Cuando Laura gana el campeonato nacional de kendo, un arte marcial japonés conocido como El camino del sable, piensa que por fin todo va a ponerse en su sitio: se demostrará a sí misma lo que vale, sus padres empezarán por fin a comprenderla y, sobre todo, le costearán el anhelado viaje a Japón donde podrá reencontrarse con Isamu, el amor de su vida.
Su padre no cumplirá con su promesa, por lo que la chica decide huir de casa. Su entrenador y amigo Santiago, le confiesa que está enamorado de ella y le ofrece un futuro, juntos, en el dojo. Pero Laura tiene la certeza de que ama a Isamu y Santiago le ofrece el dinero para que pueda emprender el viaje.
Sin embargo, lo que en principio iba a ser el más feliz de los viajes, pronto se convertirá en una pesadilla cuando Laura aterrice en Tokio el 11 de marzo, el día del tsunami de Fukushima.
En medio del caos, en el aeropuerto, Laura conoce a Carlos, un joven psicólogo madrileño cuya pareja, Naomi, vive en una de las poblaciones afectadas por el devastador tsunami que el movimiento sísmico ha provocado. Atraído por la naturaleza impulsiva de Laura y el misterio que rodea a sus relaciones familiares, Carlos decide no separarse de la chica y juntos emprenderán un duro camino hacia el interior de Japón.
Pero Carlos no es el único que oculta algo. Tras una noche en la misma habitación de hotel, el chico confiesa a Laura que en realidad él había roto con su novia por una infidelidad. Pese a todo, Laura cree que Carlos debe encontrar a Naomi y acaba convenciéndole de que juntos pueden recorrer los kilómetros que los separan de sus parejas, aunque ello les obligue a cruzar Fukushima, cuya central nuclear está en alerta tras la rotura de uno de sus reactores. Con pocas opciones para cumplir su propósito, los chicos consiguen interesar a una publicación española en su historia, lo que les permite viajar con un equipo de periodistas hasta Fukushima. Una vez allí, Carlos dedica todo su dinero a pagar a un taxista que les acerque hasta las poblaciones de Naomi e Isamu. Y sus caminos se separan.
La dimensión de la tragedia y el tiempo juntos les ha dado a ambos una nueva perspectiva de todos sus problemas. Durante el camino, Carlos es capaz de perdonar a Naomi y reconocer que se ha enamorado de Laura. Pero es Laura quien ha conseguido madurar con la experiencia.
Por primera vez puede hablar con sus padres y enfrentarse de forma constructiva a su incomprensión. El verdadero viaje en su aventura ha sido interior. Cuando Laura se reencuentra con Isamu, pasan una noche juntos de celebración de su amor, pero se dan cuenta de que ahora no es su momento. En el avión de regreso Laura coincide con Carlos, y ahora con todos los interrogantes cerrados, ellos dos pueden plantearse un futuro juntos.
El kendo es un arte marcial japonés. Se combate con armadura y sable de bambú, de ahí el título de la novela. Tiene su origen en las escuelas donde entrenaban los legendarios guerreros medievales japoneses más conocidos como samuráis y donde practicaban el arte clásico de la esgrima.
Pablo Tobías (Zaragoza, 1983) abandonó pronto sus estudios de Filología Hispánica por los de cine. Una vez graduado en la ECAM (Escuela Cinematográfica y Audiovisual de la Comunidad de Madrid) en la especialidad de Guión, empezó a trabajar en la serie Amar en tiempos revueltos, en la que desempeñó distintas funciones como guionista hasta el paso a Amar es para siempre, en cuya primera temporada participó. Ha vivido en Nueva York, donde escribió un largometraje independiente adaptando La vida es sueño, de Calderón de la Barca, y ha impartido clases sobre escritura de guión.
Actiualidad
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