Un rico caudal de sentidos posee Una violencia de modales impecables (1) de la poeta argentina Elizabeth Auster.
Lector, si estás recorriendo estas líneas, tienes que saber que te espera un poemario tan contundente como su mismo título, sólidamente estructurado y del que no puede ser quitada una sola de las cincuenta y seis piezas que lo componen, pues hacerlo desmoronaría toda su compacta construcción, tan bien están concatenadas las unas con las otras.
La prueba irrefutable de lo bien lograda que está la estructura de un poemario -aquello que lo distingue de una colección de poesías meramente reunidas bajo un mismo título- es que puede el conjunto ser leído como un solo poema a lo largo de su entera extensión, condición que Una violencia de modales impecables posee de un modo innegable. Versos de una más que notable precisión y parejamente escandidos, que siendo de tipo libre no por eso carecen del mérito sutil de un ritmo sostenido por el sonido mismo de las palabras. Prueba leerlos en voz alta, posible lector, y vas a comprobar qué cierto es todo lo anterior.
Piezas que, cuando son breves, alcanzan una concisión casi epigramática, jalonan este acierto de la autora, al tiempo que se combinan con otras más extensas que vienen a ampliar todavía en mayor medida la polisemia disparada por las anteriores. Y la economía de recursos, hábilmente empleada y meditada: no hay en Una violencia de modales impecables ninguna de esas estruendosas imágenes y metáforas de mero valor decorativo -lo que en poesía viene a significar ninguno- que tantas veces estropean el discurso mejor intencionado. Decía Ernest Hemingway que un autor debe saber asesinar a sus amistades por más queridas que ellas sean, en referencia a la necesidad de depurar lo escrito de arabescos y filigranas inútiles. Este poemario demuestra que Elizabeth Auster sí lo sabe hacer, para dejar en hueso sus escritos a fin de que se trasluzca la médula misma de lo que atrapa en sus versos.
Cada poemario bien logrado es un espejo donde el lector se mira para “traducir a su propia lengua” cuanto percibe en las páginas que va recorriendo, para llevar a la interpretación personal lo manifestado o aludido por el poeta. Se torna coautor, pero siempre y cuando quien escribió le dé la oportunidad de contar con disparadores de sentidos, le brinde puntos de partida. Auster es generosa también en este aspecto: su trabajo atraviesa rápidamente la sensibilidad de quien lo lee, ingresa por una doble vía, la conceptual en simultáneo con la emocional, y el resultado es un impacto muy fuerte tanto en el intelecto como en la emotividad, originando una identificación prácticamente instantánea.
Y cuanto ella nos refiere, nos insinúa o elude decirnos -la ausencia es la manera más poderosa de que algo esté presente- va armando en nosotros un dibujo indeleble. Es el de la condición humana, la suya y la nuestra, la de todos, en un mundo como el actual, el de todos los días, donde la violencia está aparentemente fuera del sujeto, acertada estrategia para esconderse mejor dentro de nosotros mismos. De esa violencia que nos posee, latente o en interacción, parte este poemario para revelarnos quiénes somos, sobre la base aquella que muchas veces no queremos ver, aunque nos constituye.
Estas medianas palabras apenas dicen algo sobre lo que vas a leer, probable lector. Todo lo demás lo agrega Elizabeth Auster y lo hace, definitivamente, mucho mejor.
La autora
Elizabeth Auster nació en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires en 1974, pero reside desde hace décadas en Mendoza, capital de la provincia argentina del mismo nombre, donde se desempeña como periodista cultural en los medios radiales y televisivos de la Universidad Nacional de Cuyo. Poeta, narradora y antóloga, colaboró en distintas revistas literarias de su país y del exterior, entre ellas Morimbia, en Página de Poesía y también ejerció la crítica literaria para la editorial argentina Nueva Generación y La Sombra del Membrillo, de España. Como antóloga, ha publicado sus compilaciones en Argentina, España, Francia y el Reino Unido. Varias de sus piezas poéticas fueron llevadas al griego por el poeta, académico, traductor, hispanista y ensayista Stelios Karayanis (1956). Participó en la antología Silenciadxs pero no silenciosxs, editada por Fanzinera del Sur, Mendoza, Argentina, 2019. Es sobrina-nieta del escritor estadounidense Paul Auster, recientemente desaparecido (1947-2024).
NOTAS
(1) El Arte de Leer Ediciones, ISBN 978-631-00-5374-5, 79 pp., Las Heras, Mendoza, Provincia argentina de Mendoza, 2024. https://www.elartedeleer.com.ar/ El volumen, como libro digital y PDF, puede ser solicitado consignando su nombre completo y su teléfono al correo electrónico: [email protected]