Esta situación propició un gran cambio en su vida y le llevó a estudiar las ciencias humanas. De este modo, pasó posteriormente a trabajar como consultor y a ayudar con las palabras a otras personas. Y en el año 2006, año en el que perdió a su padre y a su mejor amigo y en el que nació su primera hija, decidió empezar a compartir sus ideas a un público más amplio mediante la literatura.
Te llevaré a un lugar donde todo es posible es una gran sátira de nuestra sociedad protagonizada por Sandro, un joven profesor de filosofía que pierde a su esposa, una periodista que fue asesinada por una tribu del Amazonas conocida por ser el pueblo más feliz del mundo. Y Sandro quiere vengarse de ellos haciendo que sean infelices inculcándoles la manera de pensar de occidente y, por supuesto, todos sus valores negativos como la envidia, el egocentrismo y un largo etcétera. Pero no lo tendrá fácil, porque una chamán intentará por todos los medios salvar su mundo de las influencias negativas del profesor.
Mediante esta trama, Laurent Gounelle nos plantea una pregunta: ¿Cómo podemos salir del círculo de felicidad en el que estamos inmersos? La respuesta en sí es sencilla, pero lo complicado es llevarla a la práctica: lo primero que tenemos que hacer es escuchar a nuestro corazón y conseguir que no decidan por nosotros, necesitamos un espacio de silencio en el que podamos parar todos los estímulos externos.
Y debemos detener todo lo que procede del exterior ya que estamos condicionados por la sociedad, una sociedad basada en la economía que nos ha convertido en esclavos de dicha economía, ya que la sociedad necesita que consumamos, por lo que nos hace pensar que no somos completos para que rellenemos este supuesto vacío consumiendo. Y este consumo hace que pasemos menos tiempo con nuestra familia y que tampoco lo invirtamos en nosotros mismos.
Por tanto, la sociedad hace que vivamos creyendo que somos incompletos, cuando realmente estamos completos. Y lo que tenemos que hacer es tomar conciencia de que estamos completos y centrarnos en nuestra alma y nuestra esencia, que son nuestros verdaderos deseos y anhelos y dejar a un lado nuestro ego, que representa las necesidades que nos vienen impuestas por la sociedad. Y una vez hayamos conseguido cambiar nosotros, podremos empezar a cambiar el mundo.
Además, en el libro, Gounelle explica su propia receta de la felicidad como el equilibrio entre el ser y el hacer. El ser consiste en aprovechar y disfrutar el presente, tomando conciencia de que dicho presente es maravilloso en sí mismo. Y el hacer consiste en escuchar a nuestro corazón, como veníamos apuntando anteriormente, y en realizar los actos que corresponden a nuestras aspiraciones más profundas. Y todo ello condimentado con el desarrollo de nuestro sentido de la aceptación.
Te llevaré a un lugar donde todo es posible quiere, en definitiva, invitar a sus lectores a tomar conciencia de cómo vivimos y cómo la sociedad condiciona nuestras ideas y nuestros deseos; y nos invita a preguntarnos: ¿Es ésta la manera en la que queremos vivir?
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