“El título del libro hace referencia a la prensa británica, unos auténticos lobos. Los tabloides ingleses son los responsable de lo que estamos viviendo en mi país y, también, de la xenofobia, una de las peores exportaciones que hacemos”, nos comienza diciendo el autor. “Esos tabloides están destruyendo vidas. Si ven por donde atacarte se lanzan a por ti como hienas. Es lo que les está ocurriendo al príncipe Harry y a Meghan Markle, por ejemplo, y a muchos otros”, afirma tajante Patrick McGuinness. Y es eso justamente lo que le ocurrió a uno de los personajes principales del libro, que fue señalado por un crimen que no cometió. “La novela se basa en un hecho real que ocurrió hace unos diez años. En una noticia, vi una cara que me resultaba familiar. Era la de un antiguo profesor mío de la adolescencia al que se le acusaba de un crimen. Él era una persona diferente, le gustaba la música y la literatura. Era una persona cultivada que nos introdujo en la poesía y en la literatura”, rememora el autor británico que se ha basado en una experiencia personal suya para escribir el libro. Para realizar la novela, quiso crear una voz muy característica que hablase tanto del presente como del pasado. “De ahí que cuando hablo del presente lo hago en primera persona y cuando lo hago del pasado utilizo la tercera. El pasado retorna aunque no lo queramos. El pasado es un Imperio. Así diferenciaba entre el sujeto y la acción. Mi objetivo era no confundir al lector”, explica certeramente este profesor de la Universidad de Oxford. En tierras británicas, esa relación imperial está siempre muy presente en la vida cotidiana. “No deja de ser una relación de poder. A los ingleses les gusta mucho todo lo referente al imperio, lo que no les gusta tanto es que, después de disfrutar de los recursos y beneficios del imperio, vengan los inmigrantes a su país. No les sucede lo mismo a los escoceses o galeses, son diferentes. No deja de ser una patología imperial”, desmenuza Patrick con su inglés profesoral. “La novela negra debe denunciar los conflictos reales de la sociedad”En Gran Bretaña hay dos tipos diferenciados de escritores del género negro. “Por un lado, tenemos a los escritores que se decantan más por la trama policial, son los seguidores de Agatha Christie y de sus personajes Poirot o Miss Marple. Por otro, tenemos a los escritores que prefieren que sus novelas se acerquen más al thriller, son las novelas en la que los investigadores tienen una visión más filosófica de la vida. Este tipo de novela es más agradecida para el lector. Podemos poner de ejemplo a escritores como Fred Vargas o Pierre Lemaitre, que son de mis preferidos", apunta Patrick McGuinness. Patrick McGuinness se muestra también muy decepcionado con el Brexit, al que lo califica como una gran mentira de la clase dominante. “La culpa la tienen políticos como Boris Johnson o David Cameron, ellos han conducido a la sociedad inglesa a una crisis, tanto de la clase dominante como de las instituciones del estado. La novela negra debe denunciar los conflictos reales de la sociedad, no los creados por los políticos”.
Pero lo que el autor cree que es el fundamento de su segundo libro es “la crítica al sistema educativo inglés que parece que fue creado por auténticos sociópatas. Hay demasiada violencia contra los alumnos y una falta de empatía tremenda. Además, sólo pueden estudiar los hijos de las familias adineradas. Las familias sin recursos no tienen posibilidad alguna de acceso a la educación superior y, por supuesto, los inmigrantes lo tienen mucho peor”. “Este tipo de educación pregona que es mejor estar solos que en Europa. Están a favor del aislacionismo y no se dan cuenta que el país así se hará más pobre y, además, es el germen de la xenofobia. Los ingleses creen en una supremacía que se gestó en el siglo XIX en tiempos del Imperio Británico”, analiza con afilado tino el escritor inglés. Para McGuinness, este comportamiento ha creado una realidad a la que es muy difícil sustraerse, sobre todo en las poblaciones rurales. “La gente sabe de a lo que nos enfrentamos, pero sigue votando a los mismos que nos están conduciendo al desastre”. Lo mismo ocurre con los tabloides, la conocida prensa amarilla inglesa. “En muchas ocasiones, la policía trabaja demasiado deprisa por culpa de las presiones de estos periódicos. En el caso de la novela, ocurre eso precisamente. La prensa compra testimonios y quiere tener rápidamente un culpable. “El sospechoso, se demuestra posteriormente, que es inocente. Pero ya está condenado. Ha sido echado a los lobos. Aun siendo inocente, su vida ya está condenada”, sentencia el escritor inglés. Para terminar, hablamos de lo populares que son los certámenes de novela negra en países como Francia y España. “En Inglaterra hay muchos menos que aquí. Estoy encantado de poder venir a Barcelona para dar a conocer mi obra y hablar con otros escritores del género negro”, concluye el autor de "Echadme a los lobos".
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