Es un placer poder leer una vez publicada una obra de un autor que no solo es traductor sino que está continuamente estudiando desde la última tecla de su ordenador hasta esa planta que todos tenemos y un buen día se marcha sin decir nada a nadie. Fernando Mora no es un autor al uso que se mete a escribir y saca no uno sino cuatro o cinco libros y éstos se multiplican por mil. No. Hablamos de una persona que a través de numerosos conocimientos va enlazando una palabra con otra hasta ver que esa frase final tiene sentido y lo más importante es que tiene un lugar en un folio adecuado para ello. No es un Doctor en Filosofía ni en Teología. Es un aprendiz que aprende todos los días en cada momento de la vida. Sus traducciones una vez que vemos uno o dos libros aparecen por todas partes dentro del marco denominado «Filosofía Perenne» nombre que todos conocimos por Aldous Huxley.
Desde que nos inició en la vida del Budismo a través de «Padmasambhava y el budismo tibetano» (1998) amén de los numerosos artículos y charlas parece como un ferrocarril que va poco a poco en cada parada poniendo conocimientos en un vagón o en otro. Pero de la diversidad que forma la Vida y más concretamente las religiones o los diferentes caminos espírituales han hecho quizás que Mora haya escrito una de las primeras biografías sobre el sabio Ibn Árabi «Ibn Árabi: Vida y Enseñanzas del gran místico andalusí» que con el paso del tiempo se ha convertido en un texto que todo estudiante o interesado debe de consultar una y otra vez.
Un autor y pedagogo
En estas mismas páginas hemos visto o hablado de personas de la talla de Rabindranath Tagore y de grandes pedagogos que han hecho de la enseñanza una gran virtud.
En este caso al leer esta obra nos ha pasado exactamente lo mismo pues parece como si Mora hablase con su biografiado y éste le fuese cada día dictando aquello que tenía que narrar una y otra vez en cada capítulo de la misma. En cada sesión, en cada tramo del camino de esta obra nuestro autor parece revisar una y otra vez las palabras que hay que emplear y al principio como un capitán de un gran barco realiza el perfil del gran personaje que se dispone a relatar con «pelos y señales»
Es como si hablásemos de una Enciclopedia que desde la A hasta la última palabra del abecedario va desgranando poco a poco y parándose al tiempo que necesita tomar las pausas pertinentes en cada momento. No es una escritura para quedar bien ni para tener más o menos seguidores en los medios globalizados de hoy en día ni tampoco llenan sus páginas esa biografía que todos tenemos. Es una obra para aprender y para entender. En ocasiones leemos libros una y otra vez en donde su autor o autores utilizan un lenguaje que solo ellos mismos entienden aunque muchas personas digan que es un trabajo maravilloso. En el caso de Fernando Mora no es así. Si un autor no entiende su obra ¿cómo la van a entender los demás? parece preguntarse.
Dualidad o No Dualidad
Actualmente parece estar surgiendo ese término que nos permitimos poner con muchas comillas denominado «espiritualidad» Como él mismo escribe en la introducción han pasado ocho años y tras las pausas necesarias no se hace un continente sin un contenido de nuevo y en la calle tiene un trabajo reciente del que no vamos a criticar los temas ni a ir de profesores cuando no lo somos. Eso será bueno y estupendo para un debate que estamos seguros que esta publicación dará sino lo ha hecho ya. Lo tenemos encima de la mesa mientras escribimos esta columna pequeña pero apresurada como los tiempos que nos ha tocado vivir- y como si fuéramos estudiantes de Erasmus abrimos el mismo para contemplar o meditar en plena visualización «El Perfume de la Existencia. Sufismo y No Dualidad en Ibn Árabi de Murcia». Estamos ante un ensayo como el anterior lleno de nombres y de referencias a lo largo del mismo en donde el autor investiga y desarrolla completamente esas definiciones o términos que por más que en ocasiones hablemos de ellos no logramos entender. ¿Que es la No Dualidad o que son las metáforas no duales en el budismo y en el sufismo? O un término que utilizamos constantemente responsabilizándolo de todos nuestros males como es el concepto de Dios en el capítulo 5 y en la sección Dios y Existencia. Pero ¿cual es el motivo de este segundo libro...? El autor toma como punto de partida uno de los textos fundamentales extraídos de una obra monumental como ha sido y es «Las iluminaciones de la Meca» Si usted escucha un programa de televisión en donde hablan de Sufismo o de Islam y no sabe muy bien que decir creemos que estamos ante una obra importante. Una obra complementaria a otras como las de Halil Barcena con sus numerosos estudios o con la autora Mardia Herrero Gil y su «Como Santa Teresa me acompañó al Sufismo» o Pablo Beneito, Profesor Titular del Departamento de Traducción e Interpretación de la Universidad de Murcia quien ha dicho «En este libro prodigioso ha logrado una vez más ofrecernos, de una manera precisa y penetrante, como clarificadora y accesible, una inspiradora síntesis de varios temas mayores del pensamiento de este incomparable maestro universal. Con su estilo riguroso y al mismo tiempo íntimo, El Perfume de la existencia deja al lector impregnado de su fragancia» Palabras que suscribimos.
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