En palabras de Rodríguez Alva, el autor “se adentra en lo que no puede ser dicho, en el territorio de lo numinoso, en el objeto de nuestras creencias (…). Se mueve transversalmente entre varias tradiciones, se sostiene sobre columnas que no sujetan nada, se sitúa ante sepulcros donde reposan los restos de vírgenes y diosas, avanza desde la nada: «Nada salvo lo eterno/ nos salva de la nada». Y se pone a trabajar en lo soñado, en los rostros que esconden el culto a la vida, la transgresión (todo lo divino lo es, por ello que los místicos y los grandes maestros sean abominados), enseña el camino para el hombre bueno, para el hombre nuevo podríamos añadir; se adentra en los territorios intachables de lo primigenio, en la Arcadia donde todos, algún día, fuimos”.
Alberto Rivas es fotógrafo de publicidad y poeta. Madrileño de la quinta del 83, comenzó su andadura poética en el ya mítico Bukowski Club de Malasaña en 2006, formando parte de su primera antología, en 2008. Ya en 2015 publicó su primer poemario, Cartas a Gilgamesh, con la editorial La vida Rima. Ha participado en numerosas jams y ha sido el coordinador de la Jurassic Jam de El dinosaurio todavía estaba allí, además de participar en distintos eventos como Poesía o Barbarie en 2015, el Sanfest del monasterio de Monsalud en 2016, o el Poetry Slam de Halloween 2016, poniendo en escena a Fernando Pessoa.
También ha participado en La Noche de los Libros de 2015 y 2016 en librerías de la capital. En 2017 colaboró en las revistas de poesía Álora la bien cercada y Oculta Lit. Durante 2018 ha participado en la revista literaria Alacrán y ha auto-editado la plaquette Genealogía de silencios además de quedar finalista del VII certamen de poesía de la Asociación Española de Amigos de la Poesía (ASEAPO). En Lastura ha publicado en diciembre de 2018 el poemario El truco del arquitecto.
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