Jordá recibió el premio el pasado martes, en la ceremonia de entrega del galardón en el marco de la tradicional fiesta de verano de Grupo Hotusa, “Mirando al Mar” celebrada en el Eurostars Grand Marina 5* G.L. Grupo Hotusa brinda al vencedor un total de 18.000 euros en metálico y garantiza la edición y distribución de la obra ganadora en las más de 12.000 habitaciones de los 100 establecimientos que Eurostars Hotels posee en los principales destinos de España, Europa, América Latina, Estados Unidos y África. Asimismo, pasados algunos meses, RBA Libros editará la obra para su comercialización en librerías españolas.
El premio literario impulsado por Grupo Hotusa con la colaboración de RBA Libros y la Universitat de Barcelona ha alcanzado en la presente edición una cifra de 159 originales presentados por autores de 20 países diferentes. En concreto, la mayoría de las obras recibidas provinieron de España, con un total de 87; seguido de 62 manuscritos recibidos de América Latina. La cifra restante son obras procedentes de distintos países, entre los que se incluye Estados Unidos, Holanda, Francia, Italia, Israel, Reino Unido y Portugal.
El jurado del Premio Eurostars Hotels de Narrativa de Viajes está compuesto por los escritores Carme Riera, miembro de la Real Academia Española; Alfredo Conde, Premio Nadal y Premio Nacional de Narrativa; así como por Ana Sanjurjo, directora de Hotusa Hotels; el Dr. Adolfo Sotelo, catedrático de Filología Hispánica de la Universitat de Barcelona; y Luisa Gutiérrez, directora editorial de RBA Libros.
La obra ganadora de la edición anterior fue Mundos Extremos, de la pintora y profesora titular de Historia del Arte de la Universidad Politécnica de Valencia, Amalia Martínez Muñoz.
El Premio Eurostars Hotels de Narrativa de Viajes se enmarca en una decidida apuesta del Grupo Hotusa por ofrecer todos sus canales como medio de apoyo, conocimiento y difusión de la cultura mediante la organización y convocatoria de premios literarios y de otras disciplinas artísticas. Asimismo, Grupo Hotusa desarrolla el proyecto artístico Exposiciones Eurostars, que ofrece a artistas emergentes la posibilidad de exponer su obra en diversos establecimientos de la cadena, en paralelo a la convocatoria de varios concursos de fotografía abiertos tanto a profesionales como a amateurs en los destinos en los que tiene presencia.
Eduardo Jordá (Palma de Mallorca, 1956), poeta, traductor y profesor de escritura creativa, ha sido el ganador de la decimoquinta edición del Premio Eurostars Hotels de Narrativa de Viajes con su obra Pájaros que se quedan (Otoño en Pensilvania), que ha recibido el reconocimiento unánime del jurado.
Eduardo Jordá tiene a sus espaldas una sólida trayectoria literaria. Ha publicado la novela Pregúntale a la noche (2007) y los libros de relatos Playa de los Alemanes (2006) y Yo vi a Nick Drake (2014). También es autor de los libros de viajes Tánger (1993) y Norte Grande (2002), que cuenta un viaje por el desierto de Atacama chileno, además de las piezas viajeras reunidas en Lugares que no cambian (2004).
El volumen Pero sucede (Renacimiento, 2010) reúne una selección de su obra poética. Y el libro de ensayos Lo que tiene alas. De Gógol a Raymond Carver (2014) presenta una serie de ensayos sobre clásicos de la narrativa breve. Como traductor ha vertido al castellano, entre otros autores, a Joseph Conrad, R.L. Stevenson, Mercè Rodoreda, Blai Bonet y James Salter. Desde el año 2005 dirige un taller de Escritura Creativa en Sevilla y también es profesor de Escritura de la Universidad Internacional de Valencia.
Sobre la obra
Una pequeña ciudad universitaria en el interior de Pensilvania, muy cerca de los Apalaches, es el escenario en el que transcurre este libro que amalgama elementos de diario, ensayo, novela y libro de viajes. América, Norteamérica, ese “gran puente sobre un río” que divide dos grandes océanos, es la gran protagonista de un libro que nos remite a la literatura de viajes inspirada por Chatwin, Thubron, Leigh Fermor y tantos otros.
Las luciérnagas de los últimos días del verano, las calabazas que decoran las casas cuando se acerca la fiesta de Halloween, el ángulo donde se decidió la batalla de Gettysburg –la más sangrienta de la Guerra de Secesión norteamericana-, los colores indescriptibles de las hojas de los árboles en otoño, los inmigrantes ilegales que trabajan en las explotaciones agrícolas, los obesos mórbidos que sólo se atreven a salir de noche de sus casas para ir al supermercado, las granjas aisladas donde se fabrican anfetaminas ilegales… son solo algunos de los elementos que pueblan la singular geografía de este inolvidable otoño en Pensilvania.
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