Esta presentación forma parte de una serie de actos que van encaminados a un diálogo entre la comprensión y la educación. Buscan la reflexión sobre los acontecimientos recientes como los de Toulouse. Lo más importante es educar para que las próximas generaciones rompan con la indiferencia e inicien el debate en la sociedad para acabar con estos actos inhumanos a través de la concienciación.
Este libro surgió de un encargo que Stalin hace a Grossman y Ehrenburg (como escritores cercanos al régimen que ellos eran en aquellos tiempos) de recoger los testimonios de las atrocidades de los nazis hacia los judíos en territorio soviético: Por tanto, ambos escritores siguieron al Ejército Rojo en el frente de batalla para indagar en los excesos nazis que tuvieron lugar en los territorios que las tropas soviéticas iban liberando de la opresión nazi.
Stalin piensa que los dos escritores son los más adecuados para recoger los testimonios necesarios para demostrar al mundo que el pueblo soviético había sufrido la maldad de los nazis. Pero con lo que Stalin no contaba fue el hecho de que saliera a la luz la colaboración de muchos ciudadanos soviéticos en las masacres, incluso vecinos de los judíos deportados, por lo que el pueblo soviético no era todo lo heroico que había pensado y que también tenía su lado oscuro. La verdad es, por tanto, más triste y más amplia, ya que hubo muchos ciudadanos no arios que colaboraron voluntariamente y con ganas en estas atrocidades.
El libro negro está estratificado geográficamente en cada una de las repúblicas que conforman la Unión Soviética y se basa en testimonios directos, cartas y otros documentos de la época que los autores han adaptado a un estilo de gran calidad narrativa basado siempre en la verdad.
Como podemos ver, éste es un libro que provoca pesadillas: no es fácil de leer, ya que pone palabras a muchas de las fotos que todos hemos visto de las atrocidades; es muy difícil leer acerca de estos testimonios debido a las monstruosas imágenes que evocan, pero es imprescindible saberlos, por tanto, cada generación debe volver a leer lo que ocurrió en aquel momento para que no pueda volver a repetirse.
A su vez, de las matanzas de los Einsatzgruppen no se ha hablado mucho en la literatura, y hay mucha más información de la que se ha dado a conocer al público a través de los libros. Sabíamos demasiado poco sobre ellos, pero este libro, escrito con un recuerdo tan vivo y fidedigno, es un testimonio importantísimo que profundiza, para el lector español, en esa parte del Holocausto.
En definitiva, El libro negro es una historia de cientos de testimonios llegados a manos de Grossman y Ehrenburg o recogidos por medio de entrevistas a las víctimas que sirvieron para erigir un monumento hecho de sangre y heroísmo, el de quienes padecieron el encierro en los guetos y tomaron el camino de la ejecución; el de los pocos que se atrevieron a desafiar a los verdugos, el del horror que padecieron los hombres y la dignidad con la que enfrentaron el martirio.
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