“El hilo de sangre” es el título de la quinta entrega de Lascano. Un hilo de sangre que comenzó su recorrido con la muerte de los padres del comisario y ha llegado hasta nuestra fechas. “El crimen de sus padres nunca se resolvió y ahora aparece un testigo que dice saber quiénes fueron los culpables”, explica el escritor platense en la sede de su editorial madrileña.

“Los libros de la saga comienza con Crimen en el Barrio del Once y se desarrolla en los tiempos de la dictadura de Videla, después pasamos a la post-dictadura y, posteriormente, a la democracia, con los que se cierra la trilogía. Años más tarde vino La conspiración de los mediocres que es una precuela de esas tres novelas y terminamos con El hilo de sangre que es a la vez una precuela y la finalización de la historia de este comisario al que le ha llegado la hora de la jubilación”, explica de manera pormenorizada este escritor argentino radicado en Barcelona.

La dictadura argentina es uno de los ejes de su novelística. En los años de la dictadura, se cometieron todas las tropelías inimaginables. “La tristemente célebre Triple A de López Rega cometió numerosos crímenes y las desapariciones llegaron a más de 30.000. Todo argentino conocía a alguien que desapareció”, recuerda tristemente Ernesto Mallo y continúa diciendo “ahora el poder político ya no necesita matarnos para robarnos. El poder político se ha vuelto más inteligente”.

Ernesto Mallo disecciona la sociedad actual con bisturí de acero. No se le escapa a dónde está llegando un poder político cada día más corrupto. “Lo de España no es nada si lo comparamos con Argentina. Escribí un libro sobre Menem que tuve que decir que era ficción para que se pudiese publicar”, recuerdo éste inteligente escritor que como su protagonista bordea la jubilación, aunque sigue estando más lúcido que escritores más jóvenes.

“El Perro Lascano es una persona que busca la verdad y, por desgracia, la encuentra”

“El Perro Lascano se ha jubilado y tiene un retiro dorado porque ha recibido una inesperada herencia, además ha recuperado al amor de su vida pero no todo va a ser felicidad. Una persona, a cambio de morfina, le dice que él sabe quien fue el culpable de las muertes de sus padres. Este dato le vuelve a movilizar”, desmenuza el autor argentino con tono pausado. “Lascano sigue teniendo las mismas obsesiones que en el pasado y sigue siendo la misma persona tozuda, obsesiva, leal y que busca la verdad y, por desgracia, la encuentra. Es un hombre de acción que no sabe aburrirse”, describe a su creador.

Cuando se sienta ante el ordenador Ernesto Mallo no tiene una intención clara de lo que va a escribir. “Sí tengo una idea central de la que parte la trama pero nada más”, nos desvela este gran escritor poseedor de un estilo propio que a él mismo le gusta diferenciar con sus silencios entre líneas. “Las novelas las termina el lector”, sentencia con agudeza el escritor nacido en La Plata. En esta ocasión, sí quería contar los orígenes de Lascano, desvelar algunos de los enigmas de su vida para que el lector se haga una idea más completa de su célebre comisario.

El marketing es el arte del engaño

Para Ernesto Mallo, la novela negra es el género por excelencia de la literatura social y política. “El mundo se divide en ricos y pobres y la brecha, cada día, se va haciendo más grande. El 5% de la población mundial acumula la misma riqueza que el otro 95%”, apunta y continúa razonando “hoy en día, las empresas han ido creciendo tanto que se han convertido en corporaciones donde la gerencia de la empresa se ha ido transformando en gerencia de marketing, que es el arte del engaño. Los consumidores estamos siendo estafados constantemente”.

En nuestra conversación va saliendo demasiado temas de política que preocupan a cualquier ciudadano. Ernesto Mallo es crítico con el concepto de autoridad. “Los latinos tenemos un sistema de raíz autoritaria. Este concepto está muy metido dentro de la gente que no deja de ser la raíz de las dictaduras. Hoy el corrupto es más antisistema que el anarquista”, afirma. Y ya sabemos en qué bando se encuentran los corruptos. “La infamia está forjando el destino, sobre todo, los hechos más traumáticos”, concluye este escritor militante contra la injusticia.

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