"Y que se duerma el mar", precuela de "El lenguaje de las fuentes"
Gustavo Martín Garzo decidió empezar a escribir esta novela al sentir la llamada del personaje de María y de la historia de la Anunciación y del nacimiento de Cristo. Como de María no se sabe nada ya que hay una especie de manto de silencio que la cubre en los textos bíblicos y no disponemos de casi ninguna información de ella, esto permite al escritor imaginar y relatar cómo pudo ser su vida o cómo reaccionó ante los acontecimientos que le rodearon. En esta novela prácticamente no se trata al personaje de Cristo debido a lo difícil que es manejarlo literariamente y debido a que tenemos una mayor información sobre su figura, por lo que resta libertad a la hora de hablar sobre él en una historia que es, fundamentalmente, ficticia.
Para el Gustavo Martín Garzo, la historia de María es una historia que pertenece a su infancia, ya que se la explicaron cuando era niño. De esta manera, todo el libro surge de la esencia de la infancia, el único momento en que los seres humanos somos felices. Además, la anterior novela le dejó una cierta insatisfacción, ya que no pudo contar la historia dándole el enfoque que él quería porque sólo podría contar la historia desde dentro a través del personaje de María y para ello, decidió hacerlo a partir del momento de su infancia.
María era una niña un poco extraña debido fundamentalmente a su minusvalía, ya que nació sin una mano, lo que le llevó a ser un poco marginada, un prototipo del personaje algo diferente que aparece en múltiples historias literarias- Así, la construcción de este personaje visionario y solitario le permitió narrar como él siempre había querido la aparición de los ángeles. Por tanto, utilizando la infancia de María dio forma a los cimientos de esta novela.
Por otro lado, Gustavo Martín Garzo nos introduce la relación de María con el resto de miembros de su familia. Su madre acepta la minusvalía de la niña, pero su padre siente mezcla de amor inconmensurable combinado con la imposibilidad de aceptar del todo el hecho de que su hija haya nacido sin una mano. Joaquín, su padre, es muy seguidor de las doctrinas y no puede creer que su hija haya nacido mutilada, algo que causa bastante rechazo entre los judíos. Pese a que María fue una niña muy deseada (pero que sus padres no esperaban debido a su avanzada edad), su padre se queda horrorizado y en un principio la rechaza, ya que para él era la prueba de que había fallado en algo a lo largo de su vida. Pero finalmente, a pesar de sus reticencias iniciales, vemos cómo siente un deseo inmenso de protegerla y logra establecer un fuerte vínculo con ella. Por tanto, se aprecia su conflicto entre el deber y el amor, lo que quería hacer y lo que tenía que hacer.
Historias de "Las mil y una noches"
A su vez, el libro está lleno de historias como Las mil y una noches y, al igual que éste, está lleno de deseo y de vida. Ninguna vida cabe en una sola historia, necesitamos muchas historias para contar lo que somos. En esta novela, Abigail es como el personaje de Sherezade, pone nuestros deseos en palabras y puede ver nuestros sueños. Esto tiene que ver con las convicciones del autor acerca de la función redentora de la literatura: Sherezade con sus cuentos es capaz de salvar su vida y de las que hubieran ido tras ella. Convoca el poder salvador de las palabras, palabras que tienen el poder de dar vida.
Por otro lado, Y que se duerma el mar nos habla de la maldad como fruto de la desesperación, y realiza una defensa a ultranza de la bondad. El verdadero misterio del mundo es la bondad, ya que la maldad es algo más simple e instintivo para conseguir lo que queremos de un modo rápido y sin tener en cuenta las consecuencias.
Además de la maldad, en la novela está presente la envidia, ya que en toda novela debe aparecer cómo realmente somos los seres humanos. La literatura debe dar cuenta de la totalidad de la vida, tienen que aparecer todos los sentimientos que están en nosotros, tanto los buenos como los malos.
Finalmente, hay que destacar el importante papel de los personajes femeninos en la novela. Las mujeres que aparecen tienen los pies muy bien puestos sobre la tierra. Por ejemplo, María renuncia al amor apasionado como el que ha visto surgir a su alrededor y acepta lo que le ha tocado vivir de forma consciente, sabiendo que debido a su minusvalía le va a ser muy difícil encontrar marido. Así, este libro es una novela muy femenina, de mujeres interesantes que están en desacuerdo con lo que las rodea y que tienen sueños y aspiraciones.
En definitiva, Y que se duerma el mar es una gran novela sobre uno de los personajes más emblemáticos de nuestra historia.
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