Entrevista a Francisco Narla: “En Fierro, quería plasmar de manera limpia y objetiva un período de la controvertida Reconquista”

Narla trata en su nuevo libro uno de los tiempos más controvertidos de nuestra historia: la Reconquista. Utilizada políticamente por unos y otros, el escritor lucense trata y consigue encontrar el punto medio. No gustará, probablemente, a unos y otros, pero ha conseguido la justa equidistancia que debería tener un historiador y, por supuesto, un novelista que quiere reflejar los hechos tal y como fueron, aunque para ello se valga de personajes inventados que consiguen transmitirnos las emociones más primarias. El atajador de frontera es uno de ellos. No existió, pero debería haberlo hecho. En la entrevista, Francisco Narla nos da muchas de la claves de la novela y algún que otro secretillo para el futuro.

Otro año y otra novela histórica nueva. ¿Se ha afincado definitivamente en este género y ha olvidado el thriller?

No, en absoluto, claro que no me he olvidado, lo que sucede es que resultaría difícil para libreros y público aceptar un cambio de género. Es así de sencillo. Pocos autores han bailado de un género a otro y han conseguido el favor del público, Ken Follett lo logró pasando del espionaje a lo histórico, pero son pocos los casos. En mi carrera jamás tuve más entrevistas ni más repercusión pública que cuando se relanzó Caja Negra y, sin embargo, es una novela que ha vendido bastante menos que cualquiera de mis novelas históricas. Así son las reglas del juego y a ellas hay que adaptarse si uno quiere pagar las facturas. Al fin y al cabo, los lectores son los jefes.

A mí se me ocurren un montón de ideas sobre muchas historias diferentes pero las enfoco dentro del género histórico donde yo me encuentro cómodo y el público me acepta. Ésa es una de las ventajas del género histórico, basta recordar el caso de la celebérrima El nombre de la rosa que es al cabo una novela de misterio con un marco histórico.

¿Tienen sus novelas históricas elementos del thrillers?

Algunas sí, otras no… Sí, ya lo sé, es una respuesta muy gallega, pero es la verdad.

Retomando la respuesta de la pregunta anterior, es factible hacerlo así y resulta una de las opciones del género, donde me siento muy cómodo como lector empedernido del mismo.

En el caso de “Fierro” es evidente que así es, pues es la historia de redención de un hombre atormentado por su pasado y el cómo se van desvelando los elementos argumentales de ese pasado tiene un esquema muy próximo al de las novelas de suspense.

En esta ocasión vuelve otra vez a la Edad Media, a los siglos XII y XIII. ¿Qué es lo que más le atrae de esa época?

En general, no se trata de una época, se trata de hechos concretos. En eso se basa mi interés por un determinado momento, cuando descubro algo que llama mi atención y que, a mi entender, puede resultar atractivo para el lector.

En el caso de Assur fueron las invasiones vikingas, en el caso de Ronin la expedición de samuráis que llegó a Sevilla, en el caso de Donde aúllan las colinas esos meses perdidos de la estancia de Julio César en España.

Así, en Fierro, quería plasmar de manera limpia y objetiva un período de la controvertida Reconquista, tan usada como arma arrojadiza entre diferentes sectores políticos. Creí que resultaría interesante contar el período que media entre la terrible derrota de Alarcos y la no menos terrible victoria de las Navas de Tolosa, hacerlo sin tintes políticos y, además, hacerlo desde la perspectiva de un donnadie.

¿Cómo se le ocurrió la historia de “Fierro”

Estaba investigando la Reconquista por mero interés personal y realicé varios viajes a la franja que representó el valle del Guadiana como frontera. Allí me topé con la fortaleza de Alarcos, cuyos cimientos fueron rellenados por los morabíes con los cuerpos de los cristianos vencidos. Todos aquellos huesos, de mujeres, de niños, de perros, de caballos… esa terrible fosa común que es visible en algunos puntos me hizo pensar que merecería la pena contar una historia con ese telón de fondo.

¿Ha sido ardua la documentación de la novela?

Sí, como siempre, esa es una parte crucial de cualquier novela histórica. Hay que bucear a fondo en la documentación disponible y hablar con calma con un montón de catedráticos y expertos. Sin embargo, y debe quedar claro, toda esa documentación no debe interponerse a la propia historia. Lo importante es escribir una buena historia con un decorado veraz, pero nunca deben abarrotarse las páginas con datos históricos.

¿Qué información de la conseguida es la que más le ha llegado al corazón?

Sin duda la violencia desmedida de algunos combates de aquel período, el episodio de Alarcos al que me he referido es sólo uno de ellos. Murieron una cantidad increíble de inocentes en los continuos toma y daca de una guerra que parecía no tener fin.

Sin duda, esos huesos en los cimientos de Alarcos ablandan al más endurecido.

¿Cómo definiría a su protagonista?

Un hombre marcado por su pasado, de tal modo que ha perdido toda esperanza en su hoy y que ha renunciado a su futuro. Y será su pasado el que le acabará entregando un inesperado futuro.

Al fin y al cabo es una novela de redención.

¿Tendremos héroe para rato o sólo es para esta novela?

No lo sé. No he pensado en ello. Si el público acepta la novela tan bien como parece y las ventas refrendan la idea, no veo por qué no podría haber una secuela. Aunque ya tengo algunas cosas en el tintero que están deseando salir.

Sin embargo, he de admitir que tanto el personaje como su historia bien podrían dar para una saga. En fin, ya lo veremos.

“Sin duda las batallas de Alarcos y de Las Navas de Tolosa cambiaron la historia de la llamada Reconquista y, por ende, de lo que hoy llamamos España”

“Fierro” transcurre, más o menos, entre las dos grandes batallas de ese tiempo: Alarcos y las Navas de Tolosa. ¿Qué le atrae de ellas?

No se trata de las batallas, sino de lo que significaron. Sin duda ese par de enfrentamientos cambiaron la historia de la llamada Reconquista y, por ende, de lo que hoy llamamos España.

Entre ambas tuvieron un impacto histórico casi sin par y supusieron un cambio enorme en el devenir de los futuros acontecimientos.

La de Alarcos es causa primordial de la de las Navas de Tolosa y esta última supuso la apertura del cerrojo que suponía la sierra jiennense como defensa del codiciado valle del Guadalquivir.

¿Qué rasgos destacaría de ambas batallas?

Por desgracia, lo primero es el inmenso número de muertos en ambos bandos. Fueron auténticas pesadillas que hicieron tambalearse el mundo a ambos lados del Estrecho de Gibraltar.

En segundo lugar y abundando en la respuesta a la pregunta anterior, supusieron bisagras en el devenir histórico del mundo conocido en aquel entonces, no sólo afectaron a lo que hoy llamamos España.

¿Cree que la Reconquista está mal explicada en la actualidad?

Sin duda, es un período especialmente viciado por mor del uso político que se le ha dado el vocablo.

Y es una pena, porque esas malas explicaciones han permitido que las opiniones cabalguen desbocadas sin un fondo de conocimiento.

Aunque, lamentablemente no es el único período de la Historia con el que sucede eso.

¿Qué opinión tiene de la España de las tres culturas? ¿Se ha exagerado la buena convivencia?

En mi opinión, sí, sin duda. Yo no soy un experto y quizá lo que yo opine no tenga relevancia, sin embargo, estoy convencido de ello.

Hay muchos aspectos de esa España de las tres culturas que resultan envidiables en cuanto a concordia y entendimiento, es cierto, pero en el fondo hay muchísimo lodo en el que se refugian grandes tropelías.

¿Se sigue mal interpretando la historia? ¿Hay intereses ocultos?

En muchos casos sí, al fin y al cabo hay un gran desconocimiento de muchos períodos y es necesario un estudio en profundidad para formarse una opinión.

En cuanto a los intereses ocultos, no, la verdad es que no creo que sea así, simplemente se trata de opiniones sesgadas por la personalidad y la ideología del historiador que interpreta los escasos hechos ciertos con los que contamos. Como alguien ajeno al ambiente académico he llegado a la conclusión de que lo mejor es formarse un juicio propio a base de leer distintas fuentes, algo así como descubrir un pedazo de la verdad política a base de informarse a través de diferentes medios de comunicación.

En su novela, hay personajes históricos y otros inventados. ¿Cómo hace para que convivan en armonía en Fierro?

Con cuidado y mucho mimo. Es capital conseguir que, se cuente lo que se cuente, resulte veraz, adecuado a la época y a lo que sabemos de ella. Básicamente se trata de muchas horas de trabajo y dedicación.

¿Cuál de los personajes históricos de la novela le atrae más? Y ¿de los inventados?

Me atrae mucho, pese a que sólo resulta un personaje tangencial el rey de León, Alfonso VI. Fue un hombre de muchos matices involucrado en gestas que en ocasiones le quedaron grandes.

En cuanto a los inventados, sin duda el compañero de Fierro, ese perro de mil leches con un poco de bodeguero y mucho de sarnoso. No por el animal en sí, sino por la relación con su amo, fue una forma ingeniosa de dejarle saber al lector sobre el pasado del protagonista sin necesidad de emplear largos párrafos explicativos. Un truco de costurera como dice mi querido Mendoza, genio donde los haya. En suma, lo que Fierro le cuenta a su perro nos descubre mucho de ese pasado atormentado y lo hace de un modo, espero, entretenido y atractivo para los lectores.

Le llevo la contraria a mi admirado Delibes, la trama es la que debe mandar, los personajes han de estar a su disposición.

¿Ayudan esos personajes ficticios en la trama del libro?

Yo creo que debe ser al revés, y sé que le llevo la contraria a mi admirado Delibes que creía firmemente en los personajes, sin embargo, en mi opinión, la trama es la que debe mandar, los personajes han de estar a su disposición.

Es cierto que entre ambos aspectos ha de haber una inevitable simbiosis, sin embargo, a mi modo de ver, quizá más anglosajón, la trama debe llevar una mayor parte del peso.

¿“Fierro” es una novela sobre los pequeños héroes y situaciones cotidianas en detrimentos de los grandes personajes y hechos de la historia?

Efectivamente. Así se construyó, quería alejarme de reyes, condes, califas y grandes personajes de la historia, quería contar la historia de un donnadie, de alguien a quien toda aquella guerra atropelló.

Y se hizo así porque creo que se acerca más a la visión del lector común, que normalmente tampoco puede intervenir en los grandes hechos de su tiempo a no ser como espectador.

Apunta en el Cuadernillo final, la rivalidad de las casas de Lara y de los Castro. ¿No estará pensando en escribir una serie sobre ellos?

No, la verdad es que no, aunque bien podría hacerse. No, en el caso de Fierro, sólo se trata de uno de los muchos vértices que explica lo que sucedió en aquellos días. El enfrentamiento entre ambas familias, la rivalidad entre Castilla y León y muchos otros elementos ayudaron a configurar lo que sucedió.

¿Ha quedado satisfecho del resultado final de la novela?

Claro, de eso se trata. Es cierto que siempre espera uno mejorar con cada nuevo trabajo y que haré todo lo posible porque la siguiente novela sea todavía mejor, pero si no estuviera satisfecho no habría dado el visto bueno para que se publicase, eso no hubiera sido honrado con mis lectores.

Puedes comprar el libro en: