Por desgracia, el confinamiento sanitario va a dejar a muchos negocios en la ruina. El cine, quizá sea uno de ellos, pero también está afectando a otros muchos negocios que giran el la órbita del mundo cinematográfico, como son las empresas de doblaje, las empresas encargadas de la alimentación y bebidas del interior del cine, las empresas de marketing y publicidad, etc.
Nunca se había parado ni la producción cinematográfica ni la asistencia a las salas de cine, ni siquiera en las muchas guerras que han habido en este último siglo y cuarto. Desde que los hermanos Lumière estrenasen su primera película Salida de los obreros de la fábrica Lumière en Lyon Monplaisir el 13 de febrero de 1895, nunca se había dejado de emitir películas en los cines y se habían seguido con la producción de películas tanto de ficción como reportajes sobre la guerra. Ahora, el paro ha sido total, salvo alguna estrafalaria serie televisiva donde los autores trabajan desde casa.
En la guerra civil española, productoras afines al sindicato anarquista CNT llegaron a rodar hasta siete películas al año. La más famosa fue Carne de fieras, una obra con un alto contenido erótico que transcurría por las calles de Madrid y en un circo. El director encargado de esa producción fue el valenciano Armand Guerra, que había empezado el rodaje el 16 de julio de 1936, le sorprendió de pleno la guerra, pero él continuó su rodaje con la actriz francesa Marlène Grey sin miedo a las bombas y a los disturbios que se producían en las calles.
Este parón, va a dejar a la industria del cine muy tocada. Contratos que no se han podido cumplir, actores en paro, además de los muchos trabajadores que giran alrededor del mundo del cine. Por si esto fuera poco, a día de hoy no sabemos cómo van a volver a funcionar las salas de proyección. ¿Se limitará el aforo a un tercio? ¿Podrán en esas condiciones sobrevivir las salas? ¿Se podrá picar dentro de los cines? Son cuestiones que se agolpan en la mente de las grandes empresas de distribución.
Además, los estudios de doblaje han cerrado. Ya estamos viendo en nuestras pantallas de televisión series sutituladas. En España es costumbre ver las películas dobladas, no como en países vecinos como Portugal y otros muchos más de Europa. Sólo unas pocas salas, en cada ciudad, se dedican a proyectar las películas en su versión original. No hay duda que todo lo concerniente al cine va a sufrir una recesión enorme. Incluso se supone que los astronómicos cachés de los actores se verán rebajados drásticamente.
Sólo unas pocas distribuidoras cinematográficas han tenido el arrojo de plantear nuevas formas de emitir sus películas. Ya están circulando por Internet las plataformas de Películas online HD donde se pueden ver las producciones de estreno a través del streaming. Una eficaz solución para que la rueda del cine siga girando, aunque el parón de la producción afectará más temprano que tarde a la industria cinematográfica. Se necesitan soluciones imaginativas para afrontar los nuevos tiempos y las plataformas parecen que han dado con una fórmula innovadora y de éxito. ¡Bienvenido el cine en streaming!