Esta historia comienza al final de los años 70 del siglo pasado. El Régimen del general Franco ha terminado, y se vive una incipiente democracia. Eran años en que ETA masacraba a los cuerpos de seguridad del Estado; los yonkis, con sus escopetas recortadas (las chatas) atracaban bancos y establecimientos comerciales, y la policía estaba mal pagada y aún peor mirada, pues se hablaba todavía de los cuerpos de seguridad como de las fuerzas represoras del Gobierno franquista. Pero lo peor de toda aquella situación era que los agentes veían cómo pasaban millones de pesetas por delante de sus narices; los famosos “fondos reservados” que se repartían altos mandos y miembros del Gobierno. Esa fue la cuna de la mafia policial y la guerra sucia: sobornos, robos y cobros de ambos bandos.
Muchos años de investigación han llevado a conseguir toda la información y las evidencias que contiene este libro. Declaraciones en primera persona de inspectores, comisarios, altos mandos de los cuerpos de seguridad y Ministerio del Interior o agentes de información en el País Vasco nos llevaran a conocer lo que realmente ocurría en la España de los años 80. Cosas que nunca se han contado, y con las que veremos cómo la realidad siempre supera la ficción. Conoceremos historias de policías corruptos hasta niveles inimaginables; a agentes que se jugaban la vida por una miserable paga con toda la honradez del mundo; tramas policiales y judiciales increíbles a las que, por primera vez, tras más de treinta años, se intenta dar algo de luz y que finalizan con un desenlace dantesco. O la verdadera guerra sucia contra ETA, el gran negocio del Estado. El 95% de lo que aquí se cuenta, por increíble que parezca en muchas ocasiones, es la absoluta realidad. El 5% restante lo ha guardado el autor como seguro de vida. Nunca se sabe. Las opiniones de los entrevistados pueden secundarse, o producir horror, pero así es la vida. Así es Brigada Criminal, el origen de las cloacas del Estado.
Hablamos con Juan José Revenga
Periodista de investigación nacido en Madrid en 1959. Autor de Civilizaciones bajo tierra y La última bala, un impactante ensayo sobre el narcotráfico en México, inició su carrera profesional como fotógrafo en el mítico diario YA. En la década de los años ochenta trabajó como corresponsal de prensa en los conflictos bélicos de Nicaragua, El Salvador, Panamá o la invasión americana en el Irak de Sadam Hussein. Vivió todo el cambio soviético de 1990 a 1993 en la URSS, y estuvo presente en las guerras de Yugoslavia, Armenia, Osetia o Chechenia. Ha sido productor y director de documentales para las principales televisiones de Estados Unidos y ha realizado numerosas series para TVE. «Villarejo es uno más, que, como veremos en Brigada Criminal, tuvo sus predecesores y sus sucesores actuales. El problema no es el sistema político en el que se trabaja, el problema es el hombre».
Con Brigada Criminal se “atreve” a bucear en los bajos fondos del Estado, ¿qué le lleva a ello?
En la vida que he llevado entre conflictos bélicos e investigando los lugares mas extraños y perdidos del planeta, en esas localizaciones lo normal es que se acerquen a ti los "captadores" de los buenos y de los malos. Si estás en esos lugares, donde no llega todo el mundo, solo unos pocos, es muy probable que entres en contacto con ellos, las agencias y los servicios secretos de todo el mundo y los mayores delincuentes del planeta, allí es donde reclutan a sus trabajadores. Con mi anterior libro, La última bala, relaté desde dentro la realidad de los cárteles mexicanos y el blanqueo de capitales, en Brigada Criminal cuento muchas cosas que nunca se habían narrado, que todos sospechaban, pero que nadie decía. Los autores de todo tipo de fechoría y actos, muchas veces innobles, a la par que heroicos en otras muchas ocasiones hablan por primera vez. Es muy raro que estos hombres hablen, unas veces por ocultar un pasado tenebroso y otras por no recordar lo sufrido. Todo esto ha sido una labor muy complicada, a muchos de ellos los conocía pero en otras ocasiones he tenido que arrastrarme por las cloacas y tirar de todos mis contactos para llegar hasta ellos.
¿Qué es lo que aún no se quiere contar de la España de los 80?
Siempre que había alguien poderoso detrás, todo se tapaba. Los grandes crímenes sin resolver ocurrieron en aquellos años: la desaparición del Nani, los Marqueses de Urquijo, los Galindos... Años en los que los yonkis, etarras y terroristas del Grapo mataban a los miembros de los cuerpos de seguridad del estado como conejos y el gobierno los dejaba solos y miraba para otro lado. Por primera vez, tras más de tres décadas, intento arrojar algo de luz sobre aquellos oscuros años.
De todos los casos, ¿cuál diría que es el mayor escándalo que recoge en el libro?
Escándalos son todos los que aparecen: "la banda del interior" con Vera y Barrionuevo a la cabeza, la mafia de la policía municipal, una impresionante conversación con José Amedo a pecho descubierto contando, una parte de lo que aún oculta sobre los GAL, para seguir vivo. Sin olvidar un viaje a las entrañas del cuartel de Intxaurrondo que nos aclarará muchas dudas.
Es consciente de que que Brigada Criminal va a levantar ampollas, ¿verdad?
Claro que se levantarán, en la edición de este libro he ganado algunos grandes amigos, pero innumerables enemigos. Y vaya por delante que Brigada Criminal no es una crítica a los cuerpos de seguridad, alos que llevaron hasta el límite los gobernantes de entonces, simplemente cuento una realidad desconocida y dura que, en algunas ocasiones, nos parecerá imposible o increíble.
En la actualidad estamos asisitiendo al caso Villarejo. Parece que ya nada nos sorprende. ¿Hemos “aceptado” que los asuntos turbios forman parte de la cotidianeidad?
Los asuntos turbios dentro de la policía y de la sociedad se toman como normales hoy en día, pero en Brigada Criminal veremos el cómo y el por qué se ha llegado a esto; no olvidemos que en España tenemos una de las mejores policías del mundo, al mismo tiempo que una de las peores calañas de políticos del planeta, durante siglos. Villarejo es uno más, que como veremos, tuvo sus predecesores y sus sucesores actuales. El problema no es el sistema político en el que se trabaja , el problema es el hombre.
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