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Día Internacional de la Corrección de Textos
Día Internacional de la Corrección de Textos

27 de octubre, Día Internacional de la Corrección de Textos: solo 2 de cada 10 libros pasan este control de calidad

sábado 26 de octubre de 2019, 10:00h
Exigimos la mejor calidad en un restaurante, en el supermercado, incluso en el transporte. Aunque optemos por servicios o productos distintos a los premium, queremos que todo aquello por lo que pagamos, cumpla con nuestras expectativas de consumo. ¿Por qué no hacerlo con los libros? El S. XXI ha supuesto la expansión de la autoedición gracias a la aparición de plataformas que permiten que todo aquel con un proyecto literario, cumpla su sueño.

De hecho, la autoedición en España está aumentando su presencia en el parqué literario. Los últimos datos ofrecidos por el Observatorio del libro indican que la cuota de mercado de la autoedición en España es del 7,9% (aproximadamente, un 15-18% si se tiene en cuenta la autoedición invisible, es decir, aquellas obras autopublicadas que no pasan por el registro del ISBN).

Son precisamente estas las que pueden terminar por romper las expectativas del lector. No porque sus páginas contengan una mala literatura o porque su autor tenga una mala ortografía, sino porque llegan al mercado sin un mínimo control ortotipográfico. Una revisión de la que suele encargarse el corrector de textos, figura profesional que cada 27 de octubre celebra su propio día internacional.

Calidad de las obras

No hay mejor método de fidelizar lectores que brindarles un producto de calidad. La pregunta es, ¿los autores están solicitándolo? Según datos de la encuesta de escritores elaborada por ExLibric los escritores son conscientes de que el libro que publican tiene quetener una serie de requisitos, por ello de las 5.452 personas que participaron en este estudio, el 62,6% afirman dedicar tiempo a la documentación de su obra.

¿Y qué hay de la corrección? También consideran un punto importante en tanto que el 51,3% revisa continuamente lo que escribe, el 38,9% cuando termina un capítulo, el 8,5% cuando termina la obra. Por otro lado, el 51,3% siempre reescribe cuando revisa, el 42,8% solo a veces. El 86,4% reposa la obra antes de hacerla pública.

¿Recurren a los servicios profesionales de corrección? La respuesta es no, un 78,2% afirma que no los tiene en cuenta a la hora de escribir un libro. El 10,5% sólo usa los servicios de corrección ortográfica, el 8,6% servicios de corrección ortotipográfica y de estilo, y el 2,7% solo de estilo.

En otras palabras, el control de calidad sobre las obras de los autores brilla por su ausencia en algunos casos. Una piedra que puede lastrar el camino de aquellos escritores independientes que apuestan por la autoedición. Una modalidad editorial que se está quitando los lastres que ha soportado a lo largo de los años: obras de mala calidad y que carecen de target.

Nada más lejos de la realidad, según los datos del informe The Business of Books 2019 este tipo de libros tienen ya su nicho. Esto sí, este público accede a comprar dichos títulos bajo ciertas circunstancias. Poco a poco, el número de personas que dedican sus lecturas a esta categoría crece. Un crecimiento que puede verse comprometido sin los correspondientes controles de calidad editorial.

Autores autoeditados y corrección

Como ya se ha dicho, los escritores son conscientes de que deben cuidar la calidad de sus obras. Sin embargo, los servicios de corrección no son de los más utilizados, pero aquellos que sí los emplean tienen una buena opinión de los mismos. Por ejemplo, Elena Ibáñez, autora de las obras El demonio y las estrellas y de Guerrero mestizo (editorial ExLibric, autoedición), señala que tras ver el resultado de estos servicios su visión de los mismos ha cambiado.

“Antes de recurrir a ellos mi entendimiento de los mismos se limitaba a la correcta expresión de las palabras y la colocación de signos de puntuación y ortografía que al autor se le hubieran pasado por alto. Pero una vez visto el resultado he comprendido que se trata de algo más que eso, también cuidan la forma de escribir las frases, haciendo que tengan mejor estructura para una mayor comprensión de lo que se está leyendo”, explica Ibáñez.

Al mismo tiempo, Ibáñez desmiente el mito que relaciona servicios de corrección con una mala capacidad de redacción por parte del autor: “una cosa es saber expresar las ideas en papel, saber lo que se quiere decir, y otra muy distinta poder estructurarlas correctamente para una lectura más cómoda de las mismas, aludiendo a errores de gramática o la propia ortografía. A todos se nos puede escapar una tilde tonta de vez en cuando, pero sabemos lo que queremos expresar aún sin esa tilde.”

En conclusión, la autora señala que la corrección editorial le ha aportado una mayor seguridad a la hora de publicar su obra ya que gracias a estos servicios puede confiar en que el libro que llegue al lector final lo hará en condiciones óptimas. “No pasarán por alto errores que haya cometido a la hora de escribir mi obra; cuando la envío para que la revisen sé que los resultados serán satisfactorios no solo para mí, sino para mis lectores.”

También hay autores que desde un primer momento tienen muy claro, desde un primer momento, que estos servicios son imprescindibles a la hora de publicar un libro. Es el caso de F. Javier Cárdenas, autor del poemario Jardines del ánima (editorial ExLibric, autoedición) que afirma que antes de publicar su obra sabía que a través de los servicios de corrección editorial se salvaguarda el estilo, asegurando una buena calidad en el libro que llega al lector.

A la hora de valorar su experiencia con los servicios de corrección editorial, Cárdenas explica que estos han supuesto “una pieza indispensable de en el puzle” que “ayudó a corregir algunos aspectos”. Al igual que Ibáñez, el autor niega que revisar una obra para corregir errores signifique una pobre capacidad de redacción. “Bajo mi personal punto de vista, considero completamente necesaria la labor correctiva de terceros o profesionales en la expresión escrita para poder mejorar y enriquecer la obra de uno, siempre que exista una fluida y adecuada comunicación con el autor para no alterar pasajes o expresiones que considere imprescindibles.

Una labor imprescindible

En la editorial ExLibric comprenden la labor del corrector de textos y la importancia de que el libro llegue en condiciones óptimas al lector final. Por ello, ponemos a disposición de los escritores un equipo de profesionales dedicado a revisar sus manuscritos para que estos se conviertan en las grandes obras que sus autores pensaron.

Una función que tal y como define Adela Gómez, correctora en editorial ExLibric, es “minuciosa, dedicada y muy satisfactoria” y que según Antonio Ortega, otro de los profesionales de este equipo de revisión, sirve para “detectar y eliminar aquellos pequeños errores que siempre pueden colarse en un texto”. Y es que, nadie es perfecto y la errata aparece en cualquier instante.

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