En esta obra, el escritor aragonés nos propone un gran viaje por gran parte de Europa y de América, que comienza en Augsburgo y le lleva hasta la Especiería, aunque el epicentro de la novela se encuentra en la ciudad de Sevilla, lugar donde acontecerá lo más enigmático de la trama de este thriller histórico medieval que va a convertirse en un clásico dentro de la novela histórica española.
El protagonista de la novela, Thomas Babel, es un adolescente que tiene que huir de su tierra por un malentendido con su padre, que fue acusado de querer envenenar a uno de los banqueros corruptos de Carlos V, por lo que es ejecutado injustamente. Thomas tendrá que dejar su gran amor juvenil para huir en unas condiciones bastante penosas. El viaje que emprende, una road-movie de la Edad Moderna, le sirve para formarse en varios oficios, destacando el de impresor y el de buhonero, vendedor de diversos artículos, algunos de ellos traídos de América. En ambos, aprende a defenderse de la vida aunque no todo lo necesario.
Después de recorrer media Europa huyendo, el protagonista recala en España y más concretamente en Sevilla trabajando para un conocido mercader de libros que tiene el encargo de conseguir un libro perdido de reciente edición, sólo hacía 20 años que había sido publicado para, posteriormente, ser puesto fuera de circulación. Al poco tiempo de su llegada a la ciudad de Hispalis, su jefe muere asesinado y él, increíblemente, se salva por el azar de la vida.
Es el propio Hernando de Colón quien le contrata para encontrar ese libro, “Amores imposibles” del desaparecido Jaime Moncín, que ha sido robado de su biblioteca, la más importante del mundo en ese momento. Ahí comienza una elaborada intriga sobre la investigación de la búsqueda del libro, que contenía unas maravillosas y audaces láminas eróticas. Babel se nos desvela como un inteligente investigador que sabe encontrar aliados decisivos para conseguir su propósito, pese al desconocimiento de la ciudad donde tiene que realizar el trabajo.
Luis Zueco nos muestra una ciudad abigarrada y colorista, donde conviven mundos diferentes a cada lado del Guadalquivir. Se mueve con igual soltura cuando describe los palacios de la gente importante como el ambiente lumpen de los bajos fondos trianeros. También es diestra su pluma con las descripciones de los diferentes personajes que deambulan por la novela, tanto de nobles como de menesterosos. En los dos ambientes, se mueve con soltura y precisión.
El elemento fundamental de la novela es la imprenta. Sobre la imprenta y su invención que revolucionó el mundo medieval gira la narración y es el leit motiv del joven Thomas Babel, apasionado de los libros y la lectura. Un joven que pretende instalar la primera imprenta en América y que siempre quiso cumplir el sueño de su padre de viajar hasta las islas de las Especias.
El estilo narrativo de Zueco se mueve entre la novela histórica y el thriller. La época está reflejada con esa precisión tan característica en él, documentada y fiel a los acontecimientos históricos. Pero al autor aragonés siempre le ha gustado introducir misterios históricos, reales o inventados, en sus novelas. Siempre lo más verosímiles posibles. En esta ocasión vuelve a conseguirlo, creando una trama impactante y original. Consigue esa tensión alternando capítulos con diferentes tramas, sabe jugar a la perfección con todos los recursos narrativos disponibles a su disposicióno. Para eso, crea unas magníficas historias de amor, tres historias, tres huidas; pasajes de lances pendencieros, que alterna con sucesos históricos, como el que ocurre en Badajoz, y también escenas donde el ingenio de las conversaciones brilla de forma admirable.
A Luis Zueco, le gusta ir dejando piedrecitas en el camino del desarrollo de sus tramas para que el lector vaya haciéndose una idea sobre una posible resolución del caso que le atañe. Por supuesto que engaña, pero ahí está el juego de la buena literatura. Algunas de las resoluciones del caso las deja abiertas, precisamente las más exóticas. Todo buen lector de novela histórica no debe perderse “El mercader de libros”, su novela más ambiciosa hasta la fecha. Estoy seguro que Zueco nos seguirá sorprendiendo con sus libros, cada vez más y más, interesantes y mejores.
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