"Los niños desparecidos" es un cruce entre Broadchurch y la novela de investigación policial clásica con un trasfondo desgraciadamente familiar: la trama de los abusos sexuales de la Iglesia católica. Esta es la primera entrega de una serie de libros protagonizados por la inspectora Lottie Parker, un personaje fascinante que tiene muchos paralelismos con la propia Patricia Gibney.
Con un argumento que vuelve a estar de actualidad, después de la reciente visita del papa a Irlanda, Los niños desaparecidos es una lectura de ritmo trepidante, cargada de suspense y tensión. Los hechos tienen lugar en Ragmullin, una ciudad ficticia de Irlanda, donde aparece el cuerpo de una mujer ahorcada dentro de la catedral. Unas horas más tarde, encuentran a un hombre ahorcado en un árbol de su jardín. Todas las pistas que la inspectora Lottie Parker y su equipo encuentran apuntan a Saint Angela, un orfanato gestionado por curas en los años setenta.
Patricia Gibney nació en Mullingar, en el condado de Westmeath, justo en el corazón de Irlanda, y es madre de tres hijos. Quiso ser escritora desde que leyó a Enid Blyton y a Carolyn Keene, y tras la repentina muerte de su marido, decidió refugiarse en la escritura para lidiar con la pérdida.
Creían que habían dejado atrás el pasado, pero estaban equivocados
Cuando descubren el cuerpo sin vida de una mujer en la catedral y, más tarde, encuentran a un hombre ahorcado en un árbol, la policía asigna el caso a la inspectora Lottie Parker. Los fallecidos trabajaban juntos en el ayuntamiento de Ragmullin y, además, tienen el mismo extraño tatuaje en la pierna. La conexión entre los dos es evidente, pero ¿qué se esconde tras esa misteriosa marca?
\nLa investigación llevará a la inspectora hasta Saint Angela, un antiguo orfanato de la Iglesia católica que esconde un pasado muy oscuro. Y cuando Lottie está muy cerca de conocer la verdad, dos adolescentes desaparecen. ¿Conseguirá la inspectora atrapar al asesino antes de que ataque de nuevo?
Patricia Gibney es una artista y escritora de Mullingar, condado de Westmeath, en el centro de Irlanda. Es viuda y madre de tres hijos que la mantienen cuerda, o tal vez mantienen su locura a raya.
Patricia quiso ser escritora desde que leyó a Enid Blyton y Carolyn Keene, y tras la repentina muerte de su marido, decidió refugiarse en la escritura para lidiar con la pérdida. Durante años, asistió a cursos de escritura y se unió al Irish Writers Centre para adentrarse en el mundo literario de forma profesional. Los niños desaparecidos es la primera entrega de la serie protagonizada por la inspectora Lottie Parker, un thriller apasionante que se ha convertido en best seller en Reino Unido, Estados Unidos, Canadá y Australia y que ha convertido a Patricia Gibney en la nueva sensación de la novela policíaca internacional.
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