La resurrección de Lázaro, las apariciones marianas en Lourdes o las propiedades sanadoras de la momia de San Isidro Labrador son tres de los episodios que se reescriben en El libro de los milagros, un habilidoso juego literario que condimenta esas gestas sobrenaturales con detalles extraídos de la realidad y un sentido del humor profundamente negro.
La autora, Carme Tierz, es licenciada en Periodismo, ha desarrollado su carrera fundamentalmente en el ámbito del periodismo cultural y, muy especialmente, en el de las artes escénicas. Ha sido directora de las revistas TeatreBCN y TeatroMADRID y directora periodística de Hamlet, Revista de les Arts Escèniques; redactora especializada en teatro y columnista en El Periódico de Catalunya, crítica teatral de Guía del Ocio BCN y Time Out Barcelona y colaboradora en revistas como Assaig de Teatre, editada por Associació d'Investigació i Experimentació Teatral (AIET), y Artezblai (Artez). Fue editora externa y prologuista de Memòria Crítica. Els anys difícils del teatre català, de Gonzalo Pérez de Olaguer (Arola Editors), y coordinadora de proyectos editoriales para Ara Llibres. Actualmente colabora con el Institut de Cultura de Barcelona. Próximamente publicará el libro de relatos La dona i el monstre i altres contes sobre dobles (Arola Editors).
La ilustradora del libro es Elisa Gómez Sobelman. Nació en Bogotá, Colombia, y se crió en España. Creció rodeada de arte, con padre marchante y madre historiadora del arte, y ya desde muy pequeña desayunaba creando mundos imaginarios e ignorando las conversaciones que volaban a su alrededor. Se formó en diseño gráfico en el Istituto Europeo di Design y la School of Visual Arts de Nueva York. Actualmente compagina su trabajo como artista y diseñadora con ser docente de adultos en el Istituto Europeo di Design y de niños en el Colegio Americano de Madrid. Max Ernst, Man Ray, Alexander Rodchenko, Duchamp, Hannah Hoch, John Heartfield, Joseph Cornell, Du Buffet, Calder, Sr. García, Sean Mackaoui, Radiohead, Micah P. Hinson, Devendra Banhart, Beirut, Miles Davis, Louis Armstrong, The Cure, Won Kar Wai, Julio Cortázar, Paul Auster, Geroges Perec... han ayudado en su formación como Corta y Pega.
Trabaja con editoriales como Marcial Pons Historia y Ediciones Asimétricas. Ha publicado en revistas tales como Esquire Magazine Spain, Calle Veinte, Claves de la Razón Práctica, Tendencias del Mercado del Arte, Electric Sheep UK, Litro Magazine UK, etc. Ha expuesto en las exposiciones colectivas The Line Forms Here (Nueva York), A Medias (Valencia), Crisis Design (Madrid) y Cartográfica (Madrid). Pero, ante todo, su mundo es surrealista.
Los paisajes que surgen en El libro de los milagros, primera y notable incursión de Carme Tierz en el territorio de la literatura, están poblados de seres reales cuya conducta tiene poco que ver con lo que se suele entender como verdad histórica, sobre todo cuando esas «verdades», como son los casos de Teresa de Ávila, Bernadette de Lourdes e Isidro el labrador, cuentan con la aprobación de las autoridades eclesiásticas, quienes las han alimentado desde hace siglos en su propio beneficio. Da la impresión de que Tierz ha dispuesto de la llave secreta que permite acceder a esas partes no escritas que forman la historia silenciada de tales personajes, algunas de las cuales podrían yacer in secular pacem en los sótanos del Vaticano junto a esos libros prohibidos de los que tanto se habla y se especula.
Por las páginas que siguen transitan, aparte de los mencionados, un Juan Pablo II empeñado en la práctica de un exorcismo, un Superman obsesionado por la Biblia (a quien la autora llama con ironía San Superman), el famoso «Sacamantecas» y un nutrido grupo de personajes (no siempre secundarios), entre los cuales figuran miembros de viejas realezas y de órdenes religiosas, un capo mafioso y los mismísimos Jesús de Nazaret, Francisco Franco (llamado el Excelentísimo) y su consorte Doña Carmen (llamada la Señora), poseedores, se comentaba, del brazo incorrupto de Teresa de Ávila, más conocida como Teresa de Jesús. Antes he dicho ironía; y de eso hay mucho en este libro, que mira a las zonas ocultas de «lo real» pero también a las partes en sombra de alguien como Superman (en el fondo otro «iluminado»), a quien la mítica popular ha conferido carne y huesos, extrayéndolo de su nacimiento como figura de cómic, por lo que no resulta raro encontrarlo en esas compañías. Abundan entre nosotros los locos místicos y sus desvaríos, convertidos a menudo en dogma de fe (por supuesto, siempre interesadamente). Esa ironía, unida a una escritura limpia, eficaz, da pie, por ejemplo, a unas páginas (las dedicadas a Isidro el labrador) que retoman gozosamente la idea de las maldiciones de las momias.
(Del prólogo de JOSÉ MARÍA LATORRE para El libro de los milagros)
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