Lo primero que encontramos cuando nos topamos con un libro es su título, hoy os puedo afirmar sin ninguna duda que nunca un título, SOLES DE NOSTALGIA, pudo indicar tan bien lo que vamos a encontrar en el libro. Ya sabemos que, a veces, el título responde a intereses comerciales, en este caso, el título SOLES DE NOSTALGIA nos muestra claramente lo que vamos a encontrar en el interior que no es otra cosa que esa silueta de luz intangible que moldea de nostalgia el alma de nuestra autora. Una nostalgia que hila este poemario y que destila tierna melancolía en los soles que habitan sus huecos.
La suya es una poesía que mana del reencuentro; un observarse para vislumbrar la luz de los seres queridos. Luz filtrada por el cristal de la memoria, esa luz a la que Mª. Ángeles siempre regresa para recomponerse.
Desde ese paraje sereno, nuestra autora se construye abrigándose de ese viento templado que tiene su hueco junto a la añoranza, y que conmemora ese ayer que nunca dejará de estar presente, esa evocación que siempre le devuelve a la verdad de lo que marca su sino: su caminar, su hoy y su siempre.
El tiempo es un haz de lejanía que nostálgico se balancea entre los versos de Mª. Ángeles. Versos que traen la voz que la empujan entre sus recuerdos. Su poesía está llena de imágenes que detienen el tiempo y buscan el cobijo de las letras y nuestra complicidad. Como fotografías o estampas, a veces van en movimiento y otras están quietas; porque sus ojos van como lentas nubes oteando el azogue de las cosas y del tiempo, de los silencios y las heridas, de los paisajes y de la verdad que nos vigila desde siempre. Sus versos son claraboyas o tragaluces donde la autora reverbera cada vez que los lees, y por donde entra el viento zigzagueando y su pecho derramando el olor a las manos de su padre, a familia, a café, a lluvia, a tierra mojada, a tortas fritas y mate,... Pareciera que escribe para dejar testimonio de una existencia que se fue y a la que regresa asiduamente, como poeta, para beber de sus fuentes como reliquias de un pasado que aún regresa.
Al leer este libro, descubrimos que dentro hay destellos que reverberan y laten en un tiempo que se entrelaza. Una especie de distancia azul escrita que tiembla en nuestras manos como sendas lumínicas que gotean lugares nostálgicos y estrellas y patios y jardines de hadas y ciudades eternas.
He de afirmar que ese recordar para crear con el artefacto de la palabra, hace que nos asomemos al hallazgo sincero del aroma que restalla en su poesía. Una poesía sustanciada en los recuerdos grabados y reordenados en la memoria de nuestra autora y descritos desde el retorno de su mirada. Mirada que hace que aflore ese mundo de dentro y quede suspendido sobre ese tiempo suyo, tiempo que traspasa su mensaje en la búsqueda infinita de una verdad que nos imanta.
SOLES DE NOSTALGIA se construye como una sensibilidad que traspasa los recuerdos y fermenta cosida al musgo de la vida y el tiempo; transfigurándose en un lugar y un espacio donde ubicarse y asentarse.
Estas son, en resumen, algunas de las sensaciones que producen la lectura calmada de este emocionante y maravilloso libro. Por todo ello debo dar mi más sincera enhorabuena a Mª. Ángeles Lonardi, poeta artesana de la palabra.
Por RAFAEL LUNA GARCIA
Poeta nacido en Cabra (Córdoba). Es Licenciado en Ciencias Religiosas por la Universidad San Dámaso de Madrid. Miembro y delegado, para Málaga y Andalucía, de la Academia Norteamericana de Literatura Moderna Internacional. Colaborador con publicaciones -algunas de ellas científicas- en revistas de teología, cultura y poesía. Presidente de Arte Ahora. Organizador y coordinador, entre otros, del Festival Internacional “Versos Solidarios”; del Premio de Poesía “Ciudad de Cabra” y del Certamen de Poesía “Ciudad de los Niños” de Cabra; del Encuentro Internacional de Poesía “Ciudad de Cabra” y de varios ciclos poéticos en Málaga.
En 2015, su poesía fue traducida al inglés y recitada en Londres. Sus poemas también han sido traducidos al francés y al árabe. Su obra ha sido recogida en numerosas antologías y reconocida en numerosas ocasiones. Por señalar la más reciente, en 2018, ha sido ganador del primer premio del XIX Certamen José María Campos Giles.
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