En un afán por sorprender a los medios de comunicación, ¡Y a fe que lo han conseguido!, la editorial Planeta programó una cita de la escritora noruega con la ayuda del conocido mentalista Juanma González, que tiene un espectáculo sorprendente en el local La escalera de Jacob. Tan es así, que el reconocido mentalista llegó a hipnotizar a la propia escritora. “El 95% de las personas hemos estado hipnotizadas o en un trance por disociación, lo que pasa es que no somos conscientes”, apuntó el artista. Para que fuésemos conscientes de lo que dijo, hizo varias demostraciones donde adivinó las fobias de varios asistentes a la presentación, hizo desaprender a leer a otro voluntario y demostró cómo se puede acordar de partes del libro sin ninguna dificultad. Algo sorprendente que dejó atónitos a los presentes y a la propia Helene Flood. Helene Flood firma un thriller psicológico inmersivo, absorbente y cargado de giros narrativos que consiguen un impredecible desenlace de la historia. Sara, la protagonista, es la encargada de narrar en primera persona la desaparición de Sigurd y todos los hechos que ocurren en los días sucesivos. El lector descubre los acontecimientos y las pistas al mismo tiempo y desde la misma perspectiva que Sara, y desenmascara junto a ella algunas de las mentiras sobre las que se sustentan sus relaciones. Esta narración en primera persona consigue que el lector se introduzca en la mente de la protagonista, creyendo conocerla y pudiendo anticiparse a sus pensamientos. Pero a medida que avanza la trama esta sensación se va desvaneciendo y se empieza a hacer patente que la memoria y los recuerdos de Sara quizás no son del todo fiables. La protagonista Sara tiene ciertas características de la autora. “Ella trabaja como terapeuta como yo. Los pacientes nos cuentan sus problemas y hay que guardar una cierta neutralidad porque nosotros también tenemos nuestros propios problemas”, explica Helene Flood en un fluido inglés que nos traduce la siempre eficaz intérprete Vilma Crovetto. “El ser humano es mentiroso y todos mentimos para proteger a alguien o a nosotros mismos”Las relaciones humanas juegan un papel muy importante en esta clase de terapias. “La sala donde realizamos nuestro trabajo es el sitio donde acuden los pacientes para contarnos sus secretos más oscuros y es allí donde pueden ser más honestos, pero ¿son totalmente honestos? El ser humano es mentiroso por naturaleza y todos mentimos para proteger a alguien o a nosotros mismos. Ese el núcleo central de la novela”, revela Helene Flood en un alarde de honestidad. La narración de la novela descansa en Sarah, todo lo que sucede lo vamos viendo a través de sus ojos. Pero Helene Flood recalca que no es una novela autobiográfica, pero sí tiene ciertos paralelismos con su experiencia profesional. “La parte con la que más me identifico es con los diferentes tipos de miedos de la terapeuta. Yo también tengo muchos”, apunta y continúa diciendo “el trabajo de psicóloga es muy solitario, al igual que el de escritora” Helene confiesa que no esperaba el éxito que está teniendo su novela por todo el mundo. “Cuando la escribía, no pensaba en si les iba a gustar o no a los lectores. Para mí, escribir ha sido una experiencia emocionante y una tremenda aventura que me ha marcado”, reflexiona. Ahora, se siente observada por los lectores. “Hasta cierto punto, me siento un poco psicoanalizada por los lectores. Y, en ocasiones se necesita ayuda, como la necesitan los propios terapeutas, alguien en quien descargar los problemas que se abordan en las sesiones de terapia. Este tema en Noruega está muy tipificado”, abunda. “Recreo en mi mente la escena de la noche anterior a su desaparición, con detalles que ya no sé si resultan veraces porque recuerdo la conversación con claridad o porque he pensado mucho en ella», escribe en la novela la autora noruega en "La psicóloga". A través de este juego de recuerdos y de constantes vuelcos argumentales, la novela engaña al lector y le hace sospechar de muchos de los personajes, incluso de Sara, que pasa de víctima a sospechosa en algunos momentos. La tensión es creciente y no será hasta las últimas páginas cuando, con un final brillante e inesperado, el lector consiga encajar todas las piezas del rompecabezas. “El recuerdo juega un papel determinante en la novela. La memoria, a veces, juega malas pasadas. Es un proceso que se va construyendo paulatinamente. De ahí que el relato sea diferente según se cuente desde un punto de vista u otro. Necesitamos tener relatos que tengan sentido. Que tengan un principio y un final porque la memoria puede ser muy engañosa, nos juega malas pasadas”, concluye Helene Flood una presentación diferente y original Puedes comprar el libro en:
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