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Laura Freixas
Laura Freixas (Foto: Emilia de Frutos Gutierrez)

Entrevista a Laura Freixas: “Las mujeres jugamos con desventaja a la hora de escribir y de publicar”

Autora de “A mí no me iba a pasar”

martes 18 de junio de 2019, 20:53h

Después de unos años sin publicar ficción, la escritora barcelonesa Laura Freixas regresa con la novela “A mí no me iba a pasar”, una profunda reflexión sobre su vida y sobre el rol femenino en la actualidad. Con precisión de cirujana profundiza sobre su matrimonio y la maternidad, así como en su labor como profesional en distintas profesiones y trabajos.

Laura Freixas
Laura Freixas (Foto: Emilia de Frutos Gutierrez)

En un momento dado de su vida, decidió abandonar su prometedora carrera como editora para centrarse en su vida personal y literaria. Además, Laura Freixas es uno de los referentes del feminismo español y ha desempeñado puestos de responsabilidad en alguna asociación para la igualdad de género en la cultura. “A mí no me iba a pasar” es el resultado de una sincera introspección apabullante sobre ella misma, donde consigue un ritmo vertiginoso sobre los hechos que ha vivido y que nos ha querido acercar después de haberlos meditado en profundidad.

El libro comienza con una cita de Virginia Woolf muy lúcida. ¿Juegan las mujeres en desventaja a la hora de escribir y publicar libros?

Desde luego las mujeres jugamos con desventaja a la hora de escribir, a la de publicar, y a la del reconocimiento institucional y la transmisión de nuestras obras. La cultura ha sido históricamente y todavía es en su mayor parte una creación, sobre todo, de hombres, y a las escritoras nos falta (o tenemos que esforzarnos mucho en encontrarlo, porque está oculto) una tradición en la que apoyarnos, un pasado con el que dialogar. En cuanto a publicar, en la juventud no es más difícil para las mujeres, incluso puede ser más fácil, pero a medida que las carreras avanzan y se afianzan, las mujeres nos encontramos con que se nos apoya menos, se nos excluye u olvida, se cree menos en nosotras, y motivos no faltan, pues la historia demuestra que ellos permanecen más, tienen más reconocimiento y continuidad, son apuestas más seguras, para un editor por ejemplo.

Ningún libro habla de esas labores domésticas que realizan las mujeres, incluso dice que las novelas mienten. ¿Lo hace la suya?

Yo he querido, en “A mí no me iba a pasar, narrar experiencias que sorprendentemente, están casi ausentes de la literatura, estando en cambio muy presentes en la vida, como el embarazo, o las reacciones que ese embarazo produce en el entorno, o la vida de ama de casa. Si algo positivo tiene la discriminación de las mujeres en la cultura, es que muchos temas han quedado fuera del corpus literario, cinematográfico, etc, y por lo tanto hay mucho que descubrir, que decir. Eso a mí me resulta muy estimulante.

¿Se considera una mujer escritora feminista?

Soy mujer, desde luego, no solo en un sentido biológico, sino social, es decir, he vivido y vivo algunas experiencias exclusivas de las mujeres tales como el ser ama de casa o el ser excluida o desvalorizada a priori en el entorno profesional. Soy escritora, de eso tampoco cabe ninguna duda. Y por supuesto soy feminista, es decir, partidaria de la igualdad entre mujeres y hombres y consciente de que estamos lejos de alcanzarla. Y estas tres facetas de mi vida son inseparables; me marcan, igual que me marca el haber nacido en Barcelona en 1958; estoy segura de que si hubiera nacido en La Habana en 1858 o en Tokio en 2018, igual que si hubiera nacido hombre o negra, mi vida y mi escritura serían distintas.

Ha estado unos años sin publicar, ¿a qué ha sido debido?

De entrada, a que de 2009 a 2017 he sido presidenta de la asociación para la igualdad de género en la cultura (de la que fui una de las fundadoras) Clásicas y Modernas, lo que me ha quitado mucho tiempo. Pero más profundamente, creo que en ese momento de mi vida necesitaba resituarme, hacer una reflexión autobiográfica y reorientar mi obra.

Su vuelta ha sido con una autobiografía novelada. ¿Considera que es el momento para recapitular su trayectoria personal y profesional?

Sí, no solo porque he cumplido una edad emblemática, 60 años, sino porque en estos últimos años he cerrado muchos capítulos de mi vida a los que había dedicado todas mis fuerzas: el matrimonio, la maternidad (no se cierra nunca, pero digamos: su parte más activa y absorbente) y conseguir ser escritora.

En Escandinavia se han publicado varias novelas de autoficción. ¿Considera la suya de ese género?

Depende de lo que se entienda por autoficción. Si entendemos por ello “un aspecto o momento de la vida del autor/a, tratado literariamente” (en tal caso, sería lo que en Estados Unidos se llama “memoir”), sí. Pero si entendemos “mezcla de realidad y ficción”, no. En la duda, he optado por la fórmula “una autobiografía en forma de novela”: todo lo que cuento es verdad (mi verdad, claro), pero está escrito con los procedimientos y criterios de una novela, por ejemplo, privilegiando la fuerza expresiva sobre la exactitud informativa.

En “A mí no me iba a pasar” hace muchas confesiones íntimas. ¿No la ha dado pudor en hacerlo?

Un poco sí, pero no mucho, porque esa Laura que fui, la que estaba casada con un ejecutivo y llevaba una vida de maruja de lujo, me queda tan lejos... que es como si escribiera sobre otra persona.

En la novela habla en detalle de su paso por el mundo editorial. ¿Cuál ha sido el balance?

Fui editora de 187 a 1994. Lo pasé muy bien, era un trabajo que me gustaba mucho. Pero yo lo que quería ser era escritora, por eso terminé dejándolo, como he ido dejando todas mis otras profesiones: periodista, profesora de español en Universidades inglesas, empleada de una agente literaria, traductora...

“Me interesa entender los porqués de la vida, entender también mis errores, y me gusta pensar que puedo ayudar a alguien a no cometer los mismos”

En ese caso, no cita a los protagonistas por su nombre, tampoco lo hace cuando habla de la directora de la TVE de la época. ¿Por qué no ha puesto nombres y apellidos a esos personajes que reconocemos casi a todos?

Porque no quiero que se vea el libro como un testimonio sobre una época (unas memorias), sino como una novela. Lo importante en el personaje de la directora de TVE no es lo que yo diga sobre Pilar Miró (a la que ni siquiera conocí personalmente), sino lo que supuso su ejemplo, como el de Isabel Preysler, para las mujeres de mi generación. No hablo de la persona, sino del símbolo.

El matrimonio y la maternidad, al igual que las relaciones con sus padres, ocupan un lugar preponderante en su nueva obra. ¿Cuál sería el balance de esas experiencias?

Mi balance es muy positivo: fui muy feliz durante los primeros años de mi matrimonio, estoy muy contenta de haber tenido una hija y adoptado a un hijo, mis relaciones con mis padres fueron estimulantes, aunque no siempre fueran fáciles. Todo lo cual no impide que me interese entender los porqués, entender también mis errores, y me gusta pensar que puedo ayudar a alguien a no cometer los mismos.

A mí no me iba a pasar es un ejercicio muy interesante, que me deja la sensación, fantástica, de haberme hecho dueña de mi vida

¿Por qué se ha limitado a centrar la novela en los años 1985 al 2003? ¿Podemos esperar una continuación?

Esos años delimitan una experiencia cerrada en mi vida, con un principio y un final: la pareja convencional, la maternidad, la vida profesional como ejecutiva de una empresa (editorial) primero y la vida de “maruja de lujo” después... No creo que haya continuación, pero sí puede haber otro libro en la misma línea que hable de etapas anteriores.

Algunos años los ha eliminado de su relato. ¿Por qué esas reiteradas elipsis?

No son propiamente elipsis, sino que del continuum de mi vida en esos años he entresacado momentos que me parecen cruciales, significativos, momentos-bisagra o momentos-epifanía.

¿Le ha sido difícil enfrentarse a sus recuerdos?

No, es un ejercicio muy interesante, que me deja la sensación, fantástica, de haberme hecho dueña de mi vida, de haberla convertido, incluso mis errores y fracasos, en algo hermoso y con vida propia.

Para finalizar, ¿es su obra más personal?

No me cabe ninguna duda de que "A mí no me iba a pasar" es, a la vez, mi obra más personal, la más singular, la que realmente solo yo podía haber escrito, y la mejor... hasta ahora, claro.

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