En Cuentos del Agua siguen apostando por la cultura. Por segunda vez, animados por el éxito de la primera, se decidió convocar el “Concurso de microrrelatos Cuentos del Agua”, este año bajo el lema ”El sueño de Terpsícore”, que dirigía a los participantes hacia el sugestivo mundo de la danza.
El mundo del microrrelato cuenta ya en nuestro país con numerosos certámenes, así como con páginas web especializadas en su difusión y puesta en valor. El género, presente ya en los modernistas de comienzos del siglo XX, ha adquirido nuevo impulso en las últimas décadas, en paralelo con el desarrollo de las tecnologías de la información y las redes sociales. A los valores de intensidad y concisión, ya presentes en el relato corto, las formas hiperbreves añaden un plus de sugerencia y precisión conceptual que las hacen muy aptas para estimular la creatividad de los escritores y potenciar a lectura inteligente y reposada.
Este año, tan complicado como se sabe por causa de la Covid-19, aunque el fallo del concurso estaba previsto en un principio para abril, no ha sido hasta este 1 de septiembre cuando ha tenido lugar la resolución definitiva del mismo. Y lo ha sido, tras las sucesivas selecciones del jurado, compuesto por los escritores Angeles del Blanco, Antonio Toribios y Yolanda Nava, y después de muchas relecturas y minuciosos análisis, dado el número y calidad de los textos presentados. Finalmente se decidió conceder por unanimidad el Premio Cuentos del Agua 2020, a la obra titulada 'Puntillas y puntillosas'. Una vez abierta la plica correspondiente, resultó ser el autor Rafael Olivares Seguí, residente en Alicante, microrrelatista de éxito con muchos años de presencia en ese género.
Dada la cantidad y calidad de la obra presentada, la empresa Cuentos del Agua prevé seguir manteniendo el concurso en años sucesivos, con la pretensión de que la ciudad de León cuente con un premio literario de referencia en el ámbito del español.