“Berlín es una ciudad sumamente fascinante y más a los que les gusta leer sobre la Segunda Guerra Mundial y la Guerra Fría. Cada rincón de la ciudad tiene una historia que contar, un secreto que desvelar”, dice la autora que ha escrito una trilogía sobre la ciudad que conoce a la perfección, que ha estudiado para retratar, no sólo la urbe, sino todo lo que en ella ha sucedido en la aciaga primera mitad del siglo pasado. Paloma espera que "Victoria" no solo sea un libro más en las estanterías, sino que logre “conmover, emocionar y provocar reacciones en todos aquellos que decidan acercarse a su lectura”. Como hemos podido comprobar. Ella tiene un objetivo claro cuando escribe una obra: “todo novelista busca historias que toquen el corazón de la gente”. La autora se relaja nadando en la piscina; mientras lo hace se la ocurren las tramas envolventes que la caracterizan y crea a sus entrañables personajes. “El origen de toda buena novela en la curiosidad. Sin este elemento, un escritor no se puede hacer nada”, confiesa. Esa curiosidad, la lleva a buscar perfiles de sus personajes que tengan algo que decir. “No todos los protagonistas de las novelas tienen que ser personas célebres o conocidas. A mí, me interesa más la intrahistoria de la gente corriente, sus vidas privadas que en muchas ocasiones suelen ser muy interesantes”, expone de manera ordenada y certera. Le pregunto si cree que “Victoria” la definiría como una novela histórica. La respuesta es rotunda y concisa: “No. Una novela histórica debe tratar de un personaje histórica. En mi novela no los hay en primer término. Los protagonistas son personajes de ficción que se mueven en un contexto histórico. Yo diría que es una obra de narrativa contemporánea, donde tiene diferentes elementos como el de novela de espías, costumbrista, social… Vamos que tiene un poco de todo”, señala la escritora. “Victoria, es una novela que aborda temas profundos y universales de un periodo muy convulso de nuestra historia reciente. Comienza el 16 de octubre de 1946 y finaliza el 13 de agosto de 1961, el día que las autoridades de la República Democrática Alemana (RDA) dan orden de comenzar a construir el muro con el que se cierran las fronteras”, nos recuerda Paloma Sánchez-Garnica. Un muro que separó al mundo libre y democrático del totalitario. Ironías de la vida, se llamaba República Democrática cuando no fue nunca un país libre y mucho menos democrático. “Casi todo en democracia puede transformarse”Paradojas de la vida, Victoria se va de Alemania a Estados Unidos buscando la liberta y lo que encuentra es un país dominado por el macartismo y por el racismo y la segregación racial. ¡Menudo chasco se llevó! Pero había algo que se llama democracia. “Siempre que la hay, puede haber una oportunidad de cambio. Casi todo en democracia puede transformarse”, elucubra la autora. El periodismo juega un papel importante en la novela. Hay que recordar que la protagonista fue locutora de radio en su Berlín y luego en América. “Puede tener un lado oscuro y, también, un lado bueno. Algunos periodistas estuvieron al lado de Joseph McCarthy, el inquisidor de la caza de brujas en Estados Unidos que “de manera injusta y cruel persiguió a los comunistas americanos”. Es el capitán Norton quien se enfrenta a ese poder.
Las vivencias de Victoria en esos días en Berlín son trágicas. “Los berlineses lo perdieron todo, sus casas, sus negocios, sus recuerdos… y muchos sus vidas”, nos recuerda Paloma. Y, ¿qué es lo que salva a estas gentes? La autora lo tiene claro: el amor. No sólo salva, lo cura, lo sana. “Hay que aferrarse al amor, aunque nos desilusione como le ocurrió a Victoria. Se la quiebra el sueño americano y, también, su sueño profesional y personal”, expone. Para finalizar, Paloma nos habla de su necesidad de escribir. “Tengo que escribir todos los días, si me prohibiesen escribir sería como dejar de vivir. En la novela, reflejo un poco cómo es el mundo, que está lleno de contradicciones y de sinsabores. Quizá sea la literatura y la libertad lo único que nos salve”, termina. En conclusión, "Victoria" no solo es una novela ganadora del Premio Planeta, sino también una invitación a explorar las emociones humanas y a reflexionar sobre la vida a través de la mirada de una de las autoras más originales de la literatura actual. Paloma Sánchez-Garnica (Madrid, 1962) es licenciada en Derecho y Geografía e Historia. Autora de El Gran Arcano (2006) y La brisa de Oriente (2009), su novela El alma de las piedras (2010) tuvo un gran éxito entre los lectores. Las tres heridas (2012); La sonata del silencio (2014), de la que se hizo una adaptación para una serie en TVE; Mi recuerdo es más fuerte que tu olvido (2016); La sospecha de Sofía (2019), y Últimos días en Berlín (2021) han confirmado su consagración entre la crítica y los lectores como una escritora de gran personalidad literaria. Puedes comprar el libro en:
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