El feminismo de la igualdad, que tanto ha supuesto para el mejoramiento de la vida de las mujeres, no nace en la Revolución Francesa, sino que comienza a hacerse valer en el Antiguo Régimen, de la mano de autores como François Poullain de la Barre y Gabrielle Suchon.
Gabrielle Suchon es una figura pionera del feminismo moderno, tanto por su propia trayectoria biográfica, célibe hasta el final, como sobre todo por sus doctrinas.
En este Tratado demuestra que no hay ninguna razón de orden natural que justifique la atribución a las mujeres de ciertos vicios, que sin embargo serían raros entre los varones.
Son más bien las circunstancias sociales y políticas, la desigualdad de las instituciones, las que preconciben el carácter de los géneros, e incluso en un escenario tan adverso muchas mujeres sobresalen y descuellan. La obra de Suchon está salpicada de ejemplos que dan buena prueba de ello.
Gabrielle Suchon (1632-1703) fue una filósofa pionera por su temprana participación en los debates sobre la condición social, política y económica de la mujer. Fue seguramente la única filósofa de su tiempo que escribió sus obras, dirigidas en primer lugar al público femenino, sin el auxilio de ningún marido o consejero intelectual. De hecho, Suchon decidió mantenerse célibe de por vida, algo muy inusual para su época, tanto más si, como fue su caso, había permanecido más de veinte años en un convento. Esta reclusión no le impidió adquirir una sólida formación, de carácter autodidacta, en las letras clásicas y en las Sagradas Escrituras.
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