Así define Caballero Bonald este nuevo libro que acaba de publicar la editorial Almuzara, obra de Alejandro López Andrada, en el que rinde un sentido homenaje hondo y poético a todos los hombres que, hace ya décadas, vivieron en pleno contacto con la Naturaleza durmiendo en chamizos, soportando la lluvia, la escarcha, el frío y el intenso calor.
"Los años de la niebla" es el segundo eslabón de la trilogía rural de Alejandro López Andrada tras "El viento derruido", también publicado por Almuzara. Una crónica con una gran carga literaria, escrita en prosa, que indaga en la atmósfera brumosa que envolvió las vidas de los pastores en la posguerra de nuestra contienda civil, cuando en los campos aún no existían las alambradas y los chozos de paja poblaban las sierras y las dehesas de muchos parajes agrestes del país.
Con prólogo de José Manuel Caballero Bonald y ambientado en el norte de Córdoba, en la comarca de los Pedroches, este libro, de deslumbrante tono lírico y repleto de momentos memorables, no es solo un tratado de fondo ético y social, sino que, al mismo tiempo, supone un estudio minucioso y conmovedor sobre las almas humildes e inocentes de un puñado de hombres, de niños y de mujeres que hubieron de sobrevivir en un duro ambiente de estrechez económica y falta de libertad, sin perder jamás la alegría y la ilusión.
"No es que Alejandro López Andrada haya inventado un género, sino que los ha vencido”, concluye Joaquín Pérez Azaustre.
Alejandro López Andrada (Villanueva del Duque, 1957) comenzó a escribir muy joven y hasta la fecha ha publicado poemarios como El Valle de los Tristes(1985), La tumba del arco iris (1994), Los pájaros del frío (2000), La tierra en sombra (2008) y Las voces derrotadas” (2011).
Ha recibido premios como el Nacional San Juan de la Cruz, Iberoamericano Rafael Alberti, José Hierro, el Andalucía de la Crítica, el Fray Luis de León y el Ciudad de Córdoba “Ricardo Molina”, entre otros.
Ha escrito asimismo poesía infantil, tres ensayos narrativos sobre la desaparición del mundo rural y once novelas, una de las cuales, El libro de las aguas (2007), fue adaptada al cine por Antonio Giménez-Rico. Tras El jardín vertical (2015) y Entre zarzas y asfalto (Berenice, 2016), resulta ganador del Premio Jaén de Novela, uno de los más prestigiosos del país, gracias a Los perros de la eternidad.
Hijo Predilecto de su localidad natal, en 2007 se dio su nombre a una plaza de la misma ("Plaza de Alejandro López Andrada"); en ella se encuentra la casa donde nació.
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