El autor ha decidido introducir este nuevo acto para presentar el libro porque tenía la visión como lector de que los lectores se han empezado a orientar menos por otros procedimientos más convencionales, ya que la información de dichos medios expresa sólo una parte de la realidad, por lo que él se quiere centrar en una más convencional en la vida actual como es internet. Hay que darle un espacio a esta otra vía de comunicación, porque él trabaja para los lectores, no para los críticos.
El libro cuenta la historia de un veinteañero español de hoy que quiere reconstruir la vida de otro veinteañero español de 1941 que decide ir a luchar a Rusia como voluntario para terminar, después de pasar por diversos frentes como el de Leningrado, defendiendo Berlín con el uniforme de las Waffen SS. Así, ésta es una novela histórica, pero el personaje histórico se interrelaciona con otro del presente, lo que crea una visión original y novedosa con la relación, las similitudes y grandes diferencias de ambos.
La novela de la que trata Niños feroces comienza en Getafe en 1936, donde el cuartel de artillería que se sublevó junto con el Alzamiento, a diferencia de la base aérea, que se mantuvo leal a la República. Se ve que los artilleros no tenían buena puntería, por lo que los aviadores terminaron defendiendo Getafe y manteniéndolo en las filas leales al Gobierno. Así, impidieron que la artillería de Getafe apoyara a los sublevados del Cuartel de la montaña, lo que fue fundamental para la defensa de Madrid por parte de los republicanos. El padre del protagonista era uno de los artilleros de Getafe y terminó muriendo en Paracuellos tras ser derrotado junto al resto de sus compañeros rebeldes. Todo esto está basado en la realidad, es histórico, aunque puede parecer extraño que un español se visitera con el uniforme de las SS.
Esta novela interpone un narrador contemporáneo para que éste comparta su extrañeza con el lector. El protagonista Lázaro quiere ser escritor porque ha leído mucho y nació en una casa en la que había muchos libros, lo que tuvo una enorme influencia sobre su forma de ser. Pero él no tiene historias que le den para más de 12 folios, por lo que el director de su taller le tuvo que guiar con esta historia para que redactara una novela.
Hay un momento en el que estando juntos aprendiz y maestro (quienes se llaman igual, Lázaro, lo que aporta una solidaridad entre ambos), el Lázaro mayor le dice a su alumno que escriba con lo que sabe y lo que desconoce, que tire las novelas de la División azul que ha recopilado para informarse y que use sólo sus capacidades para así contar SU novela y no parafrasear lo que otros han escrito.
Niños feroces es una historia que va y viene de la actualidad al pasado, incluso se incluye el presente absoluto; y esto se mezcla con todo lo demás, desde hechos acaecidos recientemente en Facebook o en la Puerta del Sol, que se relatan junto con las estrategias de los rusos para dar el golpe de gracia a Berlín. El autor, según sus palabras, no quería un libro antibelicista, de héroes de cartón-piedra, ni un relato épico, ni un relato de denuncia, sino que pretende buscar una toma de conciencia de la violencia cuando ésta es generalizada por el estado, que nos es dada desde el punto de vista de un hombre joven que ni siquiera ha hecho la mili.
De forma similar a lo que ocurre en la novela, durante un tiempo, Lorenzo Silva llevó un taller con una veintena de adolescentes, en los que vio miradas inexpertas con carácter general. Pero, sobre muchos temas, los adolescentes dicen lo que hay que decir y lo dicen de un modo correcto, según ha sido su experiencia. Ese es el espíritu que alumbra este libro, es para la gente que no tiene una voz publicada (aunque ahora se puede tener en internet). Es para que la voz de todos se haga sonar, y que se traten temas de un modo insolente sin vernos apabullados por la grandeza de los hechos o de los personajes que intervinieron, al igual que en la novela un joven se enfrente de tú a tú con unos de los más importantes momentos de la Historia.
Del mismo modo, Silva opina que para escribir sobre la universidad española (les hago saber que el autor obtuvo una columna de opinión en suplemento universitario) hay que ser insolentes e irrespetuosos, tratando de meter el dedo en el ojo, recogiendo historias concretas. Para su iniciativa de publicar el primer e-book en Facebook se han seleccionado las 10 columnas con valor más atemporal que pueden sugerir un cierto enfoque para los relatos que los van a acompañar, relatos que serán seleccionados por el autor entre los participantes en esta iniciativa, que el autor espera que sean jóvenes.
Hay mucha gente joven que escribe (aunque no lo fomente el sistema educativo) y una de las influencias más importantes ha sido internet. Así, los adolescentes y otros jóvenes desarrollan una cierta gracia para escribir y pueden tener un éxito social si dominan la escritura y no son imprecisos ni ambiguos, ya que la mayor comunicación en internet se produce entre quienes saben escribir, sin hipotecar su estilo ni su libertad.
Además, el autor afirma que no hubiera podido escribir el libro sin internet, con el que encontró información precisa que en otras ocasiones no hubiera podido encontrar, y sin salir de su casa. De este modo, ha conseguido dar perfecta forma a un libro, que tiene una parte de experimental, aunque se cuiden mucho el ritmo y la fluidez de la narración.
En definitiva, ésta es una novela para lectores a los que no sólo les interese una historia cómoda y sencilla, sino para aquellos que son conscientes de que vivimos en una encrucijada con más preguntas que respuestas.
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