El evento que clausuraba la presente edición del histórico concurso, nacido en Finlandia bajo el auspicio de la Universidad de Helsinki, se celebró por segundo año consecutivo en Madrid. En esta ocasión, en la sede central de la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI), institución que ha respaldado el certamen en sus dos últimas convocatorias.
En 2018, el concurso ha contado, además, con la colaboración de la Cátedra Libre de Cultura Andaluza de la Universidad de La Plata (Argentina), la Universidad de Oviedo (España), la Universidad de Guadalajara (México), la Universidad Simón I. Patiño (Bolivia), la Academia Hispanoamericana de Buenas Letras, la Academia de Buenas Letras de Granada, la Academia de las Ciencias, las Letras y las Artes Abulenses, la Institución Gran Duque de Alba (Excma. Diputación Provincial de Ávila), el Institutum Pataphysicum Granatensis, la Academia de Juglares de Fontiveros y las Embajadas en España de: Bolivia, Ecuador, Guatemala, México y República Dominicana.
El acto congregó, como cada año, a escritores, investigadores y docentes del fenómeno literario, otros representantes del ámbito cultural y editorial, así como miembros del cuerpo diplomático de diversas embajadas de habla hispana que acudieron en nombre de los intelectuales de sus respectivos países.
A la ceremonia asistió también la ganadora del certamen, Estefanía Bernabé, que, procedente de Uruguay, viajó a España para leer sus palabras de agradecimiento y recoger el premio en persona. Estefanía Bernabé ‒española nacida en Barcelona, aunque considerada segoviana‒ es Licenciada en Filología Hispánica y Doctora especializada en el medievalismo hispánico. Sus investigaciones comprenden los estudios histórico-sociales de género, la historiografía, la historia de las mentalidades y la historia de la cultura ‒con especial énfasis en la relación entre literatura e historia‒. Entre sus publicaciones académicas destacan las dedicadas a la literatura, historiografía y religiosidad medieval española, así como al Siglo de Oro español, especialmente a Cervantes y su obra. Tras haber desempeñado labores docentes en las aulas de la Universidade Federal do Rio Grande do Sul de Brasil y Pontificia Universidad Católica del Perú, es, en la actualidad, profesora de Historia Medieval en la Universidad de la República, en Uruguay.
El texto que ha conquistado el primer premio en la presente edición y unas claves de lectura sobre el mismo a cargo de nuestra coordinadora, la doctora Salomé Guadalupe Ingelmo, permanecerán disponibles para su lectura en la web del certamen.
Durante el acto celebrado el día 21 se presentó ante el público, además, el soberbio retrato que de la ganadora ha realizado el prestigioso pintor español Alejandro Cabeza, cuyas obras, especialmente centradas en figuras consagradas de la literatura en lengua hispana, forman parte de las colecciones permanentes de museos provinciales y nacionales españoles y extranjeros.
En la convocatoria que ahora se cierra han participado un total de 1454 trabajos, enviados por escritores de 26 nacionalidades ‒argentina, belga, boliviana, brasileña, búlgara, ecuatoriana, española, estadounidenses, francesa, caboverdiana, colombiana, costarricense, cubana, chilena, dominicana, guatemalteca, hondureña, mexicana, nicaragüense, nigeriana, panameña, paraguaya, peruana, salvadoreña, uruguaya, venezolana‒ desde un total de 36 países de residencia ‒Alemania, Argentina, Bélgica, Bolivia, Brasil, Cabo Verde, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, Ecuador, El Salvador, España, Estados Unidos, Finlandia, Francia, Guatemala, Honduras, Israel, Italia, Luxemburgo, Marruecos, México, Nicaragua, Níger, Países Bajos, Panamá, Paraguay, Perú, Puerto Rico, Reino Unido, República Dominicana, Suecia, Uruguay y Venezuela‒. La distribución de las participaciones fue la siguiente: 378 españoles, 276 argentinos, 154 mexicanos, 122 colombianos, 114 ecuatorianos, 76 venezolanos, 73 cubanos, 65 chilenos, 46 uruguayos, 32 peruanos, 24 guatemaltecos, 14 brasileños, 14 panameños, 12 salvadoreños, 10 paraguayos, 9 costarricenses, 9 hondureños, 8 dominicanos, 6 nicaragüenses, 5 bolivianos y casos anecdóticos procedentes de Bélgica, Bulgaria, Cabo Verde, Estados Unidos, Francia y Níger.
Como cada año, entre los galardonados abundan las historias que retratan lo mejor y lo peor del género humano, argumentos que a todos afectan y preocupan –muy especialmente, la complejidad de las relaciones personales en sus más diversas facetas–. Al tiempo, muchos participantes se han decantado por la metaficción. Una circunstancia que los organizadores del concurso interpretan como signo de madurez, producto de un afán responsable por indagar sobre la propia disciplina.
Entre los textos finalistas, además de la metaficción, o al tiempo que la metaficción, ha tenido amplia cabida el género fantástico. Recordemos que según Borges lo fantástico se puede considerar un género fundacional o seminal, un género que se encuentra en los orígenes. Confirmaba Bioy Casares en su introducción a la mítica Antología de la Literatura Fantástica, compilada junto a Borges y a Silvina Ocampo: “Viejas como el miedo, las ficciones fantásticas son anteriores a las letras”. “La literatura fantástica nació con el hombre y está en el primer capítulo del Génesis”, sostuvo en varias ocasiones Borges, para quien la Biblia constituía uno de los más brillantes ejemplos del género y Dios, su mejor creación. De hecho, Borges afirmó que hasta el Poema de Gilgamesh, como otros ciclos épicos redactados tempranamente en diversas partes del mundo, desde la perspectiva de un lector actual, podría catalogarse perfectamente en el género fantástico.
Encontramos, así, entre los textos finalistas, reflexiones inspiradas en maestros del género fantástico como Lovecraft y homenajes a otros padres de la literatura como el propio Borges.
Porque el escritor, de alguna forma, en busca de claves que le permitan entender en qué consiste la piedra filosofal de su oficio, entabla una suerte de diálogo interior con sus predecesores. De ahí la esencial importancia de la lectura, de la lectura reflexiva y crítica.
Durante la entrega de premios, alentadas por la obra ganadora, El día de la noche en llamas, inspirada en el terrible accidente sufrido por la escritora brasileña Clarice Lispector, que pudo haberle costado la vida y le ocasionó graves quemaduras, tanto la coordinadora del certamen, Salomé Guadalupe Ingelmo, como la ganadora, Estefanía Bernabé, reflexionaron en sus respectivas intervenciones sobre los aspectos más duros de la profesión literaria e instaron a no cejar en la lucha por la defensa de la palabra y a seguir, pese a todas las trabas, escribiendo con enorme abnegación y tesón, con verdadero y desinteresado amor por esta disciplina. También con esperanza. Porque, como Lispector nos enseña, la literatura ofrece una oportunidad de revancha frente a la vida.
El comité organizador de este certamen desea reconocer públicamente, una vez más, la labor de cuantos colaboran en la difusión de nuestras noticias: Ministerios, Universidades, Academias, Ayuntamientos, bibliotecas, revistas literarias, prensa escrita y digital y otros medios relacionados con la cultura. En deuda estamos también con todos aquellos que a título personal deciden hacerse eco de este evento a través de sus redes sociales, webs o blogs.
Recordamos que, hacia mediados de febrero de 2019, junto con las nuevas bases para la modalidad de poesía, verá la luz la antología de los textos galardonados en la edición que ahora se cierra. Estamos ya en condiciones de asegurar que será al menos tan atractiva como la del año pasado. Dicho libro se difundirá entre las direcciones que componen la amplia base de datos de este certamen, entre las que se encuentran las de numerosos críticos literarios, editores, docentes e investigadores de la literatura en ámbito académico, escritores y apasionados de las letras.
Emplazamos a los escritores en lengua hispana, profesionales y aficionados, a los amantes de la literatura en general, a tomar parte en este evento también en 2019. Como siempre, sus voces serán atentamente escuchadas.