Maruja Torres tilda de "pijo rencoroso" a Juan Luis Cebrián
El acto de inauguración del curso de la Facultad de Comunicación de la UAB contó con la participación de Maruja Torres, que según las crónicas salió del aula magna de la universidad en la que se congregaron cientos de estudiantes, como un torero en tarde de gloria, por la puerta grande.
La periodista, de 69 años, criticó duramente la política del consejero delegado del Grupo Prisa, Juan Luis Cebrián al que llamó ''cateto'' y ''pijo rencoroso sin conciencia''.
Maruja Torres es una periodista aguerrida, de esas que no tienen pelos en la lengua, escritora de bandera. "Pero hoy es un día triste para las libertades en este país" refiriéndose a su periódico de toda la vida, EL PAÍS, "Hoy 138 periodistas bien formados y que saben de lo que hablan, con capacidad crítica para oponerse al sistema, serán despedidos y sustituidos por gente dócil, absorbida por el sistema desde el inicio y dispuesta a hacer de todo por 800 euros."
Maruja Torres ha cubierto guerras, donde se hizo famosa por tumbar bebiendo a cualquier 'machito' que se le pusiera por delante. Trabajando para el periódico y cubriendo los conflictos acontecidos en Panamá vivió cómo mataban a su compañero, reportero gráfico, Joantxu Rodríguez bajo una manta de balas estadounidenses. Por esto responde sin tapujos a las preguntas comprometidas sobre el sueldo de Cebrián y el ERE del prestigioso diario.
"La historia de El País -dice- es la de Saturno devorando a sus hijos. Cebrián nunca asumió no ser el hijo carnal de Polanco. Es rencoroso y pijo, pero un pijo sin conciencia. Decía que estaba salvando el periodismo, que había un cambio de paradigma. Mentira. Perdió 5.000 millones de euros jugando al capitalismo de casino, comprando radios en Miami y teles latinoamericanas que no valían nada. Quería ser un tiburón de Wall Street pero era una sardinita que todo lo hizo mal. Se pulió las ganancias del trabajo de todos nosotros en la aventura del mejor diario de la democracia española. Cebrián era un quiero y no puedo, un cateto".
Además de la cuestión de El País, Maruja Torres aborda la cuestión de la situación general por la que está atravesando la profesión, "hay periodistas -explica- que sólo quieren ser jefes. Son los más mediocres y dóciles. Y ser jefe es lo más fácil del mundo. Cierto que hay mucha gente dando codazos y haciendo putadas para trepar, pero al final lo consiguen porque pese a que hay muchos, se trata sólo de ir haciendo putadas e ir subiendo. En un mundo justo no sería así, pero la justicia hace tiempo que no está por las redacciones."
Ante la grave situación actual, Maruja Torres llamó a los estudiantes al "boicot de forma profesional" y los animó a tomar el control y a acabar con todo lo que no funciona del sistema. "Yo formo parte de la generación que trajo la democracia, y éramos muy conscientes de que era eso lo que nos tocaba hacer. Ahora está muy claro que os toca a los que sois jóvenes acabar con esto. Sois claramente una generación destinada a hacer cambios. Para ello debéis formaros y formaros bien, para cuando sea necesario barrer toda la mierda que nos están dejando. Y habrá que formarse mucho para barrer mucho. Leyendo a Zweig te das cuenta de que incluso esos grandes imperios y esas clases burguesas del siglo XIX se descompusieron y tuvieron que ser sustituidas por algo nuevo. Ahora todo se está descomponiendo mucho. Vosotros tendréis que hacer ese proceso."
"El 'por qué' es la pregunta fundamental en el periodismo y en la vida", dice. Maruja Torres transmitió su visión sobre el oficio y animó a practicar el ''periodismo de la verdad'', es decir, "de la contextualización, de la memoria, un periodismo de la excelencia, que hace tiempo que no se encuentra en los diarios".
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