La carretera, o los caminos de principios del siglo XX, formaron parte importante de los escenarios elegidos por la mujer en su lucha por la igualdad. Expresiones del tipo: «la primera mujer en…», fueron cada vez más habituales en récords asociados a la aventura, los viajes y la competición: Annie Londonderry que en 1895 dio la vuelta al mundo en bicicleta, Effie Hotchkiss cruzando los EE. UU en moto en 1915 con su oronda madre encaramada en el sidecar, Anita King, la estrella del cine mudo que atravesó los EE.UU en solitario al volante de un automóvil y tantas otras, están recogidas en este libro dedicado a las sufragistas y pioneras de la aventura que pusieron a prueba los límites de su resistencia y libraron su peculiar batalla a favor de la igualdad.
Pilar Tejera, autora de “Viajeras de Leyenda”, con el que brindó un tributo a las exploradoras victorianas, y de “Casadas con el Imperio”, dedicado a las viajeras inglesas en la India Colonial, reúne una vez más, historias inéditas de las damas del pasado.
Amelia Bloomer: inventora de los bombachos para las ciclistas
El derecho a montar en bicicleta fue, para la mujer, el trofeo de una larga y dura contienda librada por muchas y variadas militantes que tuvieron que enfrentarse a la opinión pública, a las críticas y a afirmaciones como esta: «Lamentamos ver como el ciclismo ha hecho que las mujeres se hayan olvidado de su propio auto-respeto y se exhiban públicamente», (SPORT LIFE en 1893). Amelia Bloomer, una luchadora por la igualdad, se las vio con la sociedad de la época al promover el uso de los pantalones bombachos para pedalear. La sociedad de la época acuñó la expresión «Making a Bloomer», para referirse a la gente que hacía el ridículo.
Deportistas como Fanny Workman cruzando el desierto en bicicleta a finales del siglo XIX, Marie Curie, disfrutando de la luna de miel sobre dos ruedas, y miles de sufragistas manifestándose a pedales, sirvieron de amplificador de las proclamas por la igualdad. Periodistas, aventureras, aristócratas, trabajadoras, intelectuales, arriesgaron su integridad a menudo, reivindicando su derecho a pedalear.
El mundo por “Motera”
El libro también dedica un capítulo a las primeras moto-viajeras con historias sorprendentes como la protagonizada por las hermanas Augusta y Adeline Van Buren, las primeras mujeres en culminar en solitario una ruta transcontinental en este medio de transporte. También está la aventura de Theresa Wallach y Florence Blenkiron cruzando en moto el continente africano en 1935, (Londres-Ciudad del Cabo), o del simpático viaje transcontinental de Effie Hotchkiss, acompañada de su madre, subida en el sidecar, que cruzaron los EE. UU de costa a costa (ida y vuelta) en 1915.
La primera taxista, la inventora del retrovisor y la 1ª en dar la vuelta al mundo
En febrero de 1911 se instalaba en un Cadillac un invento obra de un ingeniero estadounidense que cambió la historia del automovilismo convirtiendo en obsoleto el mayor impedimento para que las mujeres condujeran: la palanca de arranque.
En el capítulo dedicado a los viajes en coche, se recoge la historia de Bertha Benz, casada con el que patentó los vehículos de la marca Benz que en 1888 realizó el primer viaje de la historia en coche.
En julio de 1903, Dorothy Levitt se convertía en la primera mujer en competir en un circuito de carreras contra hombres y la francesa Camille du Gast, en la carrera París-Madrid celebrada en 1903, llenaba los titulares de la prensa conduciendo su 30hpDe Dietrich.
Mary Anderson, inventora de los limpiaparabrisas en 1903, Wilma K. Russey la primera mujer taxista de la ciudad de Nueva York, Dorothy Levitt, pionera en la conducción femenina de automóviles e inventora del parabrisas, Alice Ramsey, la primera mujer en cruzar los EE. UU de costa a costa conduciendo un automóvil, o Aloha Wanderwell, que dio la vuelta al mundo en 1920, son algunas de las pioneras en este capítulo.
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