Todo Literatura conversa con Luciana Prodan sobre literatura y periodismo, “dos armas”, como ella misma las define, que mueven sus motivaciones. También la autora comparte los temas que mueven su más reciente obra recién salida en España. ¿Qué le aporta el periodismo a la literatura a la hora de escribir? En lo personal, desde mi oficio de periodista, uno de los géneros que más me gusta es “la crónica” … Y creo que por eso mismo se fusiona y vive entrelazada a mis cuentos, aunque yo no pueda advertirlo. Es un vicio profesional que me acompaña en más de un relato, pero que me aporta cierta fluidez al momento de describir determinados tipos de atmósferas, escenarios y sensaciones. También soy locutora, y mi obsesión por la oralidad de los personajes me parece que es bastante evidente. Es vital para mí poder escucharlos, aparte de describirlos. A todos les conozco su voz. ¿Cuál de los dos oficios la motivó primero? Escribo y leo desde siempre. Pero el periodismo, sin dudas, es una gran motivación para escribir. Es un motor que ayuda e impulsa desde la pasión y desde el oficio. Literatura y periodismo, ambos tienen viejas relaciones con el poder, aunque hay quien los asume más bien como contrapesos del poder. ¿En qué línea está su criterio? La literatura y el periodismo tienen voz. Y en más de una oportunidad, se transforman en la voz de todos aquellos que no pueden hablar porque les robaron hasta ese derecho. Por eso mismo, se transforman en armas. En armas que algunos utilizan con las mejores intenciones, y otros con las peores. La segunda parte siempre me pareció una lástima. Y un asco. De todas maneras, por suerte y por desgracia, los segundos siempre son bastante obvios. ¿De qué hablan los relatos de La perfecta casualidad de seguir con vida? De cómo y de qué manera decidimos salir, huir, salvarnos o entregarnos a ese dolor que nos desgarra. De las grandes tragedias cotidianas que nos persiguen y nos amenazan a cada instante manteniéndonos inquietos, temerosos, expectantes. Del amparo transformado en amenaza: esa herida irreparable que tantas veces no nos deja seguir. Vivir. Del amor, la locura y la muerte. De la desesperación que nos causa el desamparo y de nuestras ganas de sobrevivirnos a pesar de todo. Y de todos.
¿Por qué cree usted que en América Latina gusta más el relato que en España? ¿Eso está cambiando? No sé si en América Latina gusta más que en España. Yo creo que el cuento (un género tan valorado como castigado) está comenzando a ocupar el lugar que merece desde hace tiempo en la literatura, y eso me alegra. Porque lo merece, como te dije antes, y porque quienes no leen cuentos, seguramente no sepan de qué se trata y, muchísimo menos, lleguen a tomar la dimensión del tiempo que están perdiendo leyendo otras cosas. Adentrarse en un cuento y dejarse llevar, es una de las cosas más lindas que nos pueden pasar en la vida. Y no exagero. ¿Recuerda algún libro que haya transformado su noción de la realidad? Todos los de Clarice Lispector. Clarice es magia. Pareciera que la literatura, en sus formas, está dando un giro a líneas narrativas conservadoras, mientras las series de televisión asumen mayores riesgos expresivos a la hora de contar algo. ¿Está de acuerdo con esta apreciación? ¿Se ha vuelto conservadora buena parte de la literatura? No, yo creo que últimamente y por suerte, pasa todo lo contrario. Creo que la literatura logró liberarse del corset de la academia, para volverse más tangible, más sensible, más real. Más humana y más ¿mundana? Y es algo que festejo. Después, siempre hay escritores más o menos conservadores que otros, pero ese es otro tema. ¿Qué hay de Luciana Prodan después de La perfecta casualidad de seguir con vida? Estoy reescribiendo “Amarrados”, una nouvelle a la que dejé descansar un tiempo y simultáneamente escribo mi próximo libro de cuentos. ¿Quién es Luciana Prodan? Sinceramente, me cuesta definirme… Pero ¿quién sabe real/mente quién es? Soy sensibilidad y fuerza, eso seguro. O una gran contradicción. Puedes comprar el libro en:
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