Una novela en la que José Ovejero habla del amor -en ocasiones como si escribiera un ensayo, a veces coqueteando con la poesía-, pero también de búsquedas personales y de crisis sociales, de huidas y de refugios donde soportar el peso de la insatisfacción; lo que permite al autor reflexionar sobre la actual situación de nuestro país y sobre una generación de hombres y mujeres, que ahora rebasan los cuarenta y cuyas vidas se parecen poco o nada a aquellas que se inventarían, si pudieran.
Eso es, precisamente, lo que hace Samuel, el protagonista de este relato que ha tejido Ovejero con absoluta precisión: utilizar el amor como forma de huir de la realidad. Sólo que el suyo es un amor inventado. Inventado, sí, pero real. O lo que viene a ser lo mismo en literatura: creíble. Y es que Samuel "es un hombre que vive un poco adaptándose a las circunstancias, sin complicarse mucho la cómoda vida que tiene, con un trabajo que ni le gusta ni le disgusta, sin muchas emociones. Y, de pronto, por una casualidad, se encuentra con la posibilidad de reinventarse y de reinventar su vida amorosa. Y en ese momento decide emocionarse, empezar a vivir de verdad", ha aclarado el autor.
La invención del amor transcurre en el Madrid actual y relata la historia de Samuel, que se enamora de una mujer que ha muerto y a quien nunca ha conocido. A partir de ahí empieza a reinventar su vida, haciendo cómplice al lector sobre la capacidad del ser humano para autoengañarse. "El eje literario del libro es la mentira, o la invención, y cómo la invención modifica la realidad", puntualiza Ovejero.
Ya lo dijo Manuel Rivas, presidente del Jurado de XVI Premio Alfaguara de Novela, al hacerse público el fallo: "La novela ganadora revela la fuerza transformadora de la imaginación y su capacidad para construir nuevas existencias". Y añade: "Esa historia de amor, nada convencional y sorprendente, que encierra la novela de Ovejero, surge a partir de una impostura y del poder y las posibilidades del azar. La trama se desarrolla en Madrid, en un fondo de zozobra y quiebra personal y social".
Una obra pegada a la realidad, a la calle, un thriller intimista donde los personajes transitan por rincones oscuros de nuestra sociedad actual. "Hay un ambiente como de preocupación, de tensión", ha dicho José Ovejero al hablar de La invención del amor, quizá con el propósito de que el lector no se quede sólo con la historia que da título a la novela, por más que sea una bella historia. "No es para nada un libro romántico o sentimental. No se trata de una historia de amor edulcorada. Hay humor negro y una cierta dureza", termina diciendo el autor.
José Ovejero (Madrid, 1958) vive entre Madrid y Bruselas, donde combina su pasión por la literatura con las colaboraciones periodísticas. Desde que ganara el Premio Ciudad de Irún 1993 con su poemario Biografía del explorador, ha cultivado todos los géneros, siendo reseñable su libro de viajes China para hipocondríacos (Alfaguara, 2013), merecedor del Premio Grandes Viajeros 1998; y su novela Las vidas ajenas, ganadora del Premio Primavera 2005. Desde su primer galardón hasta el último, el autor ha continuado cultivando el género narrativo, con novelas como Añoranza del héroe (Alfaguara, 2013), Huir de Palermo, Un mal año para Miki, Nunca pasa nada (Alfaguara, 2007) y La comedia salvaje (Alfaguara, 2009) ?que obtuvo el Premio Ramón Gómez de la Serna 2010?, con libros de relatos como Cuentos para salvarnos a todos, Qué raros son los hombres y Mujeres que viajan solas (Alfaguara, 2013) y con ensayos como La ética de la crueldad (Premio Anagrama de Ensayo 2012) y Escritores delincuentes (Alfaguara, 2011).
La invención del amor, que ahora publica Alfaguara, ha sido galardonada con el XVI Premio Alfaguara de Novela 2013.
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