Ai Weiwei, de 56 años e hijo de un famoso poeta represaliado en tiempos de Mao, es junto al Nobel Liu Xaobo y Sajarov Hu Jia la cabeza más visible de la oposición al gobierno chino, motivo que le ha valido la declaración de "enemigo público", varias investigaciones y su reciente detención y aislamiento. Durante los 3 meses de encarcelamiento, Weiwei fue torturado psicológicamente, grabado y observado constantemente por dos guardias, incluso durante sus momentos íntimos, al tiempo que las autoridades se encargaban de demoler su estudio en Shangai.
Los trabajos del artista, mientras tanto, se revalorizan en el extranjero: La prestigiosa Art Review lo nombró en 2011 el artista más influyente del mundo, expuso un millón de pipas de porcelana en la Tate londinense y, hasta el 30 de junio, los españoles podrán contemplar parte de su obra en el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo.
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