El presente libro, necesario donde los haya, define una antología de textos de diversos intelectuales, ninguno de ellos un peligroso leonesista, sino varios escritores que han definido lo que, para ellos, era la Región Leonesa, o el País Leonés, a veces llamado de forma incorrecta como Reino de León, ya que esta Corona de León es otra “cosa” mucho más grande, en determinados momentos abarcando Galicia, Portugal, País Leonés, Asturias, Extremadura, Huelva, Castilla, Vasconia, etc., pero puestos a simplificar malévolamente, el primero de ellos un cínico Javier de Burgos en 1833, que ha definido erróneamente como Reino de León a: León+Salamanca+Zamora. El estupendo libro se abre con un prólogo del Dr. Rafael De Diego Núñez en llingua llionesa que defiende la pretensión leonesista de la obra; es una delicia releer esa llingua tan cantarina, que en Asturies llaman asturianu, y que de forma ofensiva algunos indoctos definen como “bable”, que fue abolida, por la real e inexplicable voluntad de un regio infante leonés, y luego monarca de los Reynos de Lleón, de Castiella y de Galicia, del comportamiento habitual de los notarios de la leonesa Salamanca. “Se ye tuviese recibíu a Sua Sinnoría maravillosamente. D’esu puede tare ciertu Sua Sinnoría; somos mui hospitalarios. Somos llioneses”; de esta forma un nuevo Maldonado, el senador Luis Maldonado de Guevara-1914 rechazaba la destitución de Miguel de Unamuno como rector de la Universidad leonesa de Salamanca, perpetrada por el ministro Bergamín de Instrucción Pública. En su introducción ya se define la intención obvia de referirse, sobre todo y por todo, a las provincias de León o País Leonés Sur, que son Zamora y Salamanca, ambas despobladas, pisoteadas en su identidad hasta el desideratum, por ese castellanismo imperialista devorador de todo lo que huela a “LEONÉS”; fundamentado en ese vocablo anhistórico, acultural e inexistente, nacido en el siglo XIX, y llamado ¿Corona de Castiella?, como algo referido a la unión de reinos, y donde Castiella aparece hasta dos veces, como reino y como condado. José Sánchez Rojas-años 30 del siglo XX define: “He tenido, voy teniendo, tendré en Zamora la sensación de lo que era el reino leonés, de lo que todavía es y de las diferencias que le separan de la región castellana”. No es Sánchez Albornoz-1933 un paradigma de la defensa de lo leonés: “…Y en el Becerro de las Behetrias, que se refiere exclusivamente a Castilla, las provincias de Palencia y Valladolid están incluidas también en Castilla”. Mauricio García Isidro-1936: “Las tres provincias, León, Zamora y Salamanca, limítrofes, con características históricas, culturales y económicas comunes (…) que formaron el antiguo y glorioso reino de León, están en condiciones magníficas para solicitar el Estatuto. Al Estatuto leonés debemos ir rapidísimamente”. Desde siempre los dos doctores De Diego Núñez han peleado sin tregua ni cuartel, por la no desaparición de la identidad legionense, sobre todo en su provincia natal de Salamanca, tan manipulada por el Engendro Autonómico de León y Castilla, ya que interesa como sea castellanizar su universidad, creada como leonesa por Alfonso IX de León. Francisco Iglesias Carreño-1988: “Un movimiento autonomista que lleva más de diez años trabajando en pro de una autonomía leonesa, singular, propia y diferenciada, que dé cotas de autogobierno al Pueblo Leonés”. Carlos Cabañas Vázquez-1988, luchador inteligente y leonés de Zamora: “Hasta el punto de que no sepamos tampoco que exista una historia del País Leonés”. Deseo destacar algunos trabajos existentes en esta obra sobre la pervivencia del País Leonés, verbigracia: Fray Lego de Villalpando y su Milenario del Reyno de León, año-1910. Miguel de Unamuno-1913 y su “León”, aunque no sé con quién dialogaría el rector helmanticense, en la capital imperial leonesa, y mucho me extraña que sus habitantes loasen que les llamasen castellanos. José Sánchez Rojas-1927: “Del espíritu leonés. Zamora, entraña de León, fue pisoteada por Castilla. La pobreza mental de los castellanos no reza con esas gentes leonesas de León, Zamora y Salamanca”. La Constitución de la II República y el Tribunal de Garantías Constitucionales-1933: “Artículo 2º: León (provincias de León, Salamanca y Zamora)”. Mauricio García Isidro-1936, que presenta un cierto batiburrillo en saber lo que es León y lo que es Castilla, pero su trabajo sería un primer paso para deslindar ambas nacionalidades. César Real de la Riva-1964: “Salamanca: Y en esta Salamanca del siglo XIII que, más bien que ser León, era la Extremadura militar leonesa”. Francisco Iglesias Carreño-1988: “¡Qué Estatuto!: El Estatuto de Castilla y León ignora a su pueblo“, estimo que, mutatis mutandis, se debería decir que el Estatuto de León y Castilla ignora a sus pueblos. Miguel Ángel Diego Núñez-1993: “LA PERVIVENCIA DEL REINO DE LEÓN EN LA ESPAÑA DE LOS SIGLOS XIX Y XX: Y sin embargo, la inclusión de León, vieja región y aún nacionalidad, en Castilla la Vieja, ha sido impuesta contra una opinión extendida y una acción democrática organizada. Juan Beneyto-1980”. En suma, un compendio de textos, que abonan, sin ambages, el derecho del País Leonés a tener identidad autonómica diferenciada de Castiella la Vieja, Según la encuesta de Electomanía-enero-2019: en León-52%; Zamora-22%; Salamanca-20%. ¡Plena recomendación! Totus aut nihil! Puedes comprar el libro en:
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