En su novela, los huéspedes van llegando al encantador y remoto hotelito Mitchell's Inn donde se observan mutuamente con interés, pero desde una prudente distancia. Todos ellos han recalado allí en busca de un relajante (quizá hasta romántico) fin de semana en medio del bosque y lejos de sus vidas cotidianas. El hotel presume de contar con acogedoras habitaciones, elegantes chimeneas de leña y una bodega bien surtida. La oportunidad perfecta para practicar el esquí o acurrucarse en la cama con una buena novela de misterio.
Pero cuando una violenta tormenta azota las montañas y corta la electricidad, el grupo se ve completamente aislado del resto del mundo. Nadie puede entrar... ni salir. Entonces descubren el primer cadáver, y una horrible verdad sale a la luz. Tienen a un asesino entre ellos. Y no hay escapatoria. Con este agobiante panorama, Shari Lapena va tejiendo una trama donde todos los protagonistas parecen culpables, salvo los que van muriendo paulatinamente. La escritora se muestra muy preocupada con la verosimilitud de la trama. “Es algo fundamental, el lector se tiene que creer lo que ocurre en la novela, sino no tendría sentido”, afirma con rotundidad la escritora.
Shari Lapena ha encontrado una forma de narrar muy personal. “El primer libro lo escribí para mí, no tenía ni idea de lo que se podría vender. Con el tercero, “La pareja de al lado” me convertí en una superventas. Ahora, tengo más experiencia y más oficio, quizá por eso haya complicado más la trama”, señala la autora con agudeza. La trama de su nueva novela se desarrolla en Estados Unidos. “Mis editores me dijeron que los lectores preferían tramas que sucediesen en el país de Trump. Por lo visto, Canadá no vende”, apunta con sorna.
En su opinión, “lo más fácil de la novela ha sido recrear la atmósfera y la acción. Por el contrario, lo más difícil fue unir todas las piezas de la novela para que resultase creíble”, analiza la escritora. Tuvo especial cuidado en cómo reunir a tantos personajes. “Tuve que trabajar mucho en ello para conseguir un equilibro, ya que había demasiadas parejas en la trama”, subraya la autora canadiense.
Shari Lapena es una escritora que cuando se pone a escribir no sabe hacia donde se va a encaminar su obra. “Empiezo con una idea y me dejo llevar. Siempre sin planificar. En esta ocasión, solo tenía un plan: que todos los personajes pareciesen potenciales asesinos. Todo lo que escribo está puesto en la novela por algo”, analiza la escritora canadiense que antes de dedicarse a la escritura ejerció como abogada y profesora de inglés y que en todas sus novelas siempre hay algún personaje que es abogado.
“Todos los thrillers son un poco inverosímiles”
En opinión de la autora de “Un invitado inesperado”, “todos los thrillers son un poco inverosímiles. Por eso, intento que los personajes sean lo más creíbles posible y que la trama esté muy preparada para que el lector no descubra lo que ha sucedido realmente hasta el final”. Su forma de escribir es muy visual, con escenas cortas que van cambiando el ritmo de la trama. “Mis escenas son un resumen de lo que está ocurriendo. Nunca de cómo está ocurriendo. Así consigo mantener la atención del lector”, subraya con convicción la autora canadiense.
Lo divertido de la ficción es que puedes hacer lo que quieras
El escenario de su nueva novela tiene mucho que ver con su nueva casa que compró con su marido cerca del lago Ontario. “Mi casa tiene una gran escalera colonial, algo que también tiene el hotel donde se desarrolla mi novela. Además, compartimos una escalera trasera que está bastante escondida y es por donde suceden los acontecimientos más cruciales de la novela”, dice con decisión durante nuestra entretenida charla.
“Lo divertido de la ficción es que puedes hacer lo que quieras y tengas pensado”, asevera con rotundidad y agrega “el lector lo que quiere es creer y el escritor tiene que dárselo para que te siga acompañando en todo el recorrido de la novela”. Shari Lapena cree que le ha quedado una novela muy teatral que podría adaptarse fácilmente a una película o una serie de televisión.
Los protagonistas de la novela “son un poco egoístas, narcisistas y algo mentirosos. Como en la vida real, pero me gusta acentuarlo para dar más dramatismo a la trama”, apunta divertida con una sonrisa de oreja a oreja y concluye “Me gusta jugar con mis lectores”. Y nosotros se lo permitimos porque sus novelas nos hacen evadirnos de una realidad cada día más sórdida.
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