A propósito de La vida entre paréntesis.
D.A.- Decía García Márquez que lo importante a la hora de escribir una buena novela es la primera frase, que el resto ya se escribe solo...
G.D.- En este caso estoy de acuerdo con García Márquez. A mí me ha costado mucho empezar, y empezar con fuerza y decisión para atrapar a los lectores. He tenido muy en cuenta el comienzo.
D.A.- En algún momento, tu estilo me ha recordado a Cela. Como ya he dicho en otras ocasiones, existe un «gen Germán», una forma de escribir directa y didáctica, que te caracteriza, pero en esta nueva novela has tendido en ocasiones a cierto barroquismo propio del de Padrón.
G.D.- Es verdad que escribo de una forma directa y didáctica, no puedo olvidar mi profesión de docente, sin embargo en esta ocasión he experimentado con una forma distinta de narrar los hechos. ¡Ya me gustaría acercarme a Cela al que admiro y he leído mucho!
D.A.- Por otra parte, has introducido también en varias ocasiones la voz del narrador... Al principio, lo haces con digresiones del texto (cuando loas a Sabina, por ejemplo) y al final, a través de notas a pie de página...
G.D.- La vida entre paréntesis está narrada de forma muy distinta a otras de mis novelas, con paréntesis muy significativos y con las notas a pie de página que ayudan al lector en el recorrido por la novela. La canción de Joaquín Sabina Con un par ha influido en la creación de uno de mis personajes: Porque las mulatas cuando son de bandera, / confunden el corazón con la billetera.
D.A.- Muchos de tus lectores conocen tu afición por los refranes y los dichos populares, que obviamente aparecen de nuevo en esta novela...
G.D.- Me gusta mucho el lenguaje popular, porque son la síntesis de un pensamiento. Decía Miguel de Cervantes que un refrán traído a propósito parece bien. Recurro a ello cuando la idea que reflejan engrandece al texto.
D.A.- En La vida entre paréntesis, hay pequeños apuntes biográficos: el colegio del Abrojo en Laguna de Duero, tu afición por el fútbol,…
G.D.- Yo no estoy en la novela, no obstante sí hay detalles que los que me conocéis veis que me reflejo en ellos. Yo estudié en el colegio oblato del Abrojo, era muy apasionado del fútbol, de la música… Son aspectos que inconscientemente aparecen en el libro.
D.A.- En esta época, en la que siempre hay que ser «políticamente correcto», comienzas tu novela con una cita poco «correcta», donde se dice que el hombre engaña más, pero la mujer, mejor. ¿No tienes miedo a recibir palos por esta cita?
G.D.- Es una cita que pongo en boca de Joaquín Sabina. Espero que todos la sepan entender, no tengo ninguna intención de criticar a las mujeres, que por otra parte a menudo me pongo de su lado.
D.A.- Tú mismo has definido esta y otras novelas anteriores como novelas gastronómicas. Y en los medios de comunicación han dicho que lo que tú haces es disfrazar un recetario de novela detectivesca... No sé si estás de acuerdo con esta etiqueta.
G.D.- Utilizo la gastronomía dentro de la historia que estoy narrando, yo creo que es una de las características que me definen como escritor. Mis novelas no son un recetario, las recetas están dentro de la trama. Me gusta mucho cocinar y comer y eso se nota en las novelas.
Utilizo la gastronomía dentro de la historia que estoy narrando, yo creo que es una de las características que me definen como escritor
D.A.- Sin embargo, también podemos decir que es una magnífica guía de viajes. Ante tus novelas se ambientaban en Valladolid, pero en esta comienzas en Toledo, pasas por Benidorm, Málaga, Río de Janeiro, Valladolid, nuevamente, y Palencia... A la que yo creo que rindes un pequeño homenaje.
G.D.- Como es una novela de persecución y acoso, el protagonista huye de una ciudad a otra en busca de la paz que tanto desea. Recorre varias ciudades, que al lector le pueden servir para visitarlas. La última parte de la novela se ambienta en Valladolid y especialmente en Palencia, con ello quiero rendir un homenaje a la ciudad y a la provincia, que son más. Palencia es mi origen y Valladolid mi vida. Si nosotros no potenciamos nuestra tierra, ¿quién lo hará?
D.A.- Para terminar, quisiera que explicaras el título de tu novela. ¿Qué significado tiene para ti la vida entre paréntesis? Y si te apetece, nos cuentas además cuáles son tus próximos proyectos, pues no creo yo que vayas a dejar de escribir... ¿O sí?
G.D.- El título La vida entre paréntesis hace alusión a los paréntesis que padece el protagonista en su vida, que le afectan mucho, y a la forma de narrar la novela. De vez en cuando recurro al paréntesis para narrar y describir de forma sintética las acciones.
Mientras tenga ideas en la cabeza y guiones guardados en el cajón no dejaré de escribir. Ahora estoy enfrascado en una novela ambientada en el Siglo de Oro, que es el que más me gusta, en la vida de la gente, en sus gustos, diversiones, aspiraciones… En la vida en las mancebías, las casas de conversación, el galanteo, el teatro, el amor, la picaresca… Aunque la novela la tengo muy adelantada, me llevará unos cuantos meses hasta que la dé por concluida.
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