Han sido varios los escritores que han acometido las continuaciones de series negras famosas. John Banville recuperó a Philip Marlowe en “La rubia de ojos negros” y falló estrepitosamente, David Lagercrantz lo hizo con Mikael Blomkvist de la serie Millennium y acertó de pleno, centrándose más en el papel de Lisbeth Salander y, ahora, Carlos Zanón lo ha vuelto a hacer con éxito; para ello, ha obviado a varios personajes típicos de Manuel Vázquez Montalbán y se ha centrado en el investigador y su ayudante Biscúter. Zanón ha querido hacer una novela con aires metaliterarios e, incluso, El Escritor, aparece como personaje. La novela se desarrolla en el primer semestre de 2017, “una época donde todos parecíamos tener un problema de identidad. De ahí el título, ya que daba mucho juego”, apunta el escritor barcelonés en los primeros compases de la entrevista. Para Carlos Zanón, “escribir la continuación de la serie Carvalho era todo un reto y muy difícil, pero la creación es precisamente eso y todo tiene su riesgo, aunque me vi perfectamente capaz de hacerlo”, afirma con convicción. “Es como si Carvalho volviese de nuevo, pero diferente. No he querido copiar su estilo totalmente, Montalbán escribía en tercera persona y yo lo hago en primera. He planteado la novela como un coro de voces que, en ocasiones, interpelan al autor. Así que, he tenido bastante libertad creativa. Mi objetivo era crear un vínculo algo diferente con el lector”, explica con minuciosidad el autor mientras bebe una tónica antes de regresar a su ciudad. Zanón, en su novela, ha querido dar más protagonismo a Madrid, y la novela discurre entre las dos grandes ciudades españolas, “que tienen más de común de lo que pueda parecer a simple vista”. Planeta le dio total libertad para escribir lo que quisiese “y no me agobiaron con los plazos de entrega”, reconoce Carlos Zanón que señala que el trato fue exquisito. “Contactaron conmigo a través de la agencia de Carmen Balcells y el proyecto me agradó desde el primer momento, aunque se lo consulté a Paco Camarasa antes de dar la contestación definitiva”, señala. De su amigo Paco, ha heredado la comisaría de la BCNegra de Barcelona, después del fallecimiento del librero, gran especialista del género negro. “Con Manuel Vázquez Montalbán comparto la afición por la poesía, ambos nos consideramos poetas, por el ensayo y por la novela negra”, recapitula Carlos Zanón que mantiene muchos puntos de unión con el creador de Carvalho. También comparten el sentido del humor y el cinismo de los personajes. “El periodismo tiene que demostrar todo lo que dice y la ficción no tiene esa limitación”Uno de los personajes nuevos que nos ha traído Carlos Zanón es Laura, periodista de La Vanguardia”, un personaje de novelas negras que suelen conformar los típicos dúos de periodista-investigador. “La ventaja que tiene la narrativa sobre el periodismo es que éste tiene que demostrar todo lo que dice y la ficción no tiene esa limitación”, asevera razonadamente el autor. Para Carlos Zanón, “los libros son como la magia que tiene muchos trucos, pero tiene que engañarte bien y distraerte”. Por eso, ha utilizado trucos distintos. “He creado personajes nuevos, su novia prostituta de toda la vida ha desaparecido y la he sustituido por una novia zombie. Siempre me ha gustado crear muchos personajes, como si de una novela coral se tratase, muy parecido a las tramas galdosianos”, nos cuenta el escritor.
Carvalho no podía ser el mismo para uno y otro escritor. “A mí me gustan que los personajes envejezcan. Mi Carvalho es un sesentón enrollado, pero ya no puede hacer lo que hacía veinte años atrás. De hecho, está enfermo y no quiere ir al médico para que le digan lo que él ya sabe. El prefiere morir cuando le toque y dignamente”, elucubra Zanón mientras da fin a su tónica, una bebida muy poco de novela negra. La novela está repleta de homenajes, tanto a Vázquez Montalbán como a otros escritores del género negro. “La pareja Carvalho y Biscúter se asemeja a Holmes y Watson; Estefanía es la típica secretaria tocapelotas, etc.”, desmenuza con precisión este escritor que ha sabido dar una nueva vuelta de tuerca a la saga y que necesitaba un personaje que está en la mente de todo buen lector de novela negra. Para terminar, el AVE le espera en la estación de Atocha, hablamos sobre la rivalidad Barcelona-Madrid. “He querido reflejar el diálogo que ocurría en 2017, muy parecido a la de nuestros equipos de fútbol. Yo viajo mucho de Barcelona a Madrid, una ciudad que me gusta mucho y nadie se siente extraño en ella. Los españoles somos una mezcla de un montón de cosas y ambas ciudades lo reflejan”, apunta. Sin embargo, para Zanón, “Barcelona es mejor escenario de novela negra que Madrid. El puerto da mucho juego, además hay dos culturas, dos lenguas y no deja de ser una ciudad derrotada. El Barrio Chino imprime mucho carácter y los escritores barceloneses pensamos y repensamos sobre nuestra ciudad, algo que no ocurre tanto en Madrid”, concluye el escritor barcelonés. Puedes comprar el libro en:
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