Coordinada por el poeta Antonino Nieto Rodríguez, esta antología recoge, por riguroso orden alfabético, una muestra de la obra poética y narrativa de 54 nombres destacados de nuestras letras contemporáneas. Entre ellos, autores y autoras con un relevante y reconocido bagaje literario. Es el caso de Luis Alberto de Cuenca, Ricardo Bellveser, Alfredo Conde, María Teresa Espasa, Carlos Jiménez, Ouka Leele, Paco López-Barxas, Xulio López Valcárcel, Luis Luna, David Morello, Jaime Noguerol, María Antonia Ortega, Javier Puebla, Fanny Rubio, Emilio Sola, Rafael Soler, Javier Velasco Oliaga, Luis Antonio de Villena o del propio Antonino Nieto Rodríguez.
La singularidad de un libro de este tipo reside paradójicamente en su pluralidad. Múltiples firmas, diferentes voces poéticas, distintas narrativas, diversas maneras de escribir y entender la literatura. Imprimir un carácter personal a esta muestra de creadores de hoy, logrando que sus páginas sean un universo homogéneo y diverso a un tiempo, ha sido una vez más el acierto de Antonino Nieto Rodríguez. Una selección cuyo elenco se va completando con textos representativos de la obra de Roberto Alifano, Antonio Barnés, Izara Batres, Esther Bendahan Cohen, Susana Benet, Carmen Blanco, Pati Blanco, Eloy Boan, Yolanda Castaño, Rocío Castrillo, José Enrique Díaz Martín, Mª Ángeles Fernández Jordán, Clara Martín, Félix Martín Franco, Cristina Martín Herrero, Diego Moldes, Juan Pagán, Olga Patiño Noguera o Xosé Perozo.
Poesía, mucha poesía, y prosa. También, cómo no, alguna prosa poética. Textos referidos a los amores canallas, o quizás no tanto, que conmueven y avivan sentimientos e intelecto. Imposible no comerse nos ofrece así la posibilidad de conocer poetas y prosistas (o las dos cosas) que no hemos tenido la oportunidad de leer todavía y, por supuesto, admirar a quienes ya están en nuestra biblioteca y no dejan de emocionarnos. De este modo, según avanzamos en su lectura (no siempre ordenada), sabremos del quehacer literario de Lucía Fraga, Juan Ignacio García Garzón, Yolanda Guío Cerezo, Ramón Jiménez Pérez, Juan López Martínez, Inma Marcos, Zully Arlene Pinchi Ramírez, Claudio Rodríguez Fer, Yanet Ruiz, Antonio Ruíz Pascual, Fran Serrato, Ignacio Tamés García, José Luis Úbeda, Mila Valcárcel, Adina Iona Vladu y Leo Zelada.
Esta relación quedaría incompleta sin citar al poeta y artista plástico Josep Grifoll, autor de la imagen de la cubierta de esta antología, y a la arquitecta e ilustradora Alba Fernández que también ha colaborado en este libro.
En consecuencia, como sucede con el menú de un excelente restaurante, en "Imposible no comerse" no es fácil elegir que probar. Por mi parte, en una primera visita al libro (habrá más sin duda), he ingerido los espléndidos poemas Dijo el cuervo: ‘Nunca más’ y Vampiros de Izara Batres; El rumor del Tiempo y Morir de Amor de Ricardo Bellveser; Apuremos el vino que nos queda de Alfredo Conde; Imposible no comerse de Mª Ángeles Fernández Jordán; Maquinaria y A Deshora de Lucía Fraga; Un animal tierno nos devora de García Garzón; Si me vieras de Carlos Jiménez; Te conocí en La Habana de Juan López Martínez; Olor y Muchacha dormida frente al mar de Xulio López Valcárcel; Per figura sola de Luis Luna; amor canalla,… de Antonino Nieto Rodríguez; La tormenta es un incendio de David Morello; En voz muy baja todo y Todo cuanto llaman nostalgia compartida de Rafael Soler, así como Periódicos y Revolución inacabada de Fran Serrato. Poesía que llega a lo más hondo o llama a la reflexión sobre el mundo que nos rodea. Asimismo, no he podido resistirme a degustar algo de sabrosa narrativa, como Imposible no comerse de Rocío Castrillo; El juego de las muñecas rusas y Rutina de Ouka Leele; ¿Qué pago sería suficiente para un amor perpetuo? de Olga Patiño Nogueira; Te dejé marchar y Deseo furtivo de Jaime Noguerol, A la desesperada de Fanny Rubio y desde luego el excelente Cocido por amor de Javier Velasco Oliaga que bien podría ser la especialidad de la casa. En fin, una dieta saludable que les recomiendo. Sobre todo porque agrandarán su horizonte literario y, lo mejor, no cogerán kilos innecesarios.
Pero como sobre gustos, según dicen, no hay nada escrito, ustedes pueden entrar y consumir lo que más sea de su agrado. En cualquier caso, podrán comprobar que es Imposible no comerse este libro más que interesante. Y eso sí, no es necesario comerlo de una vez, pueden saborearlo despacio y por etapas. Un consejo: disfrútenlo con un buen vino o un espirituoso de su agrado.
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