Con “Laín. El bastardo” ha conseguido el primer premio de Narrativas Históricas de la editorial Edhasa. “La editorial pasó por un mal momento, pero ahora ha remontado. Tienen un proyecto muy interesante y no hay que olvidar que la editorial es la madre de la novela histórica en nuestro país. Es el sitio natural para un novelista de este género, de ahí que decidiese presentarme al premio con una novela que no fue escrita exprofeso para ello. Además, yo creo que muchas veces vale más ser cabeza de ratón que cola de león”, analiza con detenimiento el autor gallego acostumbrado a ir en la cabeza del avión y no en la cola.

Francisco Narla un buen día decidió estudiar galaicoportugués, gracias a ello dio con una serie de trovadores gallegos del siglo XIII que, presuntamente, recorrieron el mundo. Uno de ellos, Martín Códax, es uno de los protagonistas de su nuevo libro y narrador del mismo. “Leo mucha historia porque me gusta y encuentro cosas que me llaman la atención”, dice el escritor en una tibia mañana otoñal en la ciudad Úbeda antes de presentar su novela en el Certamen de la renacentista ciudad jienense.

“De Martín Códax sólo se conservan siete de sus cantigas que, por supuesto he estudiado, cuando lo hice pensé que ahí tenía un personaje potente, con un gran atractivo para los lectores”, explica razonadamente mientras tomamos un café y añade “así que comencé a investigar la vida de este trovador vigués y descubrí cosas realmente singulares. Ya tenía unos mimbres para tejer una historia interesante”.

Hubo más españoles en las cruzadas de lo que pensamos

Uno de los elementos más interesantes fue el de las cruzadas. “Hubo más españoles en las cruzadas de lo que pensamos. En la Edad Media ya se viajaba muchísimo. El mundo ya era global en el siglo XIII”, afirma tajante el autor de “Assur”, su novela más vendida. “Lleva varias ediciones, incluidas las de bolsillo y las del Círculo de Lectores, la cifra de ventas es superior a los 25.000 ejemplares”, nos informa el autor, siempre vestido con su cazadora de aviador y su inseparable corbata.

Para Francisco Narla, “Martín Códax es un cronista de su tiempo, como demuestran sus cantigas. Fue un reportero de la época medieval que introduce su propia historia en la aventura que cuenta”. Vamos algo así como hacen los escritores que publican autoficción, solo que mucho más interesante porque el trovador cuenta en la novela, en primera persona, la vida de Laín, otro singular personaje que viaja hasta la Mongolia de Gengis Kahn. “Europa estuvo a punto de ser dominada por los mongoles en el siglo XIII. Se quedaron a las puertas, en Hungría. Sin embargo, no se expandieron hacia el Japón porque eran muy malos marinos”, apunta de manera sagaz.

“La historia de España está llena de bastardos”

Si un escritor queda marcado por su libro, el cronista Martín Códax también. Narla cree que “lo novedoso de la novela es cómo está contada. “En España gusta mucho el antihéroe. Los héroes están mal vistos. Nuestro protagonista es un antihéroe que, poco a poco se va convirtiendo en un cabronazo”, sugiere con tino. Antihéroe y cabrón son dos cualidades que nos gustan a los españoles, quizá porque vivamos rodeados de ellos.

En la Edad Media, el nacimiento de las personas marcaba mucho. Los primogénitos eran los receptores de la herencia paterna, los segundones se tenían que dedicar a las armas, los siguientes optaban por el clero y de las mujeres mejor no hablar. De lo que se habla poco es del papel de los hijos bastardos de los señores de lña Edad Media, nuestros reyes eran especialistas en tener una buena retahíla de ellos. “La historia de España está basado en los bastardos. Cuando vemos un escudo familiar un poco torcido es porque esa familia proviene de bastardo. Ninguna novela había contado la lucha por demostrar que un bastardo puede llegar a ser tan bueno como un hijo legítimo”, desmenuza Francisco Narla.

Los héroes están mal vistos en España

“Mi novela es el viaje de un hijo que intenta reconciliarse con su padre, para eso se despoja de todas sus creencias y se reconstruye como ser humano. Todas las ideas que tiene una persona le marcan como ser humano. El protagonista, Laín, sufre una catarsis que le hace reencontrarse consigo mismo, producto de una transformación personal”, avanza el autor gallego sobre su novela, aunque con cuidado para no dar muchas pistas.

“Laín. El bastardo” es una road movie medieval. Un gran viaje con pocos medios y muchas penurias. Paco Narla cree que “viajar y conocer lo que nos es ajeno, nos engrandece como personas. Para conocer hay que salir del hogar y arriesgarse”, sentencia. Muchas de sus novelas tratan de viajes, quizá por ser él un gran viajero que ha dado la vuelta al mundo varias veces. En casi todas sus obras, los animales suelen tener un papel determinante pero donde ha encontrado su esencia es en la novela histórica. “Sé muy bien mi posición en el mercado y no puedo permitir el lujo de experimentos. Mi próxima novela también será histórica”, concluye el autor que tiene un sentido del humor muy gallego, pero realista.

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