En esta última calle, estaba la primera panadería que hacía pan vienes, Viena Capellanes, local que estuvo regentado por la familia Baroja y donde el escritor vasco Pío Baroja escribió novelas como sus Vidas sombrías y las de Silvestre Paradox, todo ello nos lo explicó con su arrulladora voz juvenil, a sabiendas que muy pocas personas conocen los entresijos de esa historia madrileña que debería escribirse con letras de oro en la genealogía de nuestra literatura, en la trastienda del local se juntaban los hermanos Baroja con el conocido periodista y escritor Corpus Barga para hablar de libros y pinturas.
En el aleccionador paseo, nos paramos enfrente del antiguo Frontón Central que, posteriormente, tomaría el nombre de Kuursal y se convertiría en una conocida sala teatral que luego se convertiría en el Cine Madrid. Ahora ocupa ese mítico lugar una conocida marca de productos electrónicos para los muy tontos. Una lástima que locales de solera histórica sean ocupados por tiendas de consumo tecnológico efímero.
Después de ese breve pero intenso paseo volvemos a la confitería El Riojano, lugar donde el dramaturgo y Premio Nobel de Literatura Jacinto Benavente tenía una conocida tertulia, local que sí mantiene la decoración y el gusto decimonónico, para degustar el típico chocolate con bollos, que no los consabidos churros. Allí María Reig comienza a contar como ideó y pergeñó su ópera prima. “Mi tatarabuelo y otro familiares fueron periodista al comienzo del siglo XX, en mi familia se contaban muchas anécdotas sobre ellos y eso me dio pie para interesarme por su historia. Comencé a documentarme para escribir la novela y se me ocurrió el personaje de Elisa Montero, mujer de origen humilde que es criada desde niña por su madrina, una adinerada y misteriosa mujer perteneciente a la alta burguesía madrileña”, desgrana la escritora con pasión.
Su protagonista buscará liberarse de las limitaciones que le imponen su condición de mujer y su posición social para lograr convertirse en periodista. Además, intentará tomar las riendas de su destino y entregarse al verdadero amor. Como testigo, la rabiosa y convulsa actualidad de una España de entre guerras que la acompañará en su lucha por conocerse a sí misma y sobreponerse a sus propios prejuicios.
María Reig ha conseguido ver su novela publicada con tan sólo 25 años de edad. “La novela se me ocurrió cuando tenía 23 y acababa de terminar la carrera de periodismo”, dice en la vetusta y elegante cafetería madrileña. La publicación no fue fácil, como no encontraba editorial decidió autopublicársela mediante una operación de crowfunding realizada en las redes sociales. “Necesitaba reunir 2.000 euros para acometer dicha empresa y conseguí 125 mecenas que aportaron unos 4.500 euros, gracias a esto, varios medios de comunicación se hicieron eco de ello y así llegó a los oídos de Suma de Letras que decidió publicármela”, desgrana con un tono emocionado la joven escritora. Todo un portento.
“Con la novela he pretendido hacer un juicio a los locales que han ido desapareciendo en Madrid y, también, de los que todavía quedan con ese sabor añejo del siglo pasado”, analiza la escritora que vive en Colmenar Viejo y añade “quería mostrar cómo era la ciudad de Madrid y en contraposición otros lugares de la península Ibérica como los campos de Extremadura”.
La novela, en un principio, le salió demasiado larga. “Tenía bastante más de mil páginas, que tuve que reducir hasta las casi 800 páginas que tiene”, confiesa la autora. La novela quiere mostrar la dureza de la vida entre la Primera Guerra Mundial y nuestra Guerra Civil, sin olvidar los sucesos de la guerra de Annual y la que tuvo lugar en Marruecos en los años 20. “También he querido reflejar la lucha de las mujeres por lograr sus derechos y su pugna para ser distintas a lo que era acostumbrado en la época” señala.
María Reig nos confiesa que “desde pequeña, siempre ha tenido la necesidad de escribir, por eso me hice periodista, aunque mi objetico era ser escritora”. Ahora, lo ha conseguido plenamente y ha publicado una novela donde demuestra que la juventud no tiene que estar reñida con la calidad literaria. La escritora tiene un gran futuro por delante, casi tanto como pasado tiene la ciudad de la que ha escrito con pulso firme y apasionado.
María Reig nació en Barcelona en 1992. Es licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid y máster en Dirección de Comunicación Corporativa por la EAE Business School. Sin embargo, desde niña, su verdadera pasión es la literatura, fruto de la cual es su primera obra: Papel y tinta.
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