El libro no puede ser más interesante porque con afilada pluma el autor disecciona la historia de un partido, que ha sido clave en el último siglo de nuestra historia, y que ha sido manipulado hasta la nausea por los historiadores marxistas, torciendo a su voluntad y con un afán de manipulación una historia que nos han hurtado y que no es como nos han querido vender esos historiadores y esos medios de comunicación que deben su fortuna a un partido sectario como el que actualmente gobierna los destinos de España.
El libro está dividido en cuatro partes, en la primera parte cuenta la fundación del partido por parte de Pablo Iglesias y unos cuantos tipógrafos, ayudados por unos pocos intelectuales; la segunda es el papel oscuro que tuvo en la Segunda República; la tercera es la larga travesía del desierto donde vivieron desaparecidos y como nuevos ricos en el exilio y la cuarta es la vuelta a la democracia de la mano de Felipe González y la destrucción del partido por parte de Rodríguez Zapatero.
La rigidez marxista fue la característica principal del fundador Pablo Iglesias, que no le tembló el pulso para colaborar con la dictadura de Primo de Rivera, ayudado por el peligroso Largo Caballero. Todo afán de democracia propugnado por algunos intelectuales contrarios al reinado de Alfonso XIII es desmontado por un líder sectario que decide colaborar con el dictador y la monarquía incomprensiblemente. Los logros que se consiguen en las elecciones, municipales primero y generales después son contados de manera rigurosa y fiel.
La segunda parte del libro relata la participación del partido socialista durante la Segunda República. Desde un primer momento participó el PSOE en los gobiernos republicanos, cuando en el año 1933 perdieron las elecciones a mano de la CEDA y los radicales de Lerroux, hicieron todo lo posible para destruir la incipiente democracia y hasta llegaron a montar un golpe de estado en el 34, conocido como la revolución de Asturias. El PSOE y la UGT armaron a los huelguistas y propiciaron una masacre.
Con el inicio de la Guerra Civil, su papel no pudo ser más desafortunado, Largo Caballero como presidente del gobierno propicio las checas y los tribunales populares de justicia donde se llegaron a cometer numerosos crímenes en esas cárceles populares, destacó el chequista socialista García Atadell, asesino de suma crueldad, eso sin contar como el estallido de la guerra fraticida fue propiciado por el asesinato del congresista Calvo Sotelo a manos de la escolta de Indalecio Prieto, furibundos militantes del PSOE.
El papel de Juan Negrín como presidente del gobierno es también tratado con vehemencia, este médico socialista, sectario y que se apoyó en el PCE para conservar el poder, es uno de los episodios más negros del PSOE y de la historia de España. Huido antes de finalizar la guerra, cuenta Cipriano Mera en su gran libro Guerra, exilio y cárcel de un anarco sindicalista como Negrín montó la SERE (Servicios de Evacuación de los Refugiados Españoles) y con los fondos robados al estado republicano, vivió a cuerpo de rey durante todo su exilio, mientras que numerosas personas malvivieron y padecieron hambre y miserias sin recibir nunca ayuda de dicho organismo.
La tercera parte del libro, es el tiempo de oscurantismo en el exilio, donde no lucharon por la democracia y donde hubo demasiadas guerras intestinas. Largo Caballero y Prieto siempre se llevaron mal y en esos años hubo muchos cruces de acusaciones. El único dirigente digno del partido fue Julián Besteiro que luchó por la paz y no quiso huir al extranjero. Lamentablemente, Franco no entendió su heroísmo y fue encarcelado donde murió al no ser tratado de la enfermedad que padecía.
Después de este periodo, los años setenta revolucionaron un partido que de la mano de Felipe González y Alfonso Guerra que había permanecido languideciendo con unos líderes, como Llopis, anclados en el más truculento pasado. Este periodo lo conoce de primera mano el autor, ya que fue militante socialista, pero la desilusión que sufrió le hizo abandonar el partido. Las ilusiones democráticas y de regeneración se fueron apagando lentamente de la mano de esos líderes que se anclaron en la corrupción de estado, montando incluso organizaciones terroristas como el GAL.
Ese estado de descomposición moral y política se seguirá manifestando con el liderazgo de Rodríguez Zapatero, que está conduciendo al partido a los niveles más bajos de degradación moral y personal. Girauta se despacha a gusto con su antiguo partido, poniendo todas sus contradicciones en un libro que sólo tiene un afán: dar a conocer la verdadera historia de un partido anclado en la corrupción, enemigo de la democracia que ha sabido manipular, gracias al dinero del estado, una historia que, probablemente, está a punto de concluir.
Esta verdadera historia, que no es más que la historia negra de un partido que se ha movido entre el radicalismo más fiero y la ausencia de democracia interna. Solo basta ver como han elegido a su próximo candidato a las elecciones generales, imponiéndolo el aparato del partido sin consultar a las bases. Girauta acierta plenamente con un libro necesario que arroja la luz necesaria para que podamos ver las cosas como son y no como nos las cuentan.