Lorenzo Silva gana el Premio Planeta 2012 y Mara Torres queda finalista
En el planeta de los libros, este galardón es el más codiciado por los escritores. Tanto o más que el premio Nobel, al que se acerca mucho en la retribución pecuniaria. Este año ha sido Lorenzo Silva el justo ganador. En la novela vuelve con sus queridos y aclamados protagonistas, el brigada de la Guardia Civil, Rubén Bevilacqua y la sargento, del mismo cuerpo, Virginia Chamorro.
"Los dos son unos trabajadores en un país con demasiados especuladores, donde hay demasiada gente acostumbrada a tomar atajos para forrarse", afirmó en la presentación a los medios el novelista Lorenzo Silva. No pudo contenerse y lo dijo al contestar a una pregunta de la escritora alcarreña Clara Sánchez, que fue la encargada de presentar la novela y a la que le une una gran amistad y respeto desde un viaje que hicieron hace bastante años a Venezuela, como le recordó la novelista.
"Hace poco tiempo estuve en Venezuela y me informaron de que en aquel país se cometen 20.000 homicidios al año, de los que sólo se esclarecen un 5%. En Venezuela si tienes un problema lo más fácil es asesinar porque casi nunca se resuelven los casos", explicó el novelista ganador del Premio Planeta 2012. Por eso, cuando ya hace unos años creó a su renombrado brigada, pensó en la Benemérita como institución sobre la que escribir, "ya que es el cuerpo de las fuerzas de seguridad que más tiempo lleva resolviendo crímenes en España y nadie había escrito sobre ello", añadió.
Lorenzo Silva reconoce que ha sido lector de novela policiaca durante mucho tiempo y que ha disfrutado mucho con detectives outsider como Philip Marlowe o Sam Spade, pero "no me sentía cerca de ellos", le eran ajenos, "mis protagonistas tienen que tener algún en común conmigo, que sus inquietudes fuesen las mías", cuenta. Y eso fue lo que le llevó a la Guardia Civil, a normalizar los personajes y que fuesen comprensibles y cercanos a sus lectores, "pese a estar nuestro país lleno de anomalías", declara el autor de Niños feroces.
En su turno de palabra, Clara Sánchez calificó la novela como "espléndida" y cree que los personajes "los ha dotado de una magia que les hace trascender a la propia historia. Ha dado con unos personajes míticos, "no tienen ninguna característica extravagante, nada les saca de lo humano y, por supuesto, no son cínicos", reflexiona la autora de Guadalajara. Lorenzo Silva dijo que no le gustan los cínicos, "siempre los detengo al borde del cinismo. Para mí, los cínicos tienen un fondo de simpleza, son unos incoherentes", reflexiona.
Una de las cosas que más le gustan a Clara Sánchez es que los protagonistas sean un hombre y una mujer. Casi igual que a los responsable de Planeta, les gusta que sus ganadores sean un hombre y una mujer. Baste mirar la lista de ganador y finalista de los últimos veinte años para ver que cuando gana un escritor, la finalista es una escritora y viceversa. Buscan, quizá por marketing, la pareja perfecta y en esta ocasión, como casi en todas, lo han conseguido. Un escritor consagrado, Lorenzo Silva y una joven y prometedora revelación, Mara Torres.
Esa pareja perfecta de escritores que ha encontrado Planeta este año, se trasuntan en esa pareja perfecta de guardias civiles. Bevilacqua y Chamorro, son dos personajes muy reales, "no son personas con cargo, son personas limitadas que tienen muchos superiores por encima de ellos y en la cúspide de la pirámide está el juez; ellos no juzgan, sólo detienen", cuenta el escritor sobre sus protagonistas, los cuales siempre tienen un respeto por la dignidad humana. Por eso sus casos se centran en conductas delictivas devastadoras, corrupción de los servidores públicos, de lo cual sabemos mucho en este país, o tráfico de mujeres. "No busco un juicio moral, pero sí social de esas conductas dañinas", finaliza el autor de novela negra más leído en España.
Mara Torres no podía haber encontrado mejor presentador de su obra que su amigo Eduardo Noriega. El actor es amigo de la escritora desde hace más de 15 años. "La protagonista de La vida imaginaria me recuerda mucho a Mara, aunque hay ocasiones en que no. La novela está escrita en primera persona, en un tono muy desenfadado e incluso cómico, que nos hace que nos riamos con sus ocurrencias", dice el actor.
Mara Torres reconoce que el libro tiene mucho de ella, de un periodo en el que estaba sola pero "no vivía un momento de soledad porque sí estaba muy acompañada. Cuando escribe siente que "puedo hacer lo que me da la gana. El mundo está a mis pies, puedo hacer que la protagonista viaje a Nueva York, a Tokio o a Getafe", concede irónicamente a Silva. Ahora está encantada por el resultado, "muchas personas que han leído el libro me han dicho: Yo soy Fortunata", relata entre risas. Incluso por las redes sociales le ha llegado ese comentario y a mi lado una espectadora ya llevaba una chapa con esa leyenda. Todos somos o Fortunata o Bevilacqua.
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