En 1984 se publicó la primera edición de "El esperado"
Con el tiempo, la falta de continuidad se convirtió para mí en una obsesión no tanto porque me pareciera indispensable cerrar la trilogía sino, al contrario, porque la novela debería ser capaz de justificarse por sí misma. Y esto significaba que algún día habría de ser reescrita para devolverle toda su entidad.
El problema de la reescritura es el paso del tiempo. Una novela escrita en su tiempo responde estilísticamente a su tiempo y al estado en que se encuentra la concepción narrativa y estilística del autor. Si una novela se reescribe un cuarto de siglo después, o bien respeta el estilo y el tiempo en que fue escrita o bien se escribe de nuevo íntegramente. El esperado, además, presentó en su día una innovación estilística y expresiva novedosa: la alternancia en el relato entre primera y tercera persona, novedad que llamó la atención, entre otros, de Juan Benet.
El libro que ahora se publica de nuevo (Siruela, 2012) ha optado por mantenerse fiel al tiempo en que fue escrito, pues era la única solución razonable, pero ha sufrido numerosas correcciones y toda la tercera parte ha sido reescrita y reordenada en buena medida aunque manteniendo el espíritu y el estilo que la hicieron nacer. Habría que decir que se trata de algo parecido a la confirmación que sigue al bautizo o, al menos, con esa convicción he vuelto a trabajar en ella. Volver a encontrar a los mismos personajes, enfrentar de nuevo el modo de pensar y narrar de las voces que conducen la novela, extraer de la historia lo que aún faltaba por contar. todo ello ha sido un ejercicio singular, una experiencia única e irrepetible que espero que satisfaga a sus antiguos y nuevos lectores como a mí me ha satisfecho intentar devolverle su completo sentido.
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