A pesar de ello, no se ha desligado completamente de los terrenos de juego, ya que entre sus clientes y amigos destacan reconocidas figuras del universo del balompié como Diego Armando Maradona, Raúl González Blanco, David Beckham o Cristiano Ronaldo. Anécdotas nunca antes desveladas que harán las delicias de los seguidores de la prensa deportiva y del corazón. Desde muy pequeño estuvo ligado al mundo del flamenco, declarándose apasionado de Camarón, Paco de Lucia o Los Chunguitos.
Richy Castellanos conoce a famosos de todas las tribus: la de los toreros, la de los cantantes, la de los políticos, la de los actores... y sabe bien cómo tratar a cada una de ellas. Richy tiene muchas facetas, lo mismo te recita un poema que ha escrito él mismo, que se lanza a cantarte una saeta, o es capaz de retar al mismísimo Maradona a dar cien toques con el pie a una naranja. Es un hombre peculiar, sencillo, entrañable y muy eficaz, con un don para las relaciones públicas y las convocatorias de medios y famosos.
Porque la fama de lo que Richy es capaz de conseguir ¡llega hasta el Vaticano! Así lo narra en una divertidísima escena en la que veinte sacerdotes querían asistir al concierto que Alejandro Sanz celebraba en Las Ventas durante la gira del disco Corazón partío, entradas que se habían agotado hace meses. Richy se ocupaba del photocall y el backstage, a petición del propio Alejandro, un concierto hasta la bandera en el que tuvo que recolocar a veinte curas en la zona vip. El mejor relaciones públicas de España tuvo la genial idea de poner a dos de ellos en cada una de las diez que ya estaban abarrotadas de famosos. Como recompensa a ese gran alarde de intuición logró una audiencia privada con el Papa Juan Pablo II.
Richy Castellanos es una persona amable y campechana, amante del deporte, sano en todos los sentidos, ya que como él mismo afirma, "yo ni fumo, ni bebo, ni voy al baño". Capaz de preguntar sobre protocolo y luego saltárselo a la torera para cerciorarse de que su Alteza Don Felipe recibe su christmas navideño.
Los comienzos de Richy Castellanos
A finales de 1991, Richy trabaja como relaciones públicas del Holiday Gym, su misión era llenar el gimnasio de famosos, pero él todavía no conocía a ninguno. Los primeros en aceptar su invitación fueron Los Chunguitos, que se presentaron en el gimnasio con todo su séquito, ofreciendo además una imagen bastante pintoresca. Ellos le presentaron a las Azúcar Moreno, que a su vez le presentaron a otros dos famosos, y así exponencialmente la agenda de Richy fue creciendo hasta convertirse en uno de los objetos más deseados del país. El talento innato de Richy se va forjando, aprende a salir ileso de situaciones adversas y en ocasiones disparatadas, siempre con esa soltura del que tiene todo bajo control aunque sea un completo caos.
Se le ha calificado como un pícaro moderno, que tiene estilo pero no clase, no tiene estudios pero es listo como el hambre y aprende rápido. Un día Richy se preguntó "¿cuántos famosos hay en la ciudad?, pues esa es mi cartera de clientes". Así es de especial Richy Castellanos, un tipo que sin tener cuenta de email, sin carnet de conducir y sin saber hablar inglés es capaz de remar una tarde en el Retiro madrileño junto al Boss, Bruce Springsteen. Porque si algún famoso nacional o internacional pisa Madrid Richy tiene el plan perfecto para él, conoce todos los restaurantes, terrazas y tablaos flamencos de la ciudad.
Salir a cerocomacero
Este libro destaca por sus alocadas historias, donde abundan las escenas cómicas que en ocasiones arrancan carcajadas. Peripecias que Richy Castellanos siempre solventa con ese modus operandi tan característico: el cerocomacero. "Su grito de paz que significa que no vas a pagar nada de lo que consumas mientras estés con él, ya sea en un restaurante como Casa Juan, Sagaretxe, el Asador Donostierra, la exquisitez marisquera de Casa Concha, El Jamón y el Churrasco, Casa Lucio o Castellana D.F. o bien la clínica Menorca de su amigo Ángel Martín, donde acuden todos los famosos a hacerse sus retoques. Da igual que asistas a un partido de fútbol, a un concierto, a una obra de teatro, que vayas a pasar un fin de semana a Canarias o al balneario de Mondariz. A cambio sólo tienes que hacerte una fotografía con el director o el propietario del local o junto al nombre del establecimiento para demostrar que has estado allí, y el único requisito es que seas famoso".
¿Cómo se forjó la leyenda del cerocomacero? Richy Castellanos narra cómo poco después de ver un programa de televisión en el que participaba uno de los ídolos de su infancia, Jean-Claude Van Damme, recibe una llamada para preguntar si podía satisfacer los deseos del actor, gran aficionado al flamenco y la paella. Con una llamada, Richy consigue que le preparen una paella para veinte personas casi de madrugada. Cuando el actor se dispone a pagar la factura que ascendía a casi dos mil euros, el maître le informa que era una invitación de Richy Castellanos, éste no daba crédito. Los medios fueron avisados de la presencia Van Damme junto a Antonia DellÁtte y al día siguiente la noticia salió en todos los medios. Cuando Richy fue a saldar la cuenta se llevó todos los recortes de prensa donde aparecía que el famoso actor belga y la modelo de Armani habían estado cenando juntos en el Corral de la Pacheca. Al preguntar qué debía por la cena la respuesta fue: "absolutamente nada; es más, cada vez que vengas aquí con famosos, tienes mi permiso para invitarlos a lo que ellos quieran".
Richy Castellanos nació en Madrid en 1968. De origen humilde, quiso ser torero siguiendo los pasos de su padre, pero de inmediato le sedujo el fútbol, deporte que practicó con la obsesión de llegar a ser Butragueño. Una inoportuna lesión cambió el rumbo de su vida. Con una enorme intuición como única formación y con un gran don de gentes, Richy Castellanos ha logrado convertirse en el mejor relaciones públicas de toda España. Su impresionante agenda de contactos vips, con más de tres mil números de teléfono de actores, futbolistas, músicos, presentadores, políticos, escritores, cantantes, toreros y celebrities, y de medios de comunicación, le otorga una gran influencia en el ámbito de la promoción.
Eloy Arenas nació en Dolores (Alicante) en 1950 y es humorista. Ha participado en más de trescientos programas de televisión y ha publicado varios libros: Los vecinos de mis vecinos son mis vecinos, Machistas Anónimos y Entiéndemetúamí. En teatro ha escrito y estrenado Sálvese quien pueda, Mujer busca hombre que aún no existe, Bobalización y Entiéndemetúamí, representada en diez países. En 2013 escribe el libreto de la ópera contemporánea Mi diva sin mí para la soprano Pilar Jurado, estrenada en el Teatro de la Zarzuela de Madrid. Desde 2004 colabora con Isabel Gemio en el programa de radio «Te doy mi palabra», de Onda Cero.
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