Evita es para el escritor "la mujer que marcó a fuego el peronismo". Para muchos es el personaje más odiado de Argentina, pero para otros tantos es la más querida. "He intentado situarme en el punto medio, contando sus grandes aciertos y también sus grandes errores y eso me lo han agradecido los lectores", dijo. El libro fue un best-sellers absoluto en Argentina cuando se publicó y el autor es una de las personas más queridas y reconocidas de su país: tiene más de 180.000 seguidores y amigos en Face-book.
Su serie sobre Los mitos de la historia argentina, que ya va por su quinto volumen, es una de las colecciones históricas más populares del país sudamericano, con unas ventas increíbles. Además sus libros conjugan la rigurosidad histórica con relatos trepidantes de la historia, usando gran cantidad de metáforas que hacen que el relato histórico se convierta en apasionante.
"Evita continúa teniendo mucha presencia entre nosotros los argentinos", apunta el historiador nacido en Mercedes, Buenos Aires. El libro pretende ser una biografía definitiva sobre ella, que abarca toda su vida y lo que llama el escritor "sobrevida", porque cuenta el secuestro y la tortura que sufrió a manos de los golpistas que derrocaron a Juan Domingo Perón y que terminó con la desaparición del cuerpo de Evita. Su cadáver fue enterrado dos años después en Roma con nombre falso.
"Los golpistas quisieron borrar todo rastro de Evita. Hicieron desaparecer su cuerpo, destruyeron el palacio donde vivió, llegaron a prohibir su nombre, incluso las fotos de ella, con penas de cárcel para quien las conservase y hasta las canciones sobre ella las prohibieron", cuenta el profesor de historia y director de Difusión de la Historia Argentina. Esta situación solo se puede calificar como kafkiana y pese a los esfuerzos de los golpistas el recuerdo del mito sigue estando vivo para los argentinos porque ese mismo mito lo forjaron sin querer sus enemigos.
Para Felipe Pigna Evita "sigue siendo un personaje muy potente". Sin apenas tener una educación formal, Perón fue forjándola poco a poco, hasta llegar a ser una persona altamente formada que supo construir su poder basándose en el manejo de los sindicatos y en la acción social. "Persona generosa, daba grandes sumas de dinero a los indigentes y a las personas necesitadas", opina el escritor.
Hasta cierto punto se mostró molesto con la imagen que se proyectó de ella en la opera-Rock Evita y en la película del mismo nombre. "En ellos se supone que nunca dejó de actuar; si trabajar 16 ó 17 horas diarias dedicadas a hablar y trabajar para la gente es actuar, no es dedicación, ¿qué es?", expuso en su comparecencia ante los medios de comunicación españoles. "Fijarse sólo en sus experiencias sexuales de mujer liberada y llegar a calificarla de prostituta es solo una simplificación de su vida", señaló con toda la razón y añadió "si esto lo hace un hombre sería un elemento de elogio, pero para una mujer es un oprobio".
Anteriormente, a este Evita, realidad y mito, Felipe Pigna editó un libro con fotografías de Evita que le fueron dando muchos resistentes que guardaron las fotos de ella, casi todas ellas inéditas, que tuvo bastante aceptación. En Argentina, el mito de Evita sigue vivo, y eso que para el autor "el peronismo es un fenómeno difícil de entender porque es un movimiento populista con una característica bifronte, con dos líderes carismáticos. Pero eso sí, Evita tenía un nivel de empatía muy superior a Perón. Fue una mujer que marcó a fuego el peronismo", explica.
Mucho se especula con la diferencias y semejanzas entre Evita y Cristina Fernández de Kirchner, "las dos tienen los mismos enemigos, hay una unanimidad en las fuerzas del poder económico y mediático y las dos comparten, también, una vocación muy provocadora", analiza el historiador argentino. Aunque no es muy ecuánime cuando alaba a la actual presidenta argentina, muchas de sus decisiones demagógicas lindan con la ley que estruja a su conveniencia, no es por ello descabellado que los medios de comunicación la ataquen. Ahora bien, "éstos nunca han tenido tanta libertad como ahora, se le ha llegado a decir de todo, incluso insultar", opina Pigna.
La relación entre Perón y ella fue siempre complicada porque él creía que Evita era un producto suyo que había forjado lentamente, "más que celos tenía una competencia política muy fuerte. Se ve claramente, cuando quiere ser vicepresidenta, lo cual no permite el propio Perón.", apunta. A Perón lo define el escritor como "una persona muy maquiavélica y oportunista, que alienta tanto a la izquierda como a la derecha según sus intereses", afirma tajante.
Pero sus dardos más afilados, y no sin razón, fueron para el recuerdo de la segunda mujer de Perón, Isabelita, "fue una verdadera pesadilla, se ha llegado a pedir su extradición por crímenes de lesa humanidad. Alentó la creación de la Triple A y sus escuadrones de la muerte, que cometieron muchísimo crímenes", desgrana. Cristina Kirchner a su parecer no tiene mucho que ver con Isabelita. "Tiene más puntos en común con Evita, sólo que está más formada", sugiere. Evita, pese a venir de extracción humilde y sin estudios, fue paulatinamente preparándose hasta llegar a conseguir una empatía con su pueblo que, diga lo que diga el autor, Cristina Fernández de Kirchner nunca conseguirá.
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