“El último verano de Silvia Blanch” es un poderoso thriller lleno de giros inesperados. El lector, a cada paso de página, no sabe con lo que se va a encontrar. Muy pocos autores consiguen lo que hace Lorena Franco, que demuestra en su libro una verosimilitud reservada a los grandes autores de la literatura de acción, y más concretamente de ese género tan trillado como es el thriller.
La novela se le ocurrió a Lorena Franco cuando se enteró, de modo circunstancial, de la desaparición de la joven estadounidense Leah Roberts que tuvo lugar en el año 2000. De manera inteligente, la autora barcelonesa traslada el ¿posible? secuestro a un lugar que ella conoce muy bien, la pequeña población de Montseny. Un lugar que la pluma de la escritora convierte en un pueblo agobiante y hermético, con unos habitantes que recelan de todo lo que viene de fuera.
Y, precisamente, de fuera llega la joven periodista Alex para cubrir el primer aniversario de la desaparición de Silvia Blanch. La recepción, como se pueden imaginar, no es nada amable ni amistosa. Desde el primer momento Alex se encuentra con la oposición de los habitantes del pueblo y de los familiares de la joven desaparecida. Ella; inasequible al desaliento, como suelen decir los periodistas televisivos en las narraciones deportivas; continúa hasta las últimas consecuencias con su investigación.
Para que la trama funcione como la maquinaria de un reloj suizo, Lorena Franco pergeña un original sistema de voces narradoras, tres son las principales: la periodista Alex –que lleva el peso de la narración-, la propia Silvia Blanch –con una serie de analepsis- y el taciturno y huraño primo de Silvia Jan, el más hosco y escueto de los narradores. Hay otras tres voces ocasionales que nos dan una información fundamental y que no vamos a desvelar.
Con todos esos elementos, Lorena Franco convierte su novela en un thriller desbordante y adrenalítico. Donde nada es lo que parece y todos tienen algo que ocultar. En cierto momento, la novela deriva a una obra metaliteraria, el juego de una novela dentro de otra novela. El éxito del libro que publica Alex sobre Silvia Blanch se convierte en un éxito de ventas que le cuesta la tranquilidad en su vida. Con los acontecimientos que se producen en ese mundo editorial que la conducen hacia la culpa, la protagonista vuelve a Montseny para atar los cabos que le habían quedado sueltos.
La última parte de la novela es más dramática que la primera. Lorena sabe gestionar la angustia de los protagonistas hasta la sublimación y nos ofrece un final imprevisible, aunque haya ido dejando piedrecitas en el camino para guiarnos hasta él. Con “El último verano de Silvia Blanch”, la nueva reina del thriller hispano demuestra que el futuro es suyo. Estaremos al tanto de sus próximos thrillers.
Puedes comprar el libro en: