Pedro Santamaría opta en la novela por enfrentar dos voces. Por un lado, tenemos a un narrador omnisciente que va contando la historia de esa cohorte cántabra en su periplo hacia Judea, además de otros episodios históricos donde participan el mismísimo Nerón o su maestro Séneca, está claro que al autor cántabro le encanta la historia de esos hispanos que participaron de manera fundamental en el mundo romano.
Por otra parte, tenemos al narrador Noreno que cuenta, en primera persona, sus impresiones de esta magna aventura donde él es un protagonista privilegiado de unos acontecimientos únicos en la historia universal como es el de la destrucción del Templo de Jerusalén y todo lo que aconteció hasta esa dramática fecha. En ese largo monólogo reflexiona sobre muchos de los aspectos del mundo romano: como es la instrucción militar de las legiones, el trato con los soldados procedentes de países sojuzgados por Roma o la corrupción política que afecta tanto al emperador como a los legados o gobernadores de los países conquistados. Sin olvidar la crítica a la justicia romana, a Herodes o a la religión, sobre todo a los judíos ortodoxos.
La historia comienza con un par de amigos en una pérdida aldea de Cantabria. El odio hacia los romanos les hace que se alisten en la legión para poder llegar a Roma y conquistarla. En poco tiempo se darán cuenta que su empresa es una quimera irrealizablee. Que Roma estaba mucho más lejos de lo que pensaban y que sus legiones asolaban casi todas las tierras conocidas. Embarcados en la Cohorte Cantabrorum recorreran todo el Mare Nostrum casi de punta a punta para llegar a Judea, un país muy diferente a sus montañosas tierras.
En Judea se mezclan con sus habitantes y uno de los protagonistas, Aran conocerá el amor en una bella y joven judía. Este cántabro llegará a desertar por no estar de acuerdo con la política de los romanos y para buscar a su amada que quedó en las tierras sin ocupar por los romanos. Una bonita historia de amor que el autor sabe sacar todo el partido posible con unas buenas dosis de tensión, lo cual nos lleva a que conozcamos muchas de las costumbres de las sectas esenias y zelotes de los judíos.
La novela tiene muchos componentes de obra coral, son muchos los personajes que transitan por las páginas del libro y que nos sumergen en historias muy diferentes, llenas de venganzas, de tramas políticas o religiones enfrentadas. Con mano ágil, el escritor cántabro va pasando de una historia a otra manteniendo la zozobra en todas ellas y mostrando su buena mano para hilar muchos acontecimientos diferentes pero que guardan una relación significativa.
Se nota en las páginas del libro la gran pasión que siente Pedro Santamaría por el mundo romano, del que ha tratado en otras obras suyas, y de su tierra cántabra. Ambas pasiones le impelen a escribir historias cargadas de ardor, también guerrero, emoción e intriga. “Al servicio de Imperio” es un libro fundamental para conocer un acontecimiento prácticamente desconocido que, además, nos sumerge en historias de una fuerza dramática considerable que nos hace gozar con cada página del libro. Uno de los mejores libros de novela histórica del año.
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