‘Anatomía de una bañera’ está dividido en tres partes en las que descubriremos el proceso de crecimiento personal de la autora.
Este es tu primer libro ¿Qué te llevó a escribirlo?
Había participado en alguna que otra antología antes, pero sí, este es mi primer libro en solitario. Surge a raíz de un suceso traumático en mi vida, el cual ocurrió en una bañera. Yo ya había empezado a escribir antes, pero después de ese suceso necesité encontrar una vía para poder hablar de cosas las cuales no me atrevía a verbalizar.
¿Es un libro de sentimientos?
Es una bañera llena de inseguridades, culpa, conversaciones con la muerte, amor libre hacia las demás y amor hacia una misma.
¿Como definirías este libro?
A pesar de lo que pueda parecer, no es un libro. Es una bañera.
¿Que tipo de lectores crees que lo van a leer?
Espero que todo tipo de lectores. Desde una persona mayor hasta una persona que esté aprendiendo a leer. Suena ambicioso, pero para nada me gustaría que se etiquetara como algo feminista o político. No es una lectura para jóvenes feministas a pesar de que a mí se me encasille como a una. No habla sobre feminismo. Habla sobre mi evolución personal.
¿Cuesta ver el interior de una bañera?
De la mía, mucho. Es un proceso de años y años. Un camino que no es para llegar lejos, sino para llegar a dentro.
¿Crees que un libro es un recipiente lleno de letras?
Creo que un libro es todo menos un recipiente lleno de letras.
Leyendo el libro parece que estés sola, que te desahogas escribiendo ¿Qué hay de cierto?
Nunca he estado sola. Pero durante mucho tiempo sí me sentí así. La escritura fue un medio artístico que me ayudó mucho a expresarme en una época en la que sentía que nadie quería escucharme. Escribir esto me ha ayudado a cerrar una etapa de mi vida muy importante.
¿Que motivo te llevo a pensar en el mármol como material para construir un bañera y no el metal, por ejemplo?
Desde pequeña siempre he pensado que las bañeras estaban hechas de mármol. No me preguntes por qué. Supongo que fue una de esas cosas que asumimos como ciertas y ya nunca cambiamos. Luego, al cabo de muchos años, me di cuenta de que suelen estar hechas de hierro, de fibra de vidrio, de otros materiales. Pero como en muchos otros temas, en este proyecto quería ser fiel a mí misma. No quería faltar al respeto a mi yo de diez años.
¿Conoces muchas bañeras de mármol?
La mía.
Te diriges, con un mensaje claro y directo, a mujeres jóvenes, feministas ¿crees que te escuchan?
Mi intención no es dirigirme a este sector. Es obvio que, aunque esta bañera no tenga intención política, yo sí tengo unos principios muy claros, y estos se reflejan inevitablemente en mi manera de plasmar el mundo. Para mí, el feminismo es algo que debe de venir implícito en una persona, es como ser empática o justa. Pero para nada me gustaría que solo me leyeran mujeres jóvenes feministas. Como he mencionado antes, este libro va dirigido a toda la gente que esté dispuesta a leerme.
¿Que proyectos literatos tienes a la vista?
Actualmente tengo entre manos tres proyectos. Una novela, un libro de relatos cortos y otro poemario, que he aparcado para antes poder trabajar cosas nuevas. No me gustaría que se me encasillase en la poesía para siempre.
Puedes comprar el libro en: