Como escritor, ha publicado decenas de libros sobre misterios, ocultismo, arqueología y hermetismo. En su último libro, “Magia, ocultismo y sociedades secretas en el Tercer Reich”, trata sobre los enigmas del regimen nazi que comandó Adolf Hitler. No hay secreto sobre este tema que se le escape. En la entrevista, nos da las claves de la historia heterodoxa del nazismo. Lleva muchos años escribiendo sobre todo tipo de enigmas. ¿Es este libro la culminación de sus investigaciones sobre el Tercer Reich? Es un tema que me ha fascinado durante décadas, en cierta forma proscrito y al que hoy se abren muchos historiadores e investigadores. Eso posibilita el acceso a nuevos datos, con lo cual tengo bastante claro que para mí es un asunto que sigue abierto. Sin ir más lejos, hace apenas unas semanas el Archivo Secreto del Vaticano ha “desclasificado” millones de papeles sobre ese periodo, y aún nos queda mucho por saber sobre la protección que dieron muchas naciones extranjeras a los nazis evadidos. Eso implica que nuestro interés sigue más vivo que nunca. ¿Tiene planificado alguno más sobre este tema? A corto plazo no, pues estoy enfrascado en otros proyectos bibliográficos bastante alejados de este ámbito, pero no lo descarto en el futuro. ¿Qué es lo que le atrae fundamentalmente sobre el régimen nazi? Para mi hay dos aspectos especialmente interesantes, el de las sociedades ocultistas que proliferaron a caballo entre los siglos XIX y XX, colectivos en los que ya anidaban todas las ideas raciales adoptadas por los nazis y en los que militaron figuras relevantes del partido; y por el otro, la efectiva estrategia de adoctrinamiento y marketing que los nazis desplegaron dando protagonismo a símbolos y mitos diversos, hasta el punto de lograr identificar a Hitler con un avatar, un salvador llamado a devolver a Alemania y a la raza aria el papel supremacista que sus ideario racial. A los lectores, le suele interesar mucho todo lo referente a los enigmas nazis. ¿Por qué cree que sucede esto? Creo que lo que lograron en pocos años con el país a nivel industrial, tecnológico, laboral, etc…, y en especial la determinación que demostraron a la hora de cometer los más aberrantes crímenes, ejerce una atracción casi inevitable en nuestro intelecto. Nos parece imposible que sucediera algo así, y creo que esa fuerza e influjo sigue latente de alguna manera...los silencios impuestos durante años, las teorías negacionistas, el propio simbolismo...es una extraña combinación que motiva que hoy sigamos queriendo conocer más sobre cómo y porqué sucedió todo aquello. ¿Ha vertido en este libro anteriores investigaciones? Este libro actualiza y amplía un trabajo embrionario mío de hace varios lustros, Las Reliquias de Hitler, y es bastante plausible que una hipotética futura edición tengamos que incluir algún anexo. Rosacruces, Illuminati… ¿Cuáles son los orígenes ideológicos del Tercer Reich? Los orígenes están en la ariosofía, una versión ultranacionalista alemana de la teosofía, que ponía el énfasis en la supremacia de la raza aria y su origen divino, y en la necesidad de identificarse con un pasado glorioso descrito en antiguos mitos. Ahora bien, la teosofía a su vez es un crisol que unificó tradiciones herméticas muy dispares, orientalismo, religiones, masonería, sufismo, espiritismo, los postulados de la ciencia de principios de siglo...de ahí que en la ariosofía, y por consiguiente en el ocultismo del Tercer Reich, encuentres sociedades que imitan en su estructura a una logia masónica, que se definen como templarios cristianos, y que celebran los solsticios de forma absolutamente pagana con esvásticas de fuego y rituales inspirados por iluminados. ¿Qué papel jugó la sociedad de Thule en su creación? La Sociedad Thule financió al partido en sus orígenes y a ella pertenecieron, o bien frecuentaron sus reuniones como oyentes u oradores, figuras notables como Rudolf Hess, Dietrich Eckart, Rosenberg o hasta el propio Hitler. Es interesante observar como la Thule-Gesellschaft es un buen ejemplo de la condición del Partido Nazi como receptáculo de todas esas ideas herméticas, puesto que de Thule germina el partido, que Thule a su vez saldría de la Germanenorden Walvater del Santo Grial, y ésta es una escisión de la Orden de los Germanos, una sociedad que encontró a sus seguidores entre los grupos nacionalistas, a los que prometió recuperar el espíritu revolucionario contra el sistema de los Iluminados de Baviera. Pues bien, esta orden la fundaron viejos rosacruces e integrantes también de la Sociedad List... Himmler siempre buscó el consejo de psíquicos y místicos, tomando decisiones en función de dicha información¿Quién tenía un perfil más esotérico, Hitler o Himmler? Sin duda alguna Himmler, quien además de creer abiertamente en su condición de reencarnado de Enrique el Pajarero, o montar un verdadero monasterio ocultista en Wewelsburg, siempre buscó el consejo de psíquicos y místicos, tomando decisiones en función de dicha información. ¿Cuál fue la influencia de Dietrick Eckart sobre los jerarcas nazis? Cuenta la leyenda que en su lecho de muerte se declaró la mayor influencia humana sobre Hitler, y el responsable de abrirle sus centros de visión espiritual, de manera que al menos su autoestima la tenía bastante alta. Muere en 1923, por lo que su influencia sobre los nazis en el poder no existe, pero sí sobre el Hitler que se está modelando. Parece que fue él quien pulió la oratoria del futuro Führer, y también quien en la Sociedad Thule le presentó a influyentes personajes. Es posible que fuese de los primeros que vieron con claridad hasta donde estaba dispuesto a llegar Hitler. ¿Fue Otto Rahn el principal buscador de símbolos de poder que buscaban? Ignoro si fue el principal, pero desde luego es de los más conocidos. Fue reclutado para dar con el Grial, aunque su idea sobre ese “objeto” no era la de una copa usada en la Ultima Cena, sino como unas tablillas rúnicas son elevados conocimientos inscritos en ellas. El arquitecto Edmund Kiss fue otro buscador que viajó a Tiahuanaco buscando las pruebas de las grandes catástrofes cósmicas predicadas por la ciencia nazi.
Sábana Santa, lanza de Longinos, expedición al Tibet… ¿Tenían esas búsquedas fundamentos científicos o sólo esotéricos? Cada caso es particular, pero en resumen, había mucha irracionalidad. Quizá los nazis tenían un punto coleccionista, atesorando trofeos que tenían un significado especial para otras culturas que ocupan, pero algunos sin duda pensaban que aquellas piezas les podían dar una ventaja o protección “mágica” También visitaron los nazis Montserrat. ¿Qué buscaron allí y en otras zonas de España? Allí Himmler buscó pistas documentales del Grial, pero se topó con el escepticismo y con la pocas ganas de colaborar de los monjes, uno de los cuales incluso le rebatió ciertas ideas racistas. En otros lugares se interesaron por las antiguas culturas que poblaron la Península Ibérica, y sabemos que conocerlo todo sobre los guanches fue su inconcluso objetivo para Canarias ¿Fue todo producto de una mente enfermo o tenía un fundamento real? Es evidente que había mucho trastornado con capacidad para movilizar recursos, pero también es factible que algunos historiadores e investigadores realmente creían en sus hipótesis. Los hubo que pensaron que era posible localizar poblaciones con los rasgos arios más puros y se enfocaron en ello cuando los patrocinaban. En casos así es evidente que no se trataba de trastornados, pero el fundamento real también es cuestionable. ¿Fue el proyecto Atlantropa el más loco de los que emprendieron? Realmente ese proyecto no convenció a Hitler y por lo tanto con los nazis no tuvo la menor oportunidad. Era una idea colosal y sin duda de ciencia ficción, desecar parte del Mediterráneo para ganar terreno para una Alemania Continente, que tendría en un Sahara regado su gigantesco huerto. Grandes presas, puentes...el sueño de la ingeniería y la arquitectura. Sin embargo, Hitler prefería ocupar territorio en dirección a Rusia, así que la propuesta de Herman Sörgel no cuajó. Al finalizar la Segunda Guerra Mundial muchos nazis se establecieron en diversos países de América del Sur, ¿continuaron allí sus proyectos?
Es cierto que ocurrió un éxodo, pero es difícil saber si realmente contaban con recursos, infraestructuras y personal para dar continuidad a sus proyectos. Huyeron siendo nazis y sin duda continuaron siéndolo y anhelando un retorno poderoso, pero entiendo que también estaban en el punto de mira y debían ser discretos. Los que estaban protegidos por países que deseaban aprovechar sus conocimientos, sin duda pudieron seguir trabajando para sus nuevos amos.
¿Existen posibilidades de que haya un cuarto Reich? Quién sabe...quizá sí, aunque sería algo diferente, con más tecnología al servicio de la maldad, y estrategias de alineamiento más depuradas. Puedes comprar el libro en:
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