello reside su grandeza. La novela acepta todas las impurezas del mundo y, con algo de técnica y talento, cualquier escritor puede sacar de ahí una historia apetecible. ¿A qué escritor, vivo o muerto, retarías a duelo de espada en un molino al amanecer? Elijo un escritor muerto y una escritora viva. Retaría a Vladimir Nabokov, ya que está muerto porque no me gustaría asesinar a nadie. Probablemente acabaríamos hablando en alguna lengua inmortal y cazando mariposas desconocidas, después de contemplar las ruinas del molino. Retaría a Siri Hustvedt solo como excusa para tomar luego con ella unas cervezas. Eso si suponemos que el molino en cuestión es español, porque así, seguro que habría algún bar cerca. ¿Si tuviera que definir con pocas palabras su último trabajo y convencer a los lectores de que es una buena e interesante lectura, con qué palabras lo harías? Me daría mucha vergüenza y seguramente balbucearía palabras incomprensibles. Mejor recurro a las palabras que le dedicó a la novela Analía Iglesias en su reseña: «Este es el otro Marruecos del siglo XXI, y es hermoso conocerlo a través de Un solar abandonado, porque Mohamed El Morabet transcribe las palabras desde la perspicaz mirada que nace en la periferia». Cuéntenos algún plan de tu futuro inmediato que aún no sepamos. ? Son las 23:47 y en breve me meto en la cama. Espero no tener una noche de insomnio y dormir como un niño. Es mi plan de futuro. Puedes comprar el libro en:
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